Canci: "La mujer mendocina tiene que poner más empeño en producirse"

Artista. Productor. Experto en estilos, moda y gente.

Canci: "La mujer mendocina tiene que poner más empeño en producirse"

Por:Ricardo Montacuto
Director Periodístico

-¿Hay estrellas en Mendoza?

-Sí, Albino es una estrella.

-Es una respuesta cómoda…

-Tenés razón… Albino es una celebridad… pero a nivel artístico, sí hay estrellas. Sergio Roggerone es una estrella. Lo que ocurre es que los mendocinos estamos siempre buscando “el pelo al huevo”. No somos muy reconocedores del éxito… Creo también que Gisela Campos es una estrella. Hay un gran trabajo ahí, del medio que la posiciona, y personal.

-¿Cuántos años "de mendocino" tenés?

-La mitad de mi vida… Y tengo 46 años…

-No es suficiente… cuando lleves 35, vemos… A ver… si vas a la carnicería… ¿Pedís “molida” o “picada”?

-No pido carne, soy vegetariano.

-¿Desde cuándo? ¿Por qué?

-Desde hace ocho años. Me di cuenta del proceso horrible y de estrés que viven los animales. El maltrato… creo que los animales tienen alma, espíritu… A ver… somos lo que comemos… la energía, el combustible que usamos para vivir… es eso…

"No como carne... los animales sufren..."

-Bueno, pero si en alguna otra vida fueses una planta… ¿Qué serías? ¿Una fruta? ¿Rojo como un tomate, una flor, un árbol?

-…creo que sería un árbol… un naranjo.

-¿Por qué?

-Porque más allá de ser vistoso, como el ciruelo, tiene un fruto de unas propiedades enormes, y a mí me gusta servir. He venido a la vida para servir, para hacer algo.

-¿Sos una estrella?

-Que lo digan los demás…

-Supongamos que estás en las puertas del cielo y viene San Pedro, y le tenés que explicar quién sos. ¿Qué le dirías?

-Yo soy un artista. Toda la vida trabajé para eso. Desde muy chiquito hice teatro vocacional, empecé a los ocho años en la TV, canté con Pugliese, con Norma y Mimí Pons, con gente que ya no existe… a los 12 estuve en Grandes Valores del Tango, gané un concurso “Rumbo a la Fama”. Fui revelación musical del ´84 al ’86, fui en un momento el Luis Miguel argentino… Estudié canto en el Colón y el Teatro quería que me quedase… Sí, soy un artista.

-¿Y entonces por qué viniste a Mendoza?

-Por negocios de mis padres…

-¿Sentiste el desarraigo?

-Para nada. Fue una decisión de Dios… en ese momento además de hacer TV y teatro y musicales, llevaba un año con mi empresa de producción, y trabajaba en Gas del Estado…

-Qué contraste…

-Sí, pero Gas del Estado me daba la plata que necesitaba para vivir. Ya me alquilaba el departamento en Barrio Norte…

-¿Qué edad tenías?

-17 o 18 años…

"Toda la vida trabajé para ser artista"

-Si salís a la calle y ves cómo está vestida la gente… ahora mismo… ¿Están bien vestido a los mendocinos?

-¿Cualquier día?

-Sí.

-Te diría que hay “un 50 y 50”. Los mendocinos mayores de 26 años, los adultos jóvenes, se visten muy bien…

-¿Los más jóvenes se visten mal?

-No digo eso. Digo que los adolescentes se visten con lo que creen que “garpa”.

-Bueno… Freud decía que todos nos vestíamos para eso…

-Sí, pero en definitiva, el adulto joven mendocino se viste muy bien.

-¿Mejor que el porteño?

-(…) No… el porteño se viste mejor.

-¿Por qué? ¿Qué lo distingue?

-Caminá por la Peatonal  aquí y por Florida allá y lo vas a ver. El porteño es más osado. ¡Buenos Aires es Europa! Nació así y sigue así. El porteño es más francés… o más londinense. Hoy se viste como en Londres. Y acá eso no lo ves. Somos muy pocos los que nos vestimos como europeos. Pero algunos hay. En los últimos diez años la moda cambió mucho… ¡Y ojo con los hombres! Vienen muy fuerte… miran las revistas, la moda, el cine… La “matrix” nos ha dado un mundo enorme para ver… Antes necesitabas referentes, de tipos como yo que te decían qué usar… Ahora sólo podemos asesorar… Es estúpido decirte “qué se usa”, si te metés a un buscador y encontrás…

-Sí, pero hay un componente que se llama “Buen gusto”

-Eso es otra cosa…

-Pero sí podés decir qué no debe faltar, por ejemplo…

-Un chupín negro, de jean, es imprescindible. Si salís con un saco sport y una camisa, vas bien… si le ponés encima una remera para ir a un recital de rock, también… Es un clásico que debe estar en el clóset. O con un chalequito, con una camisa a rayas finas… o negra, neutra, con un buen moño.

-¿Moño?

-Sí, es furor en el mundo… Y hoy se vuelve a eso, a la elegancia, al glamour… Y también es importante un muy buen calzado.

-¿Corbata o corbatín?

-Corbatín… aunque la corbata se sigue usando… No esas corbatas anchas… pero sí, corbatas también. El corbatín es para un evento más light o de coctel… Pero a veces en alguna gala lo usan y está muy bien. Y vuelven los sacos cruzados, más modernos, de solapas más angostas, pero vuelven. Lo vamos a ver en el verano. Para esos trajes, la corbata va mejor.

-Un jean que no puede faltar en mi ropero...

-Buscá "La Restinga"

-¿Dónde se consiguen?

-¡En La Hermandad! (risas)






















Gabriel Canci y su hermano Fernando en su negocio "La Hermandad"

-¿La mujer mendocina perdió la elegancia?

-Últimamente adoptó lo más fácil… jean… cuero… shortcito… una faldita… pero el mundo está girando y les está mostrando otra cosa. Vuelven los vestidos entallados a la cintura… acampanados… ¿Te acordás? Tipo los años 50, con un lacito… El estilo “Jackie”.

-“Golden Age”

-¡Claro! A una mujer no le puede faltar un vestidito “Jackie” del color que sea y en cualquier época del año.

-Zafan…

-Sí… nosotros no estamos tan acostumbrados a ver a la mujer muy producida… con capelinas, sombreros, y afuera ya lo están usando en este verano y eso va a venir a Buenos Aires primero y a Europa después. Creo que la mujer mendocina adoptó la más fácil. Sí creo que es glamorosa, sí creo que se dejó estar un poco y que tiene que poner más empeño en producirse para las fiestas y los eventos. ¡Espero que no me maten las mujeres! (risas)?

-¿Hay diseño mendocino capaz de triunfar afuera?

-Sí, a full… Uno de los referentes es Leo Peralta, que es mendocino y está haciendo cosas tremendas. Lo tuve en la semana de la moda, fue tapa de “Touch”. A Leo ahora le hacen notas, pero fue muy bastardeado en Mendoza por gente que decía “hace mamarrachadas”, pero ahora la revista Vogue de Italia publica sus diseños.























"A las reinas de la Vendimia les faltan 'clases'..."

-¿Te gusta la Fiesta de la Vendimia?

-Sí, claro…

-¿Te gustaría dirigirla?

-Sí… mucho…

-¿Lo intentaste?

-Nunca, y no lo haría hasta que la privaticen.

-¿Qué argumento le pondrías?

-No lo sé… es algo muy profundo para contestarlo sin pensar… Sí le cambiaría muchas cosas, la tecnificaría. Le pondría una impronta más de “fusiones”. Yo hago la Vendimia Para Todos, y nunca podríamos “empatarlas”. Perderíamos las dos.

-Espero que no se enojen… pero… ¿A las reinas de la Vendimia no les falta un poco de estilo, de "clase"?

-“Clases”, diría…

-¿Clases de qué?

-De todo. De protocolo, de historia, de oratoria, les falta conocimiento. Les falta saber cómo manejarse en situaciones protocolares… a veces da vergüenza cuando hablan… Además hay una concepción muy tradicional de la reina, que de a poco hay que ir cambiando.

-Bueno, pero mientras no cambien los vestidos, la capa y el peinado, estamos jodidos con la modernización de las reinas…

-Sí, estamos jodidos. Yo haría con la reina de la Vendimia lo que se hace por ejemplo con Miss Venezuela. Que es una empresa de la belleza… Se trabaja mucho detrás de las chicas… el pelo, los ojos, el estilo, los dientes… porque hay un emporio detrás. Lo hacen de modo que las chicas luzcan lo mejor posible… son diamantes pulidos.

-Y aquí, las reinas andan circulando con las “chaperonas”. 

-Sí, más o menos. Yo produciría mucho y acompañaría en su formación a las reinas como mínimo durante un año.

"Los artistas mendocinos carecen de disciplina".

-¿Volverías a actuar?

-Sí, por supuesto.

-¿Qué te gustaría hacer?

-Un musical, teatro… tengo mucha facilidad para llorar y hacer reír… No busca la exposición. Si es por eso haría TV, pero ya lo hice mucho tiempo. Trabajás nueve o diez horas diarias en un set… hoy con las ocupaciones que tengo sería imposible. Sí haría teatro, o cine. Me gustan los personajes fuertes.

-¿Harías un desfile XL?

-De algún modo lo hice con “mujeres reales” en la Semana de la Moda. Tuve de todos los talles.

-¿Qué opinás de las modelos extra small y de todo ese debate?

-Yo soy un amante de la belleza. Me gusta la mujer-mujer, la mujer con curvas. Las modelos son estereotipos de la época. Lo eran cuando Goya pintó la Maja Desnuda, o la Maja Vestida… El David de Miguel Ángel también lo era… Era un ideal. Yo busco eso, un “ideal” de mujer, que tiene que tener curvas, su altura que no necesariamente debe tener 1,75 mts como piden algunos diseñadores… Lo que busco en la modelo es que te conecte, que diga algo cuando la mirás a los ojos. Busco que sus formas sean armónicas. Que sea refinada… Lo lindo de la mujer, lo maravilloso, son las curvas… Esa es mi visión… Es un atentado a la raza humana buscar mujeres sin culos, sin lolas… chatas…

-¿A tus modelos les enseñás a caminar con libros apilados en la cabeza?

-¡A veces lo hace Normita, mi mamá, que las “couchea”! (risas). Cuando las chicas están muy complicadas, Norma lo hace…

-Te lo pregunto porque a fines de los ’40 a mi madre se lo hacían en el colegio de monjas…

-¿Viste? Los que hemos ido a colegios de monjas, de curas, salíamos con los conceptos más claros… con cierto estilo… Con estilo se puede nacer… pero hacerlo es más difícil.

- ¿Se visten bien los políticos mendocinos?

-Algunos sí, y otros no…

-¿Nombres?

-¡No! (risas)

-¿Quién se viste mejor, radicales o peronistas?

-¿Qué se yo? ¡No es una cuestión de partidos!

-¿Por qué al artista mendocino le cuesta más triunfar en Buenos Aires?

-Hay una cuestión cultural, de disciplina. Los artistas mendocinos carecen de eso. Lo que veo es que si hacés un casting de lo que sea están todos apurados, todos se quieren ir, quieren que todo sea rápido. Si hay un ensayo, les cuesta muchísimo ser puntuales… si es a más de veinte kilómetros, les tenés que poner una traffic… Y en Buenos Aires, si no te arremangás y laburás y cumplís y te adaptás, no hay manera de que te vaya bien, o de que consigas trabajo.

-¿Existe el casting- sábana?

-Desde siempre, pero no sólo en esto… también en los bancos, las empresas, la medicina… hay mujeres que fueron duquesas por acostarse con tal o cual… Desde tiempos inmemoriales…























"Me escapaba para operarme"

-¿Qué define en Mendoza si alguien “existe” o no?

-Lo que hace… Te puedo hablar por mí, a mí me define mi laburo. El día que no labure, no existo más. Pero a ese nivel… mediático…

-Cuando te pregunté cómo dirías “quién” sos, dijiste el “qué”… ¿Eso define?

-En mi caso sí… pero yo soy esto… Gabriel Canci… y tengo una esencia de artista. Un artista que labura. Todo el tiempo me muevo. No me gusta quedarme. Siempre estoy buscando… enriqueciéndome…

-¿Salís a buscar modelos o tenés que pedirles que paren de llegar?

-Vienen muchos…

-¿Qué te dicen cuando les presentás una vida de trabajo y disciplina?

-En realidad les digo que lo tomen como un hobby, que sigan trabajando y estudiando… Si lo que quieren es exposición, tienen que buscarla por otro lado: arte, actuación, periodismo…estudiar canto… La vida de modelo es muy finita, muy corta… Mendoza no da para vivir como modelo. Los modelos mendocinos que triunfan lo hacen primero en Buenos Aires y después en el exterior. En Buenos Aires está complicado también porque hay crisis económica, industrial, y luego artística…

-¿Cómo te va con “Touch”?

-Muy bien… es mucho trabajo… es de muchísima calidad… el próximo número sale el dos de agosto, y cuesta mucho cubrir los costos…

-¿Qué tapa vas a hacer?

-Una gran liquidación de fin de temporada de las casas mendocinas al estilo de Lafayette en París o de Harrods en Londres… descuentos de hasta el 60 %. Voy a tener mi propio “Lafayette”.

-¿Te hiciste algo? Retoques… esas cosas… (risas)

-¡Es un mito eso! ¡Y me rompe las bolas!

-¿Te molesta la pregunta?

-No, me beneficia. Yo nací muy “caricaturesco”. Nací pelirrojo… coloradote… me movía para todos lados… Mi papá decía “¡Es un demonio!” cuando me trajeron en la canastita del sanatorio San Camilo. Nací con mucha energía… De chico me decían “muñeco”

-¿Y entonces?

-A los 18 me hice la nariz, que es muy parecida a la que tengo ahora, lo que hice fue reducirla. Era muy ancha y larga. Conservé la forma. A los pocos meses me hice los pómulos. Mi cara era muy flaquita, y un cirujano internacional me aconsejó darle cuerpo…

-¿Cómo tomabas esas decisiones, a esa edad?

-¡Me escapaba! Y llegaba operado a la noche, con anteojos negros. Mi mamá me preguntaba “¿¡Qué te hiciste!?” ¡Se armaban unos quilombos de la hostia!

-¿De dónde sacabas la guita?

-Ya trabajaba… Tenía mi fama, y muchos cirujanos me operaban porque eso les daba rédito publicitario

-¿Y qué más?

-Un toquecito en el labio superior… ¡Y nada más!

-Bueno… te hiciste nariz, pómulos, labio…

-¡Desde los 18 a los 20 años! Después no me hice nada más… si tuviera botox como dicen algunos, no tendría las arruguitas de los ojos… o de la frente… Una vez probé y no me gustó… ¡Parecía un muñeco de cera! Y dije no más botox…

-¿El mendocino es “pendeviejo”? A los 50 empiezan a usar cosas de los de 30…

-No creo que sea así. Si te algo te queda bien, no hay edad para usar lo que te guste… Yo creo en eso. Vos vas por el mundo y encontrás a señores de 60 que se ven bárbaros con chupines, moños, sacos cortos arriba de la cola… ¡Son unos viejos divinos! Y digo “viejo” con respeto. Creo en la maduración, no en la vejez…



Fotos: Marcelo Carubin. Producción: Mauricio Fernández.