Un informe del Fondo Monetario Internacional evaluó el nivel de preparación de 174 países ante el avance de la inteligencia artificial. Argentina quedó por debajo de Chile, Brasil y Uruguay. El organismo "advierte" sobre el impacto de la IA en el mercado laboral y el riesgo de una mayor desigualdad.
Qué tan preparada está la Argentina para la Inteligencia Artificial
El avance acelerado de la inteligencia artificial (IA) plantea un desafío global, y el Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó un informe que busca medir que tan preparados están los países para enfrentar este cambio. Se trata del Índice de Preparación para la IA (AIPI, por sus siglas en inglés), que evalúa a 174 países en función de su capacidad para integrar la IA en sus economías "de forma efectiva e inclusiva".
El informe parte de una premisa contundente: la inteligencia artificial transformará de forma profunda la economía a nivel mundial, con impactos especialmente fuertes en el mercado laboral. En esta dirección, el organismo advierte que esta revolución tecnológica podría profundizar la desigualdad en los ingresos y favorecer aún más la concentración de la riqueza, en un contexto ya marcado por grandes asimetrías.
Sin embargo, también propone un escenario más optimista -casi como una advertencia a los gobiernos-, donde la IA, regulada y acompañada de políticas públicas, podría mejorar la prestación de servicios esenciales como salud, educación o justamente, acceso al crédito. En ese equilibrio, el informe traza un mapa de "responsabilidades y desafíos" donde Argentina, desde la óptica del organismo, corre por detrás de otros países de la región como Chile y Brasil.
Algunos datos sobre el informe
El documento, de libre acceso y publicado en la web del FMI, fue elaborado a partir de datos de ocho instituciones internacionales -entre ellas el Banco Mundial, la ONU, la OIT y el Foro Económico Mundial-, y combina tanto estadísticas oficiales como encuestas de percepción. A su vez, ofrece un mapa interactivo donde se puede consultar los porcentajes por país.
Desde el comienzo, el informe reconoce que medir el nivel de preparación frente a la inteligencia artificial "es un desafío", ya que los requisitos institucionales aún serían inciertos y estarían en constante evolución. Por eso, el organismo menciona que el informe no busca establecer un ranking definitivo, sino más bien "brindar una herramienta". El índice se construye a partir de cuatro dimensiones: infraestructura digital, capital humano y mercado laboral, innovación e integración económica, y regulación y ética.
Para analizar los datos, se clasifica a los países en tres grupos según su puntaje en el AIPI, una escala normalizada que va de 0 a 1 y que mide el nivel de preparación de cada país para integrar la inteligencia artificial en su economía. Cuanto más alto es el puntaje, mayor es la capacidad de un país para aprovechar las oportunidades que ofrece la IA. Las economías avanzadas registran puntajes cercanos o superiores a 0,68; las economías de mercados emergentes, alrededor de 0,46; y los países de bajos ingresos, por debajo de 0,32.
Qué dice sobre Argentina
Según el informe, Argentina obtiene un puntaje de 0,47 en el Índice de Preparación para la IA (AIPI). De esta manera, Argentina se encuentra en la categoría de economías de mercados emergentes, aunque algo por debajo del promedio regional.
Por ejemplo, Chile lidera la región con un 0,59, seguido de Uruguay y Brasil, ambos con 0,55. Otros países como Colombia (0,49) también superan a Argentina, mientras que Paraguay (0,41) y Venezuela (0,27) muestran niveles inferiores.
Este puntaje refleja que, aunque Argentina tendría "ciertas bases instaladas" para avanzar en la adopción de la IA, todavía enfrentaría importantes desafíos estructurales en infraestructura, formación técnica y marcos regulatorios que deben abordarse para "no quedar rezagada" en la transformación digital que impulsa esta nueva tecnología.
En los primeros puestos del índice aparece Estados Unidos, con un puntaje de 0,77. Le siguen la mayoría de los principales países europeos, como Alemania (0,75), Francia (0,70), España (0,65) e Italia (0,62). Entre los países no occidentales, Emiratos Árabes alcanza un 0,63, China un 0,62 y Rusia queda más atrás, con 0,54. En el otro extremo del ranking, los países africanos presentan los puntajes más bajos, por debajo de 0,30.
Otros datos
Por otro lado, en el apartado sobre Innovación e Integración Económica, uno de los cuatro pilares que conforman el Índice de Preparación para la IA (AIPI), el informe muestra una clara brecha entre países según su nivel de desarrollo: las economías avanzadas alcanzan un puntaje promedio de 0,16, mientras que las economías de mercados emergentes marcan 0,11 y los países de bajos ingresos, apenas 0,09.
En este indicador específico, se determina que Argentina tiene un puntaje de 0,09, ubicándose por debajo del promedio regional y muy lejos del grupo de punta. En comparación, Chile, Brasil, Perú y Uruguay logran un 0,12, mientras que Colombia llega a 0,10. Otros países como Ecuador y Bolivia también comparten el mismo valor que Argentina (0,09), mientras que Venezuela, con 0,07, se sitúa aún más abajo.
Este resultado refleja que el organismo considera que nuestro país enfrenta "desafíos en términos de inversión en investigación, desarrollo tecnológico e integración económica", elementos que establece como fundamentales para una adopción efectiva de la inteligencia artificial a nivel estructural.
Trabajo, productividad y brechas
Uno de los puntos más llamativos del informe es el énfasis que pone el FMI en el impacto que podría tener la inteligencia artificial en el mundo laboral: cómo transformaría el empleo, cómo afectaría la productividad y cómo su aplicación profundizaría los desafíos en la distribución de la riqueza. También advierte sobre las crecientes brechas tecnológicas, tanto entre países como dentro de ellos.
De esta manera, el documento menciona que en la actualidad, casi el 40% del empleo global está expuesto a la IA. A su vez, se aclara que en las economías avanzadas, la cifra sube al 60%, debido a la mayor proporción de trabajos cognitivos, aunque también serían las más preparadas para aprovechar sus beneficios. En los países emergentes, la exposición es del 40%, y en los de bajos ingresos, apenas del 26%.
Al mismo tiempo, el organismo señala que la IA podría profundizar la desigualdad si solo beneficia a "trabajadores calificados". Sin embargo, también plantea un posible escenario de "derrame", en el que, si gracias a la IA la productividad creciera lo suficiente, su nivel de aplicabilidad podría traducirse en "mayores ingresos para todos", siempre que haya "políticas que aseguren un reparto justo". En cuanto a las brechas tecnológicas, se advierte que los países en desarrollo podrían quedar rezagados si no aceleran su preparación.
De esta manera, y a través de un relevamiento global, el FMI "advierte" y busca influir en el rumbo a seguir, esta vez en relación con la IA y sus efectos, frente a un mundo que cada vez se familiariza más con esta tecnología. El informe, además, reúne una multiplicidad de datos y análisis que destacan no solo los riesgos, sino también las oportunidades que la inteligencia artificial ofrece para transformar economías y sociedades, siempre que las políticas públicas acompañen esa transición.
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