La petrolera YPF, que controla más del 50% del mercado de expendio de combustibles en Argentina, anunció una reducción del 4% promedio en los precios de la nafta y el gasoil en todo el país, a partir de este jueves 1° de mayo. La medida fue comunicada oficialmente por el CEO y presidente de la compañía y se inscribe dentro de una estrategia que busca alinear la política comercial con el comportamiento de las variables económicas locales e internacionales.
Esta es la segunda baja que aplica la empresa en menos de un año. La anterior fue en octubre de 2024, en un contexto de cambios en el mercado global del petróleo y de una economía argentina en plena recalibración. En esta ocasión, la baja en los precios tiene como telón de fondo una serie de factores estructurales y coyunturales que empujaron a la empresa a ajustar nuevamente su esquema de precios.
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Un cóctel de factores que empuja los precios a la baja
Entre los elementos que YPF considera claves en la definición de su política de precios, se destacan el valor internacional del barril de Brent, el tipo de cambio, la carga impositiva y el precio de los biocombustibles.
El Brent, que funciona como referencia para el mercado argentino, mostró en los últimos meses una tendencia descendente, alejándose de los niveles récord alcanzados durante 2022 y principios de 2023. La desaceleración de la demanda global, junto a un incremento de la producción de petróleo por parte de países fuera de la OPEP y una cierta distensión en conflictos geopolíticos, han sido determinantes en este comportamiento.
Por otro lado, la evolución del tipo de cambio oficial también juega un rol importante, ya que impacta directamente en los costos logísticos e insumos importados de la industria. Lo mismo sucede con los impuestos, que representan una parte sustancial del precio final al consumidor. Cualquier modificación normativa o actualización impositiva se refleja casi automáticamente en los valores de venta.
El precio de los biocombustibles, que se mezclan con la nafta y el gasoil según proporciones reguladas por el Estado, constituye otro componente determinante. Cambios en sus precios de mercado o en la normativa vigente también afectan el costo total de los combustibles.
Desde YPF explicaron que esta reducción no responde únicamente a una lógica de mercado, sino que también busca sostener un delicado equilibrio entre la necesidad de ofrecer precios competitivos al consumidor y garantizar la viabilidad económica de la operación en un contexto aún desafiante para el sector energético.
El impacto de esta baja en la inflación, los costos logísticos y el consumo será monitoreado de cerca en las próximas semanas.
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