El economista propuso eliminar el impuesto al cheque y reemplazarlo por un tributo sobre la extracción de dinero físico. Milei lo acusó de "robarle" a los consumidores y reavivó la disputa con el kirchnerismo.
Un ex ministro K propuso un impuesto por sacar efectivo y Milei lo cruzó
Una polémica fiscal agitó la escena política argentina luego de que el economista Emmanuel Álvarez Agis, exviceministro de Economía durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, planteara la posibilidad de aplicar un impuesto a la extracción de efectivo.
La iniciativa, presentada en una entrevista de un medio porteño, propone eliminar el impuesto al cheque y reemplazarlo por un tributo sobre el retiro de dinero, con el objetivo de incentivar el uso de medios electrónicos y reducir la economía informal.
Según explicó Álvarez Agis, su propuesta combina un sistema de "palo y zanahoria": premiar a quienes operan de forma formal y encarecer el uso del efectivo. "Si te cuesta sacar billetes, te conviene pagar con tarjeta o transferencia; eso impulsa la formalización", señaló el actual socio fundador de la consultora PxQ en diálogo con Infobae.
El fragmento más polémