Florencia Fole: "En Mendoza hay mucho talento para desarrollar videojuegos"

La presidenta de la asociación nacional que nuclea a la industria le contó al POST de su despegue.

Florencia Fole: "En Mendoza hay mucho talento para desarrollar videojuegos"

Mendoza ya es protagonista a nivel nacional de una nueva industria emprendedora, que antaño era cosa de japoneses o norteamericanos: la industria del videogame.

Aunque parezca asombroso y hasta algo increíble, en los últimos cinco años se disparó en la provincia la creación, desarrollo y diseño de videojuegos.

Un pequeño grupo de empresas y emprendedores locales que comenzaron en el rubro, prestando servicios para empresas nacionales y extranjeras, ya mutaron a su estadío desarrollando productos completos.

La actividad, está muy bien conceptuada en los círculos económicos mendocinos y como si fuera poco, quienes la hacen a diario, aseguran que a la provincia le sobran buenos profesionales para desarrollar aún más la incipiente industria.

Dos tragedias mundiales posicionaron a Mendoza, junto a Argentina y a Latinoamérica: la pandemia del Covid y la guerra de Ucrania. La primera disparó el consumo de videojuegos. La segunda, hizo que el mundo comenzara a buscar desarrolladores en LATAM y fuera dejando Europa.

Florencia Fole, presidenta de ADVA (Asociación de Desarrolladores de Videojuegos Argentinos), mendocina de pura cepa, Chief Business Officer y Business Patner de la empresa local Scubalight Studios habla de todas estas cosas, y de cómo Mendoza tiene todas las condiciones para generar con fuerza una nueva industria, impensada hace unos años.

¿Hay industria de producción de videojuegos en Mendoza y Argentina?

Si, la industria es relativamente joven en el país, pero en general en todo el mundo es una industria bastante joven, que no tiene más de 50 años.

En Argentina tiene unos 20 años aproximadamente, y acá en Mendoza hay un fuerte crecimiento porque hay un ecosistema que permite que la industria de videojuegos tenga éxito.

¿Qué ecosistema?

El ecosistema académico por un lado y el ecosistema emprendedor por el otro.

¿Serían las empresas locales y las universidades? ¿Cuáles universidades?

Claro, estamos hablando de la UNCuyo, de la Universidad de Mendoza, de la UTN donde tenés desde producción de contenido, lo audiovisual, la ingeniería y también la Universidad de Champagnat, que nos está acompañando un montón porque quieren formar una currícula de videojuegos.

Después, por otro lado, tenemos a Quark Academy, que es instituto privado que se dedica a potenciar el talento.

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Una especie de Liga Mayor.

Es que está ocurriendo que las universidades no están pudiendo ponerse al día tan rápido como están evolucionando las herramientas tecnológicas, esto pasa en todo el mundo, entonces lo que hace Quark Acadedemy, es que una vez que identifican el talento de la universidad, los capacitan para que puedan llegar al nivel de seniority, que es lo que están necesitando las empresas.

Claro, porque el Instituto no está atado a una currícula tan estricta como las universidades.

Exacto, sino que van con las herramientas específicas. Hay que tener en cuenta que hoy en día para desarrollar videojuegos los principales motores de desarrollo son Unreal Engine, que es una plataforma abierta y gratuita en donde, al principio, podés desarrollar videojuegos sin necesitar un programador.

Después, si querés ir a un proyecto más avanzado si necesitas un equipo de programadores. Pero es una de las principales herramientas para el desarrollo de videojuegos, esto es, a nivel mundial.

Después, el otro motor de desarrollo es Unity, que es otra plataforma también similar, lo único que está enfocado en 2D, y después está Godot, que fue desarrollado por un argentino.

Estos son los tres motores de desarrollo de videojuegos que hay y cuando hables con estudios de videojuegos, te van a decir que, o están desarrollando un juego para PC o para consola en Unreal Engine, o un juego para móvil en Unity, o un juego para PC en Godot.

¿Las consolas serían?

Xbox, Nintendo, PlayStation entre otras.

¿Cuántas empresas hay en Mendoza?

Aproximadamente unas 15, pero estamos trabajando en un relevamiento al respecto.

¿Cómo se empieza, cómo arrancás en el negocio con una empresa de videojuegos?

En los modelos de negocios de la industria, a nivel nacional e internacional, podés desarrollar videojuegos de IP propia, que son de propiedad intelectual propia.

O podés brindar servicios, por ejemplo: si tenés un equipo de programadores que se especializan en programar videojuegos, podés vender servicios de programación a otras empresas más grandes, nacionales o internacionales, que te contratan para programar su juego, o como ocurre en nuestro caso, que brindamos servicios de arte.

