Mientras que en Buenos Aires la fruta toca precios récord, desde la Cámara de Cerezas de Mendoza advierten una merma productiva por el clima y mayores costos energéticos. Cómo viene la temporada.
Qué factores afectan a la cereza y elevan su precio esta temporada en Mendoza
La temporada 2025 de cerezas comenzó con un escenario inédito en los últimos años para los mercados argentinos: precios históricos y una oferta limitada que transforman al fruto en un verdadero artículo de lujo.
En góndolas del Gran Buenos Aires, el kilo de las primeras partidas provenientes de Mendoza se vendió a $45.000, mientras que en el Mercado Central de dicha provincia alcanzó los $30.000, con incrementos superiores al 350% interanual.
Ante este panorama el Post dialogó con el presidente de la Cámara de Cerezas y gerente de operaciones de Río Alara, Diego Aguilar, quien explicó que la producción provincial registrará una merma respecto al año pasado, debido a las condiciones climáticas irregulares.
"Tuvimos un invierno errático en cuanto a la acumulación de frío y algunos eventos de zonda que afectaron la cuaja, sobre todo en el oasis norte. Si bien la superficie implantada creció, este año habrá menos fruta, principalmente en las variedades tempranas", detalló Aguilar.
En ese marco, este representante del sector trajo tranquilidad y aseguró que "los precios se van a equilibrar" y que "en la provincia no se vende a ese valor".
En cuanto a la producción, la situación es dispar según las zonas productivas. Mientras que el norte provincial muestra una reducción significativa en los volúmenes, el Valle de Uco mantiene niveles similares a los de 2024, especialmente en variedades autofértiles como Lapins y Santina.
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En términos generales, Mendoza produce entre 5.000 y 7.000 toneladas anuales de cereza, aunque este año la cifra se acercará al piso de ese rango.
"De esas frutas, la mayor parte se comercializa internamente, tanto en Mendoza como en Buenos Aires. Un tercio, cerca de 2.000 toneladas, se exporta. Ese volumen exportador se ha mantenido bastante estable en los últimos años", indicó Aguilar.
Menor oferta, precios más altos
El fuerte aumento de precios no responde únicamente al incremento de costos, sino sobre todo a la escasez de fruta disponible.
"Hay muy poca fruta dando vueltas. No solo pasó en Mendoza, también en la Patagonia Norte. Menor oferta y demanda sostenida explican los precios más altos", sostuvo el referente.
En Mendoza, las primeras cerezas se vendieron a valores de entre $10.000 y $15.000 el kilo por parte de los productores, aunque Aguilar anticipó que "rápidamente bajarán a $7.000 u $8.000", y que hacia el pico de temporada podrían estabilizarse en torno a los $2.000 o $3.000.
Costos en alza y falta de financiamiento
La estructura de costos también presiona sobre la rentabilidad del sector. El aumento de la energía eléctrica, clave para el riego y la refrigeración, tuvo un impacto considerable.
"Antes la energía representaba el 4% del costo total, hoy supera el 13%. También subieron los fletes y el financiamiento sigue siendo muy caro, con tasas altísimas", explicó Aguilar.
A diferencia de otros sectores agrícolas, la cereza sigue siendo una producción intensiva en mano de obra. La cosecha continúa siendo manual y requiere cientos de trabajadores por finca.
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"Un cosechador levanta unos 200 kilos por día, y una hectárea puede dar 10.000 kilos. Es una actividad que genera mucho empleo y que, por ahora, no puede automatizarse", remarcó.
Por otro lado, la cadena de venta va desde los sectores premium a los vendedores callejeros que las ofrecen en cada esquina.
¿Un fruto exclusivo?
La cereza mendocina, apreciada por su color, tamaño y dulzura, se consolida como un producto gourmet en el mercado interno. Una fruta popular y muy consumida en Mendoza se enfrenta a una temporada con un inicio complejo.
Los analistas del sector anticipan que el ingreso de fruta desde el sur del país podría moderar los precios en las próximas semanas en Buenos Aires, aunque difícilmente regresen a los niveles de 2024.
Con una oferta ajustada, altos costos y una demanda sostenida, comer cerezas puede verse afectado de cara a esta temporada.
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