El hijo de Paul Auster admitió que estaba drogado el día que murió su hija

Daniel Auster, hijo del exitoso escritor Paul Auster, fue detenido por por la Policía de Nueva York al ser acusado de homicidio involuntario luego que su beba de diez meses falleciera por sobredosis. Fuentes policiales informaron que el trágico hecho ocurrió cuando Daniel Auster, de 44 años, cuidaba a su hija Ruby el primero de noviembre pasado.

Ese fátidico día Auster estaba cuidando a la pequeña pero, a pesar de la responsabilidad que tenía,  decidió inyectarse heroína y tomar una "siesta" con la nena. Cuando se despertó, horas después, se dio cuenta de que su hija se encontraba con los labios azules y los ojos rígidos. Daniel le dio Narcan un spray nasal que se utiliza para revertir sobredosis de opioides, sin saber si había estado expuesta a narcóticos antes de llamar al 911.

El hombre llamó a la Policía a su residencia del condado de Brooklyn y los servicios de emergencia que acudieron a su vivienda encontraron a la niña inconsciente. Enseguida, la pequeña fue trasladada al Methodist Hospital, donde se confirmó su fallecimiento. Una autopsia reveló en los últimos días que la beba sufrió una sobredosis de fentanilo y heroína, aunque se desconoce la forma en la que ingirió las drogas.

Según el sitio Swissinfo, Daniel Auster, que tiene antecedentes penales relacionados con las drogas, fue arrestado en la noche de este viernes, para luego ser acusado de homicidio involuntario y de homicidio negligente.

Su padre, Paul Auster, es un conocido novelista que escribió obras como "Un hombre en la oscuridad", "El libro de las ilusiones", "La trilogía de Nueva York" o "Leviatán", y recibió numerosos galardones, entre ellos el Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 2006.

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En el juicio Daniel admitió haber estado bajo los efectos de la heroína el día de la muerte de su hija. Sus recientes dichos contradicen uno de los testimonios que brindó en noviembre, cuando el hijo del famoso escritor negó la tenencia de narcóticos. También brindó detalles sobre dónde escondía la droga, al recordar que los guardaba en el baño de su domicilio, e incluso, aceptó lo impartido por las fuerzas de seguridad neoyorquina y afirmó haber consumido en la fatídica jornada.

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