Cómo cambiar hábitos cotidianos puede ayudar a frenar el envejecimiento cerebral y mejorar la calidad de vida.
Cómo mantener joven el cerebro: 4 hábitos que hacen la diferencia
Mantener el cerebro joven no es un objetivo inalcanzable. Un estudio reciente liderado por el médico Dean Ornish, del Preventive Medicine Research Institute de Estados Unidos, mostró que cambiar algunos hábitos puede rejuvenecer el cerebro y mejorar la calidad de vida, incluso en personas con deterioro cognitivo leve o Alzheimer temprano.
Los resultados fueron claros: el 71% de los pacientes que cambiaron su estilo de vida lograron mejorar o estabilizar su memoria y sus habilidades cognitivas, mientras que el 68% de quienes no realizaron cambios empeoraron.
El estudio, publicado en la revista Alzheimer's Research and Therapy, demostró que cuatro hábitos simples pueden marcar la diferencia:
1. Alimentación saludable: basada en alimentos de origen vegetal y baja en grasas saturadas y productos ultraprocesados.
Los vínculos sociales fortalecen la salud mental.
2. Ejercicio físico regular: al menos 30 minutos diarios de actividad aeróbica y sesiones semanales de fuerza.
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3. Manejo del estrés: con prácticas como meditación, respiración y estiramientos.
4. Vínculos sociales activos: mantener relaciones cercanas y contar con apoyo emocional.
Estos cambios no solo ayudaron a las personas a recuperar habilidades que creían perdidas, como leer, recordar o gestionar sus finanzas, sino que también les devolvieron la confianza y la independencia.
El estrés crónico es un enemigo silencioso del cerebro. Según el médico Enrique De Rosa, el estrés sostenido puede acelerar el envejecimiento, afectar la memoria y debilitar el sistema inmunológico. Por eso, manejar el estrés es clave para proteger la salud mental y física.
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El avance científico también aporta nuevas herramientas. En mayo de 2025, la FDA aprobó el primer análisis de sangre para diagnosticar la progresión del Alzheimer en personas con síntomas iniciales, lo que podría permitir un tratamiento más temprano.
Aunque todavía no existe una cura para el Alzheimer, estos hallazgos ofrecen esperanza. Cambiar el estilo de vida puede ser una herramienta poderosa para mantener el cerebro joven y mejorar la calidad de vida.
Como señaló el doctor Ornish: "No siempre lo más efectivo es lo más costoso o tecnológico. A veces, las soluciones más simples pueden tener el mayor impacto."
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