Con avena, pasta de maní y chocolate amargo, estos cuadraditos energéticos se preparan en minutos y se conservan por días. Una opción práctica y saludable para cualquier momento.
Cuadraditos energéticos: el snack casero con avena y chocolate que no falla
Si buscás un snack fácil, nutritivo y delicioso, estos cuadraditos energéticos de avena y chocolate se van a convertir en tus nuevos favoritos. La licenciada en Nutrición Rocío Hughetti compartió una receta simple que combina energía, sabor y practicidad en cada bocado.
Ideales para tener siempre en la heladera o el freezer, son perfectos para cuando necesitás algo dulce sin salirte de lo saludable. Podés disfrutarlos en la merienda, después de entrenar o cuando simplemente querés darte un gusto sin complicarte.
Ingredientes para la base
-1 taza de avena instantánea
-2 cucharadas soperas de pasta de maní
-1 cucharada de dulce de leche repostero
-1 cucharada de miel
Cuadraditos de avena y chocolate, un snack saludable que se hace en minutos.
Ingredientes para el relleno
-100 g de chocolate amargo
-2 cucharadas de pasta de maní
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-1 cucharada de dulce de leche repostero
-Almendras picadas a gusto
Paso a paso
1. Preparar la base: mezclá la avena, la pasta de maní, el dulce de leche y la miel hasta obtener una mezcla uniforme.
2. Armar la primera capa: colocá la mitad en una budinera forrada con papel manteca y compactá bien.
3. Preparar el relleno: derretí el chocolate (a baño maría o en microondas), agregá la pasta de maní, el dulce de leche y las almendras.
4. Armar los cuadraditos: volcá el relleno sobre la base y cubrí con el resto de la mezcla de avena.
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5. Enfriar: llevá a la heladera por una hora. Luego cortá en cuadraditos y ¡listo para disfrutar!
Tips para personalizar la receta
-Reemplazá las almendras por nueces, avellanas o maní.
-Para una versión sin lácteos, usá dulce de leche vegano o sumá más pasta de maní.
-Se conservan perfectamente en el freezer dentro de un recipiente hermético.
-Si preferís un sabor más suave, podés usar chocolate con leche o blanco, aunque el amargo resalta mejor el contraste.
Sencillos, ricos y sin horno: estos cuadraditos energéticos son la muestra perfecta de que comer saludable también puede ser delicioso.



