Un capítulo específico del proyecto de modernización laboral declara a los repartidores como "independientes". Libertad de conexión, aportes propios y seguros, entre otros, son los principales puntos de la iniciativa.
Qué establece la reforma laboral para los repartidores de apps
La reforma laboral, que el Gobierno se prepara para tratar en sesiones extraordinarias, contiene cambios que afectan también al trabajo en plataformas digitales. El proyecto de Ley de Modernización Laboral incorpora un capítulo específico que alcanza a empresas como Pedidos Ya, Rappi y Mercado Libre y redefine la relación con quienes realizan tareas de reparto y mensajería.
El eje central de la iniciativa es que los repartidores serán considerados "independientes", quedando excluidos de cualquier forma de contrato laboral tradicional.
El texto denomina este régimen como "Servicios personales de transporte, reparto y mensajería utilizando plataformas tecnológicas", una figura legal que busca impulsar el desarrollo de la economía de plataformas en el país garantizando la autonomía de quienes prestan el servicio.
En este esquema, el vínculo se establece mediante un contrato entre el usuario consumidor que solicita el envío y el repartidor que lo realiza, mientras que la plataforma cumple un rol de intermediaria digital.
Los repartidores serán considerados trabajadores independientes.
Libertad para conectarse y elegir pedidos
Uno de los pilares del proyecto es la llamada libertad de conexión. La norma establece que los repartidores podrán conectarse a una o varias aplicaciones cuando lo deseen, definir por cuenta propia sus días y horarios de trabajo, aceptar o rechazar pedidos sin obligación de justificar la decisión e interrumpir su actividad en la app sin avisar previamente. También conservarán la posibilidad de elegir cómo prestan el servicio, qué recorrido realizar y si siguen o no las rutas sugeridas por las aplicaciones.
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Al mismo tiempo, las plataformas deberán brindar la información necesaria para que cada repartidor pueda decidir si acepta un pedido, respetar la libertad de conexión, ofrecer material vinculado a la seguridad vial y facilitar el acceso a elementos de protección según el vehículo utilizado. Además, estarán obligadas a contar con sistemas digitales para recibir quejas de usuarios y a garantizar instancias de atención personalizada para explicar decisiones que afecten la operatoria de los repartidores, como bloqueos parciales o totales de cuentas.
Obligaciones, cobros y seguros
Para trabajar en las aplicaciones, los repartidores deberán ser titulares de sus cuentas, estar inscriptos ante las autoridades fiscales, cumplir con sus obligaciones impositivas y realizar de manera independiente los aportes previsionales y de seguridad social que permitan acceder a prestaciones sociales y a un seguro de salud. También deberán contar con una cuenta bancaria o billetera digital para cobrar, respetar las normas de tránsito y aceptar los términos de uso de cada plataforma.
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El proyecto reconoce algunos derechos básicos, como la posibilidad de rechazar pedidos sin justificar motivos, solicitar explicaciones formales ante bloqueos de cuenta y ejercer el derecho a réplica. También habilita la portabilidad de datos en formatos estándar y garantiza el acceso a capacitaciones, tanto operativas como en materia de seguridad vial, cuyos costos quedarán a cargo de las empresas.
En cuanto a la retribución, el ingreso del repartidor proviene del usuario consumidor a través de la plataforma. Además, la norma establece que deberán recibir el 100% de las propinas que agreguen los clientes, aunque estas sean sugeridas de manera ilustrativa por las propias aplicaciones.
Las plataformas podrán ofrecer un seguro de accidentes personales que cubra fallecimiento accidental, incapacidad total o parcial permanente, gastos médicos y farmacéuticos y costos funerarios. La contratación y el pago de estas coberturas serán definidos por acuerdo entre las partes, sin que ello implique reconocer una relación laboral o de dependencia.
El punto central de la reforma es que quienes trabajan en plataformas digitales como Pedidos Ya, Rappi o Uber pasan a ser considerados legalmente repartidores independientes, una definición que impide reclamar la existencia de un contrato laboral tradicional y consolida un nuevo esquema de trabajo dentro de la economía digital.
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