Por ejemplo, tenés un equipo que es mega especializado en arte para videojuegos, para un arte específico que puede ser arte 2D, hiperrealista, arte 3D y podés ofrecer ese servicio a otros equipos que, tal vez tienen el equipo de programación, pero no están tan fuertes en arte, entonces te contratan a vos para que le hagas el arte de los juegos.

Y por el otro lado, está la parte de coproducción, en el que vos podés tener un equipo completo de desarrollo de videojuegos, pero trabajás con licencias de otras empresas, por ejemplo, Cartoon Network, que contrata equipos para que le hagan el juego completo de su próximo show.

Entonces, el modelo de negocio que tenés en la industria de videojuegos es desarrollar un videojuego propio. Ahí entra el rol del publisher, que es como la editorial de los libros, en donde depende el grado de conocimiento que tengas vos de la industria, de la experiencia, del tamaño del equipo, es lo que le vas a pedir al publisher, ya sea financiación, o fondos y soporte en marketplace, o tal vez vos tenés el juego finalizado y querés que te ayuden a posicionar el juego en los principales mercados.

Está claro que es una industria reciente en el país, incipiente y que ha tomado impulso. ¿Es grande, es chica?

El tamaño de la industria todavía es chica, tenemos alrededor de 3.000 profesionales en todo el país, pero tenemos muchísimo potencial porque justamente estamos en un quiebre...

¿Qué quiebre?

En el que hay estudios que ya tienen más de cinco años de recorrido, algunos que ya tienen más de diez años de experiencia y trayectoria y están trabajando con los principales estudios o publishers internacionales. De a poco, la región, hablo de Latinoamérica, no sólo de Argentina, se está haciendo su renombre.

¿A qué se debe este impulso?

Puntualmente lo ha impulsado la situación pos-covid y la guerra que se está transitando en Europa del Este, entre Ucrania y Rusia.

Antes, todos los equipos que utilizaba la industria internacional los contrataban en aquella región y ahora están puntualmente poniendo sus ojos en Latinoamérica.

Me sorprende que no contraten en otros países del primer mundo.

Es que están viendo que en Latam y Argentina hay muchísimo talento calificado. Sobre todo, aquí, porque tenemos acceso a las mejores universidades y por eso el ecosistema de Mendoza también es tan importante.

Aquí tenemos una red integral académica y de universidades que te cubre la parte técnica de programación y, por otro lado, la parte artística, o la audiovisual, o la de música, todas importantísimas porque cuando hacés un videojuego, no sólo necesitás programadores, sino que además necesitás diseñadores gráficos, artistas, animadores, productores o projects managers.

¿Demanda profesionales de distintas carreras?

Exacto y también de diferentes niveles de seniority, porque necesitas game designers o diseñadores de juegos, que son los que piensan más en las mecánicas, en cómo se va a estructurar el juego más allá de programarlo.

Entonces necesitas, mínimo, entre cinco y siete personas para conformar un equipo viable para desarrollar un videojuego, hablo de una producción chica, porque además la producción va a depender de la plataforma que se vaya a usar.

Por un lado, tenés la de los dispositivos móviles que son celulares o tablets, después tenés PC o las computadoras y después las consolas. Entonces, no es el mismo nivel de complejidad. Si querés publicar un videojuego para PC o para celulares.

¿Cuál es más complejo?

Obviamente los que son para PC y consola son los más complejos, siendo para consola tal vez el que tiene como una vara mucho más alta, porque tenés la complejidad de acceder a las consolas para poder desarrollarlo, que de hecho esa es otra traba que hoy tenemos para acceder a ellos y que desde Adva estamos trabajando.

Porque, cuando vos querés desarrollar un juego para Play Station, no es que lo desarrollas así nomás, sino que tenés que tener acceso a los kits de desarrollo específicos, que te los manda Play Station a tus oficinas.

Y no te mandan una Play 5 sino un armatoste gigante que está hecho específicamente para desarrolladores. Cuando ellos ven equipos que tienen potencial, mandan el kit para explorar y experimentar porque no muchos equipos tienen experiencia en consola o en publicar en consolas.

¿Para los teléfonos móviles es menos complejo?

Sí, porque el proceso de desarrollo es mucho más corto. Podés tardar entre dos y seis meses en tener un juego cerrado para publicar en móvil, con música, arte, programación, todo listo para que pueda salir al mercado.

En cambio, el desarrollo de un juego para PC puede llevar como mínimo un año, y como máximo de 5 y hasta 10 años de desarrollo porque va a depender del tipo de juego.

