El presidente de la Sociedad Rural Argentina analizó en Radio Post el impacto real de la reducción de derechos de exportación, defendió la eliminación total del impuesto y reclamó infraestructura y reglas claras para aprovechar la demanda global de alimentos.
Nicolás Pino aseguró en Radio Post que el objetivo es llegar a retenciones cero
En un contexto de definiciones económicas que vuelven a poner al agro en el centro del debate, Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), brindó una extensa entrevista al programa Vientos de campo por Radio Post (92.1 en el Gran Mendoza y San Martín, 96.9 en Luján de Cuyo y 96.7 en La Paz), donde repasó la situación actual de las retenciones, el rumbo del Gobierno y los desafíos estructurales que enfrenta el sector productivo. La charla se dio pocos días después del anuncio de una baja gradual en los derechos de exportación para cultivos clave como soja, trigo y maíz.
Pino sostuvo que, aunque la reducción impositiva genera alivio, el objetivo de fondo sigue siendo llegar a retenciones cero, un punto que el Gobierno viene señalando desde el inicio de su gestión. Reconoció que la expectativa de los productores suele chocar con la lentitud del proceso, pero remarcó que la eliminación total del impuesto depende también de la normalización de la macroeconomía. "Es un camino que se está transitando y que marca una señal clara", señaló durante la entrevista en Vientos de campo.
El titular de la Rural fue crítico con la experiencia previa de retenciones cero, que alcanzó solo a un grupo reducido de empresas. Según explicó, ese esquema no logró generar el impacto esperado en el entramado productivo. En cambio, destacó que la baja gradual aplicada hoy a los principales cultivos empieza a reflejarse en mayor actividad, con especial énfasis en el trigo, donde las condiciones climáticas y fiscales podrían derivar en una cosecha cercana a niveles récord.
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Para Pino, la relación entre presión fiscal y producción es directa. Afirmó que cuando el Estado se queda con cerca del 50% de la renta agrícola, la inversión se retrae y la competitividad se resiente. En ese sentido, valoró avances como la unificación del tipo de cambio, que redujo distorsiones históricas y permitió previsibilidad, especialmente para economías regionales y producciones dolarizadas, como la lana patagónica o la vitivinicultura mendocina.
Durante la entrevista, el dirigente también hizo referencia a la situación de Mendoza, donde la vitivinicultura, el ajo y otras actividades regionales dependen de un esquema impositivo que incentive la inversión. "Bajar impuestos es la única herramienta real que tienen los gobiernos para devolver competitividad al sector", sostuvo, al tiempo que remarcó la necesidad de no perder de vista el punto de partida para evitar retrocesos.
Pino dedicó parte de su exposición a describir la estructura federal de la Sociedad Rural Argentina, que atraviesa sus 160 años de historia con presencia en todo el país. Detalló la organización en 14 distritos, el rol de los directores regionales y el alcance de una red de delegados que, según explicó, permite representar a miles de productores más allá de los casi 4.000 socios directos de la entidad.
La educación y la formación de dirigentes agropecuarios fueron otro eje central. El presidente de la SRA destacó el trabajo del CEIDA y del ICEA, instituciones dedicadas a la capacitación, que cerrarán el año con más de mil alumnos. Además, anunció que a partir del próximo ciclo el CEIDA sumará un convenio con la Universidad Austral, en una apuesta por elevar la calidad académica. "Para nosotros, la educación no es un gasto, es una inversión", subrayó.
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Mirando al escenario internacional, Pino planteó que la Argentina enfrenta una nueva oportunidad histórica como proveedor de alimentos, proteínas y energía, en un mundo con creciente demanda. En ese marco, insistió en que el potencial productivo debe ir acompañado por decisiones políticas que generen condiciones estables, infraestructura adecuada y apertura comercial. También mencionó las dificultades logísticas, especialmente en corredores clave como el bioceánico y los pasos hacia Chile.
Finalmente, el presidente de la Rural puso el foco en la necesidad de mejorar rutas, pasos fronterizos y acuerdos sanitarios para facilitar el comercio regional, sin poner en riesgo los estándares existentes. A su entender, la competitividad no depende solo de impuestos, sino también de costos logísticos y reglas claras. "Cuando se le quita presión al sector más productivo, el campo responde con más producción", afirmó, sintetizando el mensaje que dejó en su paso por Vientos de campo.



