Claves para reducir el consumo eléctrico en casa y ahorrar en la factura

Elegir electrodomésticos eficientes, mejorar el aislamiento del hogar y adoptar pequeños cambios de hábitos puede marcar una gran diferencia en el uso diario de la energía.

Claves para reducir el consumo eléctrico en casa y ahorrar en la factura

Editó: Martín Arrojo

 Reducir el consumo de energía en el hogar es una forma efectiva de cuidar el ambiente y también el bolsillo. Según sitios especializados, una de las claves está en optar por electrodomésticos eficientes, que no solo requieren menos electricidad para funcionar, sino que además generan menos emisiones de CO. 

En esta dirección, para el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), estos aparatos representan más del 55% del gasto eléctrico en una vivienda.

Entre los que más consumen se destacan el televisor y las consolas (12%), la lavadora y la secadora (11%) y el horno eléctrico (8%). Usarlos de manera inteligente puede marcar la diferencia: lavar con agua fría, llenar completamente el tambor o evitar abrir el horno durante la cocción son gestos simples que ayudan a optimizar su rendimiento y reducir el impacto en la factura.

Otros dispositivos, como el frigorífico, que está encendido todo el día, consumen mucho (30% del total), pero son relativamente eficientes. En cambio, equipos como el microondas, por su uso esporádico y baja demanda energética, tienen un impacto mínimo. Aun así, su correcta utilización y mantenimiento sigue siendo importante para evitar derroches innecesarios.

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La tecnología también se convierte en aliada del ahorro: existen aplicaciones que permiten monitorear el consumo en tiempo real, detectar excesos y hasta programar electrodomésticos para que funcionen en horarios de menor costo energético. Apagar los aparatos por completo, usar luces LED y evitar el "consumo fantasma" son otras prácticas recomendadas.

Por último, mejorar el aislamiento térmico del hogar puede reducir considerablemente el uso de calefacción o aire acondicionado. Pequeñas acciones, como colocar burletes en puertas y ventanas o usar cortinas gruesas, ayudan a mantener la temperatura ideal sin gastar de más. Con cambios simples y decisiones informadas, es posible hacer un uso más eficiente de la energía todos los días.

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