¿Qué factores inciden?

Y tenés juegos en donde se habla del gameplay, que se refiere a la cantidad de horas en las que vas a estar jugando. Hay juegos, que a las tres horas los terminaste, y vas a tener otros que podés estar jugando cientos de horas, que son del mundo abierto y que tal vez podés jugarlo cinco horas por sesión. Entonces, depende de la cantidad de contenido que tengas en el juego, la mayor duración del proceso de desarrollo.

¿Y Argentina en qué rango se está desarrollando?

El tema es que hoy nuestra industria, al estar todavía en un estadío que está en crecimiento, aún no hubo ningún juego publicado desde Argentina que sea cien por ciento IP propia, de nuestro país que hayta tenido una duración de más de cinco horas.

Esto es así por una cuestión de los procesos de producción y porque recién estamos ganando la confianza de los inversores, porque en este tipo de proyectos que son de entre cinco y diez años de desarrollo estamos hablando de inversiones de millones de dólares.

Entonces, para que un inversor venga y diga que quiere invertir 30 millones de dólares en un proyecto de Argentina, que va a tener cinco años de desarrollo y que después quiere recuperar esos 30 millones, tienen que pasar un montón de cosas en el medio y hay que tener un equipo muy sólido, un sistema de experiencia que todavía no tenemos para que eso suceda.

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¿En dónde estamos entonces?

Por ahora estamos con un estadío de proyectos de producción, de no más de tres años, aproximadamente, pero está mejorando eso, que es algo que estamos viendo gracias a todo este talento nuevo que está llegando a través de las nuevas carreras, nuevas capacitaciones y lo que está pasando en Mendoza también, en donde hay mucho espíritu emprendedor.

¿A qué te referís con espíritu emprendedor? ¿A muchas empresas, iniciativas?

Me refiero a que nos acompaña la Provincia con políticas de Estado, de internacionalizar nuestros servicios. En nuestro caso, somos parte de Film Andes porque el cluster audiovisual también es clave.

A nivel nacional, por ejemplo, está la ANR potenciar videojuegos, que este año es un fondo no reintegrable que sale de la Secretaría de Economía del Conocimiento, del Ministerio Economía de la Nación. Es importante para ellos crear todo lo que es economía del conocimiento.

La semana pasada hicieron la feria de Econar, que es Economía del Conocimiento Argentina, se hizo en La Rural, en donde le están dando mucha visibilidad a las diferentes industrias y videojuegos. ¿Por qué? Porque tenés mucho talento joven, mucho talento altamente calificado y que afuera lo están valorando muchísimo.

Por eso, lo que está sucediendo en Mendoza no es menor, porque viene segunda posicionada después de Ciudad de Buenos Aires, y el talento se quiere quedar acá, y es lo que nosotros también estamos fomentando desde Scubaligth, que queremos que el talento se quede acá, porque la calidad de vida que ofrece Mendoza no se puede comparar con otros lugares.

Obviamente hubo un crecimiento fuerte reciente.

En los últimos cinco años la industria creció tremendamente y específicamente durante la pandemia se disparó el consumo y la producción también. Entonces, ahí es donde, desde el exterior empiezan a recurrir a los mercados emergentes.

¿Viste que en todo negocio o actividad siempre se necesitan años buenos que te empujen, que te hagan dar el salto?

Es que sí. O sea, en esos tres años, de la pandemia para acá, de 2020 para acá, la industria creció seis veces su tamaño. Es una locura. Fue una de las industrias que más creció, pese a la pandemia.

¿Y es toda gente muy joven la que trabaja en la industria?

El promedio de edad está entre los 35 y 40 años.

¡Ah, no! Son bastantes grandecitos ya. Yo tenía el prejuicio de que eran chicos de no más de 25 años.

Bueno, las nuevas generaciones obviamente sí, porque, es más, vienen ya jugando muchos videojuegos, más entrenadas. Por ejemplo, Fortnite anunció hace un par de semanas que van a permitirle a los jugadores ser creadores de contenido nuevo dentro del mismo juego.

¿Cómo es eso?

Ahora todo se da vuelta, ahora están tratando de democratizar y hacer que la barra de edad se baje mucho más a la hora de desarrollar contenido, de programar dentro del juego, que es un poco lo que hacen Roblox y Minecraft. O sea, en Fornite, vas a poder construir tu propio mapa del juego y después jugarlo con tus amigos en tiempo real.

