Con ingredientes simples y al alcance de la mano, este postre casero es crocante, suave y perfecto para disfrutar con un mate, un té o un café. Ideal para compartir en familia o entre amigos en esas tardes que piden algo dulce.
Prepará un crumble de avena y membrillo ideal para la merienda
Nada mejor que un postre casero que, además de rico, convoque a la mesa. Este crumble combina la textura de la avena con la dulzura del membrillo, en un clásico fácil de preparar y que siempre deja sonrisas.
Ingredientes
Para el crumble:
-240 g de harina común (000 o 0000)
- 120 g de avena
- 200 g de manteca
- 140 g de azúcar
Para el relleno:
-400 g de dulce de membrillo
-30 cc de agua caliente
-20 cc de jugo de naranja o limón
Preparación
1. Mezclar la harina, la avena y el azúcar en un bowl amplio.
2. Agregar la manteca fría en cubos y deshacer con las manos hasta lograr una textura arenosa, de granulado.
3. Forrar un molde con papel manteca, volcar la mitad del crumble y presionar bien para formar la base.
4. Preparar el relleno: disolver el membrillo en el agua caliente y el jugo de naranja o limón. Colocar sobre la base ya compactada.
5. Cubrir con el resto del crumble, esta vez sin presionar, para que quede crocante al hornearse.
6. Llevar a horno precalentado a 180 °C y cocinar durante 45 minutos, hasta que la superficie esté dorada.
7. Retirar, dejar entibiar y desmoldar. Una vez frío, cortar en cuadrados y disfrutar.
Tip de merienda: se puede servir tibio con una bocha de helado de crema o con una taza de té de hierbas. Si la idea es compartir en familia, se puede acompañar con mates. Y si la juntada es con amigos, un café cargado o un chocolate caliente lo hacen aún más irresistible.
Ver: El mix perfecto: cómo preparar unos riquísimos pancakes de chipá



