Nuevo esquema de subsidios para gas y electricidad

A partir de enero regirá un nuevo esquema único que reemplaza a la segmentación por niveles. Solo recibirán subsidios los hogares con ingresos menores a tres canastas básicas.

Nuevo esquema de subsidios para gas y electricidad

Por: Juan Manuel Lucero

El Gobierno nacional confirmó que desde enero de 2026 comenzará a regir un nuevo sistema de subsidios para los servicios de electricidad, gas natural y garrafas en todo el país. 

Se trata de un cambio profundo que dejará atrás la segmentación por niveles (N1, N2 y N3) y los programas vigentes -como la Tarifa Social de Gas y el Programa Hogar- para unificar toda la asistencia en un solo régimen simplificado.

Cabe destacar, en ese marco, que la tarifa eléctrica se compone de tres elementos: el costo de generación, transporte y distribución. El cambio, y la consecuente reducción de subdisios, están apuntados a la primera parte del esquema.

El esquema establece solo dos categorías: hogares que recibirán subsidios y hogares que pagarán el costo pleno de la energía. Para acceder al beneficio, las familias deberán tener ingresos inferiores a tres Canastas Básicas Totales, equivalente a $3.641.397 mensuales. También se mantendrán las exclusiones por patrimonio, como la tenencia de embarcaciones o más de un inmueble.

Los inscriptos en el RASE serán migrados automáticamente.

La Secretaría de Energía abrió una consulta pública para recibir aportes durante 15 días hábiles. Quienes ya están inscriptos en el RASE serán migrados automáticamente al nuevo sistema, aunque podrán actualizar sus datos mediante una declaración jurada.   

En el caso del gas propano y de las garrafas, los usuarios que todavía no estén registrados deberán anotarse desde enero en el sitio oficial.

El nuevo modelo contempla bonificaciones estacionales. En electricidad, los hogares beneficiados recibirán un 50% de descuento sobre un bloque de 300 kWh mensuales en invierno y verano, y de 150 kWh en los meses templados. 

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Para el gas natural, el descuento también será del 50%, aunque solo entre abril y septiembre, los meses de mayor consumo. En tanto, los usuarios de garrafas y gas propano recibirán un subsidio directo acreditado en billeteras virtuales, calculado como media garrafa por mes durante todo el año y una adicional en invierno.

La transición será gradual. En enero de 2026 habrá una bonificación extraordinaria que elevará la cobertura al 75% en electricidad y al 25% en gas, porcentaje que luego se reducirá mes a mes hasta desaparecer en diciembre. 

Los usuarios de garrafas también tendrán subsidios.

Además, desde 2026 las facturas mostrarán "un costo más real de la energía", con un precio mayorista único del gas de 3,80 dólares por millón de BTU y un valor monómico de la electricidad estimado en 75 dólares por megavatio-hora.

Según informó el Gobierno, la depuración del padrón permitió detectar más de 2,5 millones de casos irregulares, entre ellos usuarios fallecidos y hogares de barrios privados que accedían a subsidios sin cumplir los requisitos. El objetivo oficial es reducir el gasto en subsidios energéticos al 0,5% del PBI en 2026 y focalizar la ayuda en los sectores que realmente lo necesitan.

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El Ejecutivo proyecta que, con este esquema, la mayoría de los hogares de menores ingresos pagará menos de $34.000 por gas en el mes más frío y menos de $38.000 por electricidad en el pico estacional. Las zonas frías del país mantendrán beneficios diferenciales, pendientes de confirmación en el Presupuesto 2026.

La premisa del Gobierno es reducir el gasto en subsidios energéticos. En ese contexto, en 2024 los subsidios ocupaban el 0,9% del PBI, mientras que este año fue del 0,65% y se espera que en 2026 llegue al 0,5% (US$3000 millones), según el proyecto de Presupuesto presentado por el gobierno.

Finalmente, según detallaron medios porteños, el Gobierno estima que la reducción de subsidios sea acompañada por ajustes tarifarios progresivos para evitar saltos bruscos en las facturas y que no se prevean cortes eléctricos generalizados durante el verano, aunque persisten riesgos en áreas con infraestructura deficitaria.

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