Las nuevas generaciones vienen más capacitadas para jugar construyendo. Sin ir más lejos, nos contaba Leandro Agostino, uno de los fundadores de Scubalight Studios y director de la Tecnicatura de Videojuegos en la Universidad de Mendoza, que los alumnos del secundario tienen un mejor nivel de programación que los de segundo año de la carrera.

O sea, está subiendo mucho el nivel porque están todos acostumbrados a jugar y a estar con la computadora todo el tiempo, entonces, eso lo están capitalizando de alguna manera.

Lo bueno es que las próximas camadas, las nuevas generaciones van a estar muchísimo más aptos o aptas para trabajar e insertarse más rápidamente en la industria.

Pero bueno, los líderes de la industria tenemos 35 años, o sea, hay muy, muy pocos que tienen más de 45, que son los fundadores. Pero también nos llamó la atención, recientemente, que se está empezando a sumar a la industria gente de más edad.

¿Cómo es eso?

Para el 8 de marzo, por el Día de la Mujer organizamos con Adva una Feria de Empleo Virtual para mujeres que quieran empezar a trabajar o que estén buscando trabajo en la industria de videojuegos y se registraron más de 800 mujeres de 12 países de Latinoamérica.

Lo más interesante es que más del 40% de esas 836 mujeres eran de otras industrias: diseñadoras gráficas, programadoras, artistas, que probaron en otras actividades, ya sea en programación neta de software, en publicidad o en marketing y quieren empezar a meterse en videojuegos porque hay mucha gente que los juega por hobby y nunca supieron que podían tener una profesión en la industria de videojuegos, de que ahí hay una cultura de trabajo.

¿Para alguien que quiere aprender, empezar, meterse, hay algún espacio u oportunidad en Mendoza?

¡Sí! Mirá, a partir del 14 de abril, es ahora, inicia el Club de los Videojuegos, que es un programa de mentorías gratuito, en donde personas que tengan un background o un perfil de programación, de artistas, ingenieros en sonido, músicos, diseñadores gráficos o diferentes perfiles, se juntan para tener su primera experiencia.

Esto también lo fundó Leandro Agostino hace siete años y se hace entre abril octubre aproximadamente. Se juntan todos los viernes por Discord para entender cómo es que se tiene que conformar un equipo, que se necesita, qué roles se tienen que cubrir, cuáles son los primeros pasos para pasar de la idea a un prototipo.

¿Y alguien que quiere trabajar y no sabe por dónde empezar?

Mi recomendación para alguien que quiera trabajar en videojuegos, pero no sepa qué hacer, primero debe empezar por entender los diferentes roles, averiguar, investigar, ver que le gusta, porque quizá de chico aprendió varios años de música y eso le puede servir. Es necesario tener curiosidad y después encontrar las carreras afines y donde estudiar.

Y no necesariamente tenés que hacer una carrera de 10.000 años, pero sí, obviamente, es necesario estudiar una carrera de cualquiera de esas ramas que conforman un equipo de desarrollo de videojuegos, porque se necesita cierta formación técnica para poder después empezar a construir sobre el mínimo.

¿Mínimo necesitás una carrera universitaria?

Por lo menos una tecnicatura, como para construir sobre eso. Porque, por ejemplo, en el caso de Unreal Engine, que es el motor de desarrollo de videojuegos, podés estudiar programación, pero a la vez vas a tener que seguir capacitándose en ese motor porque todo lo que te enseñan en la universidad te sirve, pero a la vez el motor evoluciona y cada nueva versión trae nuevas cosas que te obligan a capacitarte.

Te lo pregunto porque hay cierta idea instalada en gente muy joven de que no hace falta estudiar mucho sino lo básico, tampoco recibirse porque aprendés más donde te emplean y porque las empresas no andan buscando gente con título. ¿Existe esa idea?

Existe y es una fantasía porque después tenés la ilusión de que hacés dos o tres cursitos de programación y terminar ganando 10.000 dólares por mes y eso, en realidad, no existe.

Y no existe porque para ganar esos 10.000 dólares tenés que tener un nivel de seniority que obviamente, como en otras profesiones, la práctica, la experiencia es lo que pesa sobre el título de una carrera o tecnicatura, pero el título es el puntapié inicial.

Claro, es el título más la práctica.

La clave pasa por ver donde vos te diferencias para que, como Junior, la empresa que te contrate apueste a largo plazo por vos,

Si vos podés demostrar potencial y vos demostrás que tenés curiosidad, pero no pudiste terminar una carrera, entonces ahí me estás diciendo que no tenés la consistencia ni la curiosidad por seguir aprendiendo, porque, aunque no tengas el título, igualmente vas a tener que seguir estudiando.