Javier Espina: "Hay que tomar Penitentes y hacer un centro de montaña en serio"

 -¿Comés afuera? ¿Dónde vas?

-Voy mucho a la Arístides… busco distenderme… ver gente…

-¿Entonces no buscás un buen servicio?

-¿Por qué no? En la Arístides hay buenos…

-¿Cuál?

-Antares… William Brown… Jerome… Don Matías… Que no me mate el mundo del vino, pero me gusta mucho la cerveza artesanal.

-¿Si algún amigo porteño te pide que le recomiendes un restaurante, qué le decís? ¿Cuál es el mejor restaurante de Mendoza?

-Siete Cocinas, al menos para mí. Me parece que Pablo Del Río es  quien mejor interpretó qué necesita la gente que busca ese consumo y en esos rangos de precios. Además me encanta ir a Dantesco… hay muchos…

-¿Cuál es el mejor hotel de Mendoza en cuanto a servicios?

-El Hyatt. Por lo menos, es lo que percibo en la gente con la que hablo. A ver… cada hotel tiene su nivel de estandarización y hay que respetarlo. Intercontinental y Sheraton tienen el suyo, pero el del Hyatt es mucho más alto, porque es “Park Hyatt”, es más nivel que el cinco estrellas.

-Mendoza está cara para el turista nacional…

-No

-Sí.

-Creo que no…

-Creo que sí… a ver… los platos de mariscos de exportación están más caros en Mendoza que en la costa patagónica, que es de las más caras del mundo.

-Pero estás comparando un tema, que es la gastronomía. En Mendoza hay una compensación entre alojamiento y gastronomía. Esa relación, y la calidad, son de lo mejor en cuanto a oferta turística.

-¿Entonces pueden pagar la comida más cara del mundo?

-No… pero lo que el turista observa y compara es el ‘paquete’ de servicios que recibe.

-¿Cómo es la estrategia del nuevo vuelo a Brasil? Da la sensación que estamos todos pulseando por un turista que ya eligió la nieve… va a San Martín de Los Andes, Bariloche, La Angostura… Por supuesto Las Leñas… Fernando Barbera dijo aquí mismo que los brasileños que van a Las Leñas no la relacionan con Mendoza.

-Las Leñas ha cambiado su estrategia y se ha integrado a Mendoza, pero este vuelo es absolutamente independiente de la nieve. El primer año de gestión usamos la nieve como elemento de comunicación y después prácticamente la hemos sacado, porque en Mendoza no hay nieve o no en el modo que uno espera… para disfrutar desde el esquí al “culipatín”. El vuelo es para que el turista de Brasil venga a aprovechar el vino por el que somos reconocidos, la gastronomía, la cultura y la montaña.

-Los servicios de la montaña son pésimos. No hay dónde comer bien, dormir bien, aprovisionarse en serio… Hay mala comunicación…

-Sí…

-¿Por qué no hay inversión en la montaña, porque nadie desarrolla?

-Ese es un rol central que tiene que tener el Estado, para liderar y facilitar la inversión para el desarrollo turístico, como una política. Uno de los temas que debe resolver el gobierno que viene, por ejemplo, es la concesión de Penitentes, que está vencida. Hay que tomar la decisión política de recuperar Penitentes y construir un nuevo y verdadero centro de montaña, como existe en muchos lugares del mundo, y que tenga actividad todo el año. Mendoza debe recuperar un gran centro de montaña. Nos faltaron cuatro años…. Habíamos hablado mucho este tema con Rubén Miranda, el intendente de Las Heras, incluso con Mariana Juri… hay gente del radicalismo con la que compartimos esto. A ver… la gente quiere llegar al Aconcagua… y ese es un nicho que está cubierto.

-Ese turismo sí tiene mucho para hacer, o el de aventura…

-Sí, pero necesitamos volumen… y tener entretenimiento para las diez o doce mil personas que pueden estar alojadas, que tampoco van a ir todos juntos a la montaña, el mismo día y a la misma hora. Necesitamos volumen en la oferta turística.

-¿Y los otros circuitos?

-Los proyectos turísticos, las inversiones, son de mediano y largo plazo. Se invierte mucho dinero y el retorno es lerdo. Nadie hace grandes inversiones de manera brusca. Con mucho criterio y sin pausa, la gente de Atamisque fue agregando servicios, y ellos son la entrada de la Ruta 89. En esa ruta hay gastronomía, buen alojamiento, buen mantenimiento de la Ruta.

-¿Cómo están colaborando las bodegas con la oferta gastronómica? Me da la sensación que el turista llega a Mendoza y no sabe bien a qué bodega ir a comer…

-Hay unas 150 bodegas que tienen oferta gastronómica. 

-¿No les falta marketing?

-No creo… hay mucha información en Internet… hay cuatro o cinco circuitos de bodegas con gastronomía y volumen de cosas para hacer en Luján, Maipú, el Valle de Uco… ¿Conocés el restaurante Los Hilos? Queda a cerca del centro de Tupungato. Desde allí hasta el Manzano Histórico hay una oferta muy interesante.

-Bueno, pero si tenemos todo eso… ¿Cuándo vamos a ser una provincia turística?

-No hay un momento exacto en el que pasás de ser una provincia receptora de turismo, a una turística. Es un proceso. En algunas cosas ya somos provincia turística: conectividad, infraestructura, gastronomía, oferta…

-Pero en conciencia turística, no… todavía falta.

-Es un circuito que se va retroalimentando… pero es cierto que falta y en esto hay responsabilidades públicas y privadas… Cacheuta es un ejemplo de eso… empezamos a hacer cosas que falta cristalizar… Uspallata con Villavicencio por la ruta de Paramillos… hay aventura, un potencial impresionante…  Lavalle... Hay setenta prestadores turísticos ahí. Está bien, dan un servicio de nicho… el trabajo de la chacra, desayunar con el huevo que sacan del gallinero… hay gente que paga por ese servicio, la gastronomía del lugar y la cultura regional… El turismo internacional va a Lavalle a vivir las experiencias del campo. En unos días más vamos a lanzar el circuito oficial de Lavalle.

-Pasaron dos gobierno radicales, dos peronistas, y con Potrerillos seguimos en “veremos”.

-Es una deuda… tenemos el proyecto de una playa pública con impacto ambiental hecho, completo, la recuperación de la placita que hay cuando bajás… Rolando Baldasso lo dejó terminado. Pero bueno, siempre hay una situación de costo-oportunidad. ¿Qué hacés, una playa en Potrerillos o ponés esos millones, que son muchos, en un hospital? Igual creo que con la reapertura del hotel va a repuntar.

-¿Y entonces?

-Por ahora, es mejor que esté así, y no que sin planificación ni orden se desperdicie el espejo de agua como sucede con El Carrizal.

-¿Por qué?

-Porque finalmente, no se pudo aprovechar turísticamente.

-¿Dónde vacaciona un ministro de turismo? Por favor, no vengas con eso de que el ministro va de vacaciones a Tupungato, Lavalle… al Parque... (risas)

-Mis últimas vacaciones fueron con mi hija, en Estados Unidos. Nos fuimos nueve días. En Nueva York y en Orlando.

-¿Qué te faltó hacer en la gestión?

-Muchas cosas… Nos faltó poder educar… generar la conciencia, y también la formación concreta. Por eso recién ahora estamos arrancando con el inglés para los taxistas. Me voy con la deuda de no haber podido educar mejor para el turismo.

-¿Qué vas a hacer después del 10 de diciembre?

-Voy a seguir en política. Nos va a ir bien con el gobierno nacional…

-¿Ya te anotaste para el gobierno de Scioli?

-No… no me he anotado en ningún lado… y si no, volveré a la docencia… Ya me están llamando de un postgrado que daba y me dicen… “Che… ahora que vas a tener tiempo…” (risas)

-Supongamos que tengo cuatro millones de dólares para hacer una inversión turística… No es poca plata pero tampoco una suma gigantesca… ¿Qué me aconsejás?

-Haría desarrollo de turismo receptivo… hay muchas empresas creciendo a mucha velocidad… Invertiría en un receptivo, con mucha comercialización online… hay una gran oportunidad ahí... falta desarrollo online.

-¿Por qué?

-Dependés siempre de los grandes, como Despegar… Mendoza no tiene un canal propio de distribución online… y desarrollaría más el turismo de aventura, que va a crecer mucho en los próximos años.