Rico en fibra, aminoácidos y minerales esenciales, este pseudocereal ancestral ayuda a mejorar el tránsito intestinal y cuidar la microbiota de forma natural.
El superalimento que recomiendan para la salud digestiva
El amaranto, un pseudocereal milenario de origen americano, está cobrando protagonismo en la alimentación saludable por sus efectos positivos en la salud intestinal.
Su alto contenido de fibra y nutrientes esenciales lo convierten en un poderoso aliado para quienes sufren de digestión lenta, hinchazón o estreñimiento, ayudando a equilibrar la microbiota y mejorar el tránsito intestinal de forma natural.
En los últimos años, sitios especializados comenzaron a mencionar que el amaranto no solo aporta beneficios digestivos. También contribuye a reducir el colesterol, fortalece los huesos y mejora el estado de la piel, lo que lo posiciona como un superalimento integral cada vez más recomendado por especialistas en nutrición.
A diferencia de los cereales tradicionales, el amaranto contiene todos los aminoácidos esenciales, además de vitaminas A, B, C y E, y minerales como calcio, hierro, fósforo y magnesio. Esto lo convierte en una opción ideal para quienes buscan una alimentación equilibrada sin recurrir a suplementos artificiales.
Su versatilidad en la cocina es otro de sus grandes puntos a favor. Puede consumirse hervido en ensaladas, como guarnición, en harina para productos de panadería o inflado para incorporar en desayunos saludables con yogur o frutas.
Sumar amaranto a la dieta diaria es una forma práctica y accesible de mejorar el bienestar general, especialmente el digestivo y sin complicaciones en la preparación.
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