El abogado penalista y militante peronista asegura que "Massa lo tiene 100 a 1 en contra y hay que convertir es 1 en 100".
A fondo con Pablo Cazabán el armador político local de Massa
El conocido abogado penalista Pablo Cazabán es hoy uno de los hombres clave en Mendoza, del ministro de Economía Sergio Massa. El letrado, quien públicamente no es tan conocido por su larguísima militancia en el peronismo, hace unos años que hace política con el Frente Renovador.
Hoy, a cargo de coordinar toda la provincia, asegura que estadísticamente Massa lo tiene muy difícil pero que "es la persona más preparada del país para conducir la Argentina". Indicó que el Frente Renovador aspira a convertirse en la gran coalición de Mendoza.
Habló de la realidad política local, tuvo ácidas críticas para el gobierno de Rodolfo Suarez. Dijo que el problema más grave de la conducción política de Mendoza es que hay un proceso de toma de decisiones viciado. Alertó que la matriz productiva de Mendoza está agotada.
¿Era esta la oportunidad de Sergio Massa para querer demostrar lo que puede hacer? ¿Porque es un momento muy crítico en el que él asume?
Si nos pusiéramos a hacer especulaciones político electorales, Sergio (Massa) no hubiese aceptado el desafío, pero acá no hay especulación. A veces, la historia nos pone en un momento y un lugar donde nos designan para aceptar un desafío.
La decisión de Sergio (Massa) nos demuestra que está lejos de haber tomado una decisión desde la especulación política. Asumió ese desafío, no porque él sea una persona temeraria, sino porque es la persona más preparada para conducir los destinos del país.
El gran desafío que tiene Sergio (Massa) hoy, no es diseñar un plan, sino llevar adelante y ejecutar las políticas públicas que ya están diseñadas
Pero juega esta carta en una situación dificilísima.
Él se ha preparado por más de 20 años, se ha capacitado en lo personal, y ha capacitado y formado equipos. No es él solo, tiene un gran equipo a su lado, en todos los temas necesarios para conducir la Argentina. Esta decisión de Sergio, de haber tomado este desafío en un momento tan difícil, refleja los valores del Frente Renovador: la ética de la responsabilidad. No hizo un cálculo electoral. Asumió una responsabilidad y no lo hizo de forma improvisada. ¿Con eso alcanza? No.
Por eso la convocatoria que él hace y también el Frente Renovador, es a que se sumen más personas, más espacios políticos, empresariales y del mundo del trabajo porque esto no es la tarea de una sola persona. No existe el salvador, esto es un proceso político y comunitario.
Obviamente, alguien tiene que asumir el cargo. Le tocó a él en el peor momento y asumió un desafío, que, si uno ve la estadística, tiene 100 a 1 en contra. Pero ese 1 hay que transformarlo en 100 porque si nos atenemos a la especulación podríamos caer en la inacción absoluta, y la inacción nos llevaría a la catástrofe a la Argentina. Obviamente este desafío tiene más riesgos que ventajas, pero no está dentro del análisis eso.
En Mendoza empiezan a aparecer varios referentes de Massa dando vuelta. Están Jorge Difonso, Gabriela Lizana, José Luis Ramón ahora también. ¿Quién es la gente de Massa en Mendoza?
En términos estrictamente partidarios, la referente provincial indiscutida del Frente Renovador, en Mendoza, es Gabriela Lizana. De hecho, Massa ya la había convocado antes al BICE (Banco de Inversión y Comercio Exterior) donde fue nombrada directora de fideicomisos y ahora está en el equipo más cercano de la Secretaría de Producción que lidera Ignacio De Mendiguren. Ella es la referente local. El Frente está constituido en los 18 departamentos con distintos referentes. Hay ex intendentes, representantes de espacios sindicales, ex legisladores, etc.
Más allá de la formación orgánica, hay mucha gente y políticos en Mendoza que se han visto atraídos por el Frente Renovador. Jorge Difonso fue en su momento referente del Frente Renovador, hoy no lo es orgánicamente. Pero tanto él como cualquier otra persona están convocados a formar parte porque lo que estamos convocando aquí es a formar una gran coalición con gente de distintos partidos. La vocación frentista está en el ADN del Frente Renovador.
De hecho, tenemos muy buena relación con intendentes de distintos partidos, legisladores y políticos y para nosotros eso es una virtud. Lo hacemos a la luz del día. Convocamos a formar una gran coalición.
Ya hay coaliciones en Mendoza
Creemos que hay que redefinir las coaliciones en la provincia, en el sentido de ampliarlas. Acá no hay que excluir a nadie, no sobra nadie. Porque si hay algo que ha pasado en Mendoza, es que quienes gobiernan hoy no son una coalición, son un rejunte realizado por Alfredo Cornejo, que se comporta como un matón de barrio, en el cual impone la agenda, el método y se hace lo que él quiere, y si no es así, se enoja y te echa. Lo que ha logrado Cornejo en sus cuatro años de su mandato y los casi tres años de su mandato con la vicaría de Rodolfo Suárez, que es un representante, porque quien tiene el poder es Cornejo, ha logrado que baje a niveles ínfimos la calidad institucional de Mendoza, que siempre fue alta.
Hoy Cornejo maneja la Suprema Corte, la Legislatura, los órganos de control y el Poder Ejecutivo, y lo hace en base a caprichos. Nosotros no queremos eso, sino lo contrario, que sea una coalición amplia, inteligente, donde haya diversidad, donde haya un proceso de toma de decisiones, donde se administren los disensos para lograr una idea común, y que eso genere mejoras institucionales, económicas, políticas, culturales y éticas.
El Frente Renovador pasó por distintas etapas en Mendoza. En su momento fue parte de Cambia Mendoza o ya no, ahora es parte del Frente de Todos. Sabemos que con eso no alcanza y por eso convocamos a ampliar las coaliciones. Mendoza ha tenido un retroceso en los últimos 20 años que la verdad duele y asombra.
¿Está diciendo que Suarez sería el Alberto de Cristina?
No sé a qué se refiere.
Dijo que el gobernador Rodolfo Suarez es un vicario de Alfredo Cornejo, que es quien tiene el poder. ¿Lo está comparando con el presidente Alberto Fernández, que gobierna al ritmo de la vicepresidenta, quien tiene el poder?
Lo que estoy diciendo es que el gobernador no tiene poder, no toma decisiones, el mejor ejemplo es que hace 20 días que hay movilizaciones permanentes en Mendoza. En la movilización del miércoles pasado, mientras había miles y miles de personas en la Casa de Gobierno, Suarez y sus funcionarios estaban viendo un torneo de pádel en el Arena. ¿Usted cree que al gobernador le interesa la discusión pública? No le interesa. ¿Por qué no le interesa? Porque Suarez no es quien toma decisiones. Quién la toma es Cornejo, por eso sale él a bravuconear contra los docentes, estigmatizándolos, acusándolos de kirchneristas, que, primero que nada, ser kirchnerista no es malo. Pero igual Cornejo sale a matonear, es un matón de barrio. Si no se hace lo que él quiere se enoja y se lleva la pelota. En Mendoza tenemos un grave problema institucional, social, político y económico y por eso el Frente Renovador quiere tomar las riendas para cambiar eso. Ojalá Suarez se definiese a ejercer el poder que tiene, nos convoque, que nosotros estamos dispuestos a ayudar.
Ver: Julio Totero: "San Juan tomó la decisión de cuidar el agua mejor que Mendoza"
¿Cómo es que está trabajando con la gente de Massa?
La política para mi es una vocación y una pasión a la vez. No soy un profesional de la política, no vivo de la política, lo hago para hacer política porque de una manera u otra, todos los que nos preocupamos por la cosa pública estamos haciendo política.
Con más o menos, siempre he tenido actividades partidarias por dentro y fuera del Justicialismo y en el espacio del Frente Renovador que conducen Sergio Massa y Malena Galmarini, vengo interviniendo desde hace muchos años, desde 2014 en adelante con distintas participaciones.
En esta etapa, me involucré nuevamente en la cuestión partidaria pero lo que me atrae más es el diseño y planificación de políticas públicas y creo que en el espacio del Frente Renovador es donde se ve con claridad que hay una política pública específica que es la producción. Tiene una vocación productivista y podríamos decir que somos los Desarrollistas de la actualidad.
¿Se está refiriendo al movimiento desarrollista que fundaron el expresidente Arturo Frondizi y Rogelio Frigerio? ¿Siguen sus ideas?
El Frente Renovador nace como una consecuencia natural de la concurrencia de distintas personas con ideas centrales, entre las que está el desarrollismo. Obviamente, no hace falta crear un partido desarrollista, lo que hay que generar son ideas desarrollistas y llevarlas a la práctica. Es lo que está haciendo el Frente Renovador que tiene a una persona identificada con el desarrollismo en un cien por ciento, como lo es Ignacio De Mendiguren, quién ha sido presidente de la Unión Industrial Argentina, quién en 2001 fue convocado como el primer ministro de la Producción en la Argentina, y se puso al hombro la gestión para plasmar ideas de desarrollo. Hoy está al frente de la Secretaría de la Producción, al frente del Banco Bice, que es la principal herramienta de financiamiento para la actividad productiva, hablo de la industria, la agricultura, la ganadería, la pesca y sobre todo las pymes y micropymes en la generación de riqueza y trabajo. Hoy, el banco Bice es el único banco en el país que otorga financiamiento real y genuino con tasas subsidiadas al sector productivo y tiene en sus manos 400 mil millones de pesos que usa a diario para eso. Por primera vez se ha utilizado este instrumento con ese direccionamiento. Estoy seguro que va a haber un antes y un después luego de la labor que tengamos con De Mendiguren. Es una persona que tiene un gran equipo técnico y político, con un plan específico que lo está llevando a cabo.
¿Cómo es su trabajo como armador del massismo mendocino?
El Frente Renovador tiene una mesa política provincial que tiene varias funciones. A mi me toca ser el coordinador territorial y de algunos temas políticos con otros partidos que están dentro del Frente de Todos y otras fuerzas que están fuera del Frente. Algunos me dicen que soy "un operador", pero bueno, no me importa, si me quieren señalar así, soy el mejor ejemplo de operador porque lo hago a la luz del día dando la cara. Hay operadores que no lo hacen ni a la luz del día ni dan la cara porque lo que operan no lo pueden explicar porque tiene intereses personales sobre los generales.
Ver: Adolfo Trípodi: "Mendoza ha perdido el rumbo"
¿Cuántos peronismos hay hoy? Está el peronismo kirchnerista, el del Frente Renovador que es distinto a este, el peronismo republicano que lidera Miguel Angel Piccheto, en su momento tuvimos el neoliberal de Carlos Menem y muchos más.
El peronismo tiene muchas expresiones, pero ninguna es excluyente de la otra. Si me desafía a hacer una síntesis del peronismo, con todo lo arbitraria y riesgoso que sería hacerlo, le diría que es lo más parecido a la Democracia Cristiana Alemana, en la cual, siempre el peronismo, en clave argentina y latinoamericana, para poder analizarlo, podría decirse que sigue al capitalismo renano, al capitalismo alemán, que implica: todo el mercado que sea posible y todo el Estado que sea necesario.
No se puede hablar de capitalismo versus Estado. Son dos ideas que se complementan y se potencian y acá está la clave, tienen carácter dinámico. La pandemia fue el mejor ejemplo: países que se dicen capitalistas cien por ciento, tuvieron todo el mercado que fuera posible, pero en ese momento pusieron todo el Estado que fue necesario, y el Estado salió, como corresponde, a sostener la economía y al sector privado. ¿Con costos? Sí, claro que ha tenido costos. Estados Unidos tuvo la inflación récord y el déficit récord. Pero en ese momento hacía falta todo el Estado que fuese necesario. La función estatal es fundamental en la medida de la necesidad.
¿Le parece que no son excluyentes los distintos peronismos? El mismo día que Massa estaba sentado con el poder, los empresarios y el gobierno de Estados Unidos, el líder gremial Pablo Moyano reclamaba en la calle por la estatización de la comercialización de los granos.
Mire, las gestiones de Massa con el poder, con el capitalismo, y por otro lado el reclamo de los trabajadores por mayor intervención estatal no son dos situaciones incompatibles ni excluyentes, son complementarias. Es así porque las realidades son distintas. El sector privado necesita estímulo para poder trabajar y el mundo del trabajo necesita del sostén estatal para poder subsistir hasta que empiece a existir toda la riqueza para que se forme un círculo virtuoso.
El reduccionismo a partidos políticos ha quedado obsoleto. Aunque siguen siendo una pieza fundamental de la democracia, la expresión partido político funciona dentro de cada coalición. Y puede haber una reconfiguración de las coaliciones y no está mal. Alemania fue gobernada durante 46 años por una coalición con un partido de centro como la Democracia Cristiana y el Partido Socialista y funcionó. Hoy son líderes en Europa y en el mundo. Hace poco cambió esa coalición: ahora es el Partido Socialista, el Liberal y el Partido Verde y nadie se escandalizó porque la sociedad alemana decidió que era la coalición necesaria en ese momento.
La política argentina, funciona como en el mundo, en clave de coalición. Y no es una cuestión de oportunismos sino de necesidades de ese momento. El problema lo tenemos en Mendoza donde la experiencia de la coalición ha sido muy mala, como ocurrió con Cambia Mendoza, que no es una coalición, es un rejunté como dije.
Eso no parece ser lo que perciba la gente porque Cornejo y Cambia Mendoza tienen una altísima adhesión electoral.
Los votan por default, más por defecto ajeno que por virtudes propias. Y ahí sí tenemos responsabilidad en la otra coalición. El Frente de Todos no ha sido capaz de generar en la provincia una alternativa propia que sea atractiva. Esta situación terminó acelerando que muchos mendocinos votaran a Cambia Mendoza, un malo conocido, antes que un bueno por conocer. Pero la inacción en la que está Mendoza es alarmante, el estado de su situación institucional, económico y social es alarmante. Cambia Mendoza vino a cambiar todo eso y no solo que no lo cambió, sino que lo empeoró.
¿Pero hubo 8 años seguidos de gobierno peronistas en Mendoza, anteriores a los de Cambia Mendoza? ¿No tienen nada que ver?
Cuando yo me refiero a esto me refiero a los últimos 20 años, en los que no hemos tenido crecimiento, y claro, ahí entran estos ocho que Usted me señala. El gobierno de Celso Jaque tuvo algunas cuestiones muy buenas y otras muy malas, si se quiere el saldo fue neutro. Mientras que el gobierno de Carlos Ciurca...
¿¡De Ciurca!?
Si si, el de Ciurca. Si Usted quiere, el gobierno de Francisco Paco Pérez, en el que el poder lo tenía el vicegobernador Carlos Ciurca. Este gobierno fue muy malo y me hago cargo de eso. Fue un gobierno malo en todos los aspectos. Pero llevamos 20 años de retroceso.
Acá hay un problema de fondo y se trata de cómo se toman las decisiones en Mendoza.
El proceso de toma de decisiones en la provincia no es virtuoso. Todo lo deciden una o dos personas encerradas en una habitación. Pongo un ejemplo: Portezuelo del Viento. El juicio que había iniciado el ex gobernador Arturo Lafalla, fue sostenido luego por un gobernador de otro signo político, Roberto Iglesias. Cuando llega el gobierno de Julio Cobos, negocia ese juicio a cambio de dos cosas: su candidatura de vicepresidente y una obra, que es Portezuelo del Viento, por un valor de 1023 millones de dólares. ¿Con quién consultó Cobos que hacer con el dinero? Con nadie. Bueno, en realidad sí, con Cornejo, que él ya en ese momento era su ministro de Gobierno. Los dos solos, en el despacho del gobernador, decidieron cambiar un reclamo histórico y justo de Mendoza por esa candidatura y una obra que no había sido consensuada con nadie. Y hoy 30 años después seguimos con el mismo problema. Recibimos 1023 millones de dólares y la decisión la quieren tomar entre dos si se puede decir dos, en realidad uno solo, Cornejo. Eso no es un proceso de toma de decisiones virtuoso. Ese es uno de los grandes problemas que tiene Mendoza. Ni siquiera convoca a los partidos, a las fuerzas políticas para decir, tomemos una decisión entre todos y sometamos al consenso social.
Pero si estaban todos de acuerdo en hacer Portezuelo, nunca nadie lo cuestionó. Los problemas surgieron de los reclamos de La Pampa y las intervenciones del gobierno nacional que demoraron la obra
Lo corrijo. La construcción de Portezuelo no se tomó por consenso. Después ante la decisión tomada, ante los hechos consumados, la política adhirió, y la verdad que todo lo que se ha hecho por Portezuelo ha sido por especulación política para no quedar mal ante los mendocinos, antes que salir a decir que no se tiene que hacer.
Yo estoy diciendo otra cosa. Estoy cuestionando como se deciden las cosas en Mendoza. La licencia social, el proceso inteligente de toma de decisiones, son elementos básicos de una forma ética de cualquier gobierno y eso está ausente en Mendoza.
El gobernador Rodolfo Suarez, en el Council of América, dijo, respaldando la minería, que no entendía como el 80% votó a favor de la minería porque estaba en la propuesta electoral, y luego le hicieron una marcha en los primeros días de su gobierno, golpe del cual aún no se recupera. No tiene la más mínima autocrítica. Él da a entender que los mendocinos no entienden nada. El gobernador no entendió que la decisión o el proceso de toma de decisiones con la minería no fue un proceso virtuoso. Nunca se les propuso a los mendocinos discutir esto. ¿Qué hicieron? En 10 horas se juntaron las dos cámaras y votaron una ley aprovechando que iba a cambiar la composición de las cámaras legislativas. Y se produjo la pueblada que se produjo. Porque la discusión no era minería sí minería no, lo que estaba en discusión es cómo se toman las decisiones en Mendoza.
¿Pero si la Legislatura es el órgano representativo democrático del pueblo. ¿No es suficiente?
Hay temas que no alcanzan con la Legislatura. Si me dijese que la Legislatura, antes de votar, abría un proceso de toma de decisión virtuoso con toda la información, por el cual la gente podía decidir y luego los legisladores votaban, se lo compraba, pero no fue ni es así. Aparte de que no se hizo nada de eso, la falta de información en este caso ha sido uno de los grandes problemas que ha tenido la 7722. Ahora los legisladores tienen miedo a votar porque ya cargan con el pecado original anterior. Jugaron con un tema muy sensible a todos que es el agua.
Insisto, el problema está en el proceso de toma de decisiones. Hace poco hubo un hecho que trajo polémica fue el otorgamiento de un subsidio a una ONG liderada por un legislador, el caso del pastor Héctor Bonarrico. ¿Se pudo evitar este hecho? Claro que se pudo evitar, si se hubiera hecho un proceso de toma de decisiones correcto no hubiera dado ni el primer paso administrativo. No hay transparencia.
¿Por qué dice eso?
Porque ese proceso de toma de decisiones está siempre viciado. Fíjese lo que pasó con la ley 9237, sancionada durante el gobierno de Alfredo Cornejo, ley que implementaba los principios de transparencia, entre los cuales había un sistema para decidir respecto de subsidios, licitaciones, procesos de compra, concesiones, todas cosas en las que el gobierno de Cornejo tiene un déficit grosero. Toda falta de transparencia. ¿Qué hizo con esa ley Cornejo? No la aplicó nunca. El argumento es que hay que reglamentarla y quien la tenía que reglamentar era Cornejo. Es más, la Fiscalía de Estado ha dicho que no hace falta reglamentar esa ley porque es operativa y sigue sin aplicarse. Es muy grave, porque todos los procesos de licitaciones, concesiones, subsidios etc., hoy son todos nulos porque la ley dice que no pueden aprobarse sin este proceso de transparencia.
Aún más, le menciono varios casos: centro de esquí El Azufre, con polémica; Penitentes con polémica; otorgamientos de subsidios, con polémica; RTO, con polémica; concesiones petroleras, con polémica; la actuación de Emesa que está de los dos lados de los mostradores, con polémica; la explotación de sales de potasio de Río Colorado, con polémica.
Hoy el mendocino está excluido de cualquier tema de decisión vital para Mendoza. La matriz productiva de Mendoza está agotada. ¿No debe ser discutida por toda la sociedad? Si. ¿Quién es el primer responsable de hacerlo? El gobierno de la Provincia. Y después las fuerzas políticas. Y el gobierno no la pone en discusión.
El Frente Renovador en cambio, impulsa a que lo discutamos, bajo los principios de sostenibilidad económica, financiera, política, del trabajo, cultura, ambiental y social.
Entre los motores que Massa quiere activar mencionó el tema de la minería. ¿Hay que hacer minería en Mendoza? En San Juan hacen minería de oro, plata y cobre y se dice que crece mucho por eso. ¿Hay una percepción equivocada de esta minería en Mendoza?
Primero que nada, quiero decir que si estamos de acuerdo con la minería. Ahora ¿Con qué tipo de minería? Una que sea sostenible, económicamente, ambientalmente y socialmente.
¿La minería de oro, plata y cobre de San Juan no es sostenible?
No lo sé. Yo sé lo que quiero para Mendoza. La sostenibilidad no tiene que ser solo económica, tiene que ser ambiental, cultural, financiera, económica, política y con licencia social. Para que haya esto tiene que haber información disponible y transparencia. En la actualidad hay procesos técnicos de extracción minera sin cianuro, por ejemplo. Son más caros, pero si pueden proteger todos los aspectos de la sostenibilidad. ¡Qué importa que salgan más caros! Se ganará menos, pero respetaremos todo lo otro.
Hay que empezar a hablar de un tema central en Mendoza que es el agua, ese tema está ausente en la agenda mendocina. Veamos la eficiencia hídrica y energética. No se está discutiendo nada de esto. ¿Cómo vamos a vivir en los próximos años? Estamos viendo ahora si tenemos una buena nevada este año para ver si vamos a tener un poquito más de agua cuando tenemos una crisis hídrica que vino para quedarse.
Los grandes temas de Mendoza no están en la agenda pública, vivimos al día.



