Cómo incorporar probióticos, prebióticos y posbióticos a la dieta

El impacto de estos microorganismos en la microbiota repercuten en el eje intestino-cerebro

Cómo incorporar probióticos, prebióticos y posbióticos a la dieta

Por: Mendoza Post

 El término microbiota es un área de investigación en expansión que aborda el eje intestino-cerebro, también es conocido como flora intestinal, relacionado al  sistema inmunológico y a la alimentación. 

Cuando se habla de microbiota aparecen correlacionados otros tres términos: probióticos, preióticos y posbióticos. A la hora de referirse al  bienestar y prevención de enfermedades se requiere un abordaje específico, por eso Gabriel Vinderola, investigador del CONICET, profesor de la Universidad Nacional del Litoral en Santa Fe y miembro de la Asociación Científica para Probióticos y Prebióticos (ISAPP) aclara las diferencias entre ellos y las formas de incorporarlos.

Si bien los probióticos suelen asociarse a los fermentados, Vinderola advierte que esto no es necesariamente así. "Un probiótico es un microorganismo vivo que, cuando se administra en cantidades adecuadas, ejerce un efecto benéfico. Pero, para que podamos asegurar que se trata de un probiótico, debe conocerse la identidad microbiológica del microorganismo, y algún estudio clínico que demuestre el efecto benéfico", explica el investigador.

Los espárragos son fuentes de prebióticos.

Alimentos que contienen probióticos

Quesos y yogures

Al consumir quesos y yogures se ingiere probióticos pero hay que asegurarse de que la etiqueta así lo indique, sobre todo en el segundo caso. Con respecto a los quesos, el docente explica que si bien cualquiera de ellos contiene microorganismos vivos, "cuanto más fresco, menos sal y menos grasa tenga, mejor, por ejemplo es probable que el queso fresco tenga mayor cantidad de microorganismos vivos".

Suplementos

Siempre con la supervisión de un nutricionista se puede adquirir probióticos en cápsulas que actúa como suplementos ya que hay suplementos que se venden como probióticos y no tienen evidencia, afirma Vinderola.

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Prebióticos

Tanto los prebióticos como los probióticos son necesarios para alguien que quiere cuidar el equilibrio de su microbiota y prevenir enfermedades. ¿Pero se debe incorporar ambos? "Siempre es mejor la combinación porque apuntan a cuestiones diferentes", aclara el investigador.

No todas las bacterias benéficas requieren de prebióticos para funcionar, sino que muchos probióticos entran directamente al intestino e interaccionan con el sistema inmunológico.

Alimentos en los que se encuentra prebióticos

Las bananas son fuente de prebióticos, y  se recomienda elegirlas poco maduras, incluso más cerca de estar verdes. En cuanto a la cebolla, su aporte no depende de si la consumimos cruda o cocida. "El prebiótico es una molécula, un ingrediente que no se ve modificado por el calor", indica Vinderola. También se puede encontrar en el ajo, los espárragos y los alcauciles.

El alimento que contiene la mayor cantidad de prebióticos de manera natural es la leche materna: contiene más de 200 tipos.

Posbióticos

Estos microorganismos también tienen un impacto beneficioso en el sistema inmunológico. ¿ Dónde encontrarlos? El pan de masa madre es una de la más emblemáticas fuentes de posbióticos, aunque también  e pueden obtener en suplementos.

La advertencia que se necesita para saber si se necesita adquirir estos alimentos o suplementos "puede ser por manifestaciones   gastrointestinales, las más comunes son constipación, diarrea, hinchazón o puntadas", explica Gabriel Vinderola, investigador del CONICET.

Hay que asegurarse de que la etiqueta del yogur indique si contiene probióticos.

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