El mantenimiento diario de tu césped será mucho más fácil con estos consejos.
El césped ideal: cómo solucionar los problemas más comunes
Tener un césped ideal, como todo en el ámbito de la jardinería, lleva trabajo. Es de esas actividades que requieren un mantenimiento diario pero que ayudan a muchas personas a relajarse y, al mismo tiempo, a pasar más tiempo al aire libre. Además de las flores, los arbustos y los árboles, otro componente importante de los jardines es el césped.
El césped es muy relevante porque constituye la base de un jardín lindo. ¿Quién no sueña con una pradera verde, suave y con el largo justo? Sin embargo, el pasto tiene sus problemas puntuales, y en esta nota te traemos la solución a ellos. Siguiendo estos consejos, podrás tener un césped que será admirado por todos.
Aparición de baches
Cuando el césped no crece parejo y aparecen zonas en donde se nota su ausencia, entonces lo más probable es que se trate de un terreno irregular. Lo que hay que hacer en esos casos es agregar tierra. Tomar una capa cuantiosa, colocarla rastrillar bien y replantar allí el césped.
Caminar sobre un césped fresco y limpio, el placer de muchas personas.
Manchas amarillas
Cuando vemos unas manchas amarillas o marrones en el medio del verde del césped, el culpable es un hongo llamado roya. Afecta al pasto más seguido de lo que creemos y le provoca esos manchones tan molestos a la vista. Si no se lo trata, el problema puede terminar en la marchitación del césped.
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Una manera de evitar este problema es contar con buena luz del sol sobre el césped, y la otra es utilizar fertilizante. Si las manchas aparecen, entonces lo mejor es adquirir un fungicida.
Manchas en el césped.
Las plagas
Como en toda planta, la aparición de insectos es inevitable, pero el problema puede atenuarse si se los detecta a tiempo. Las tres especies que hay que evitar son las siguientes: gusanos cortadores, gusanos blancos y chinches.
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Malas hierbas
Los terrenos fértiles son susceptibles de tener malas hierbas. Más allá de los herbicidas, que son recomendables para usos puntuales, lo mejor en estos casos es utilizar una herramienta específica para arrancar las malas hierbas. En su defecto, sí utilizar un herbicida, pero rociando solo en las zonas en donde se encuentren los brotes a eliminar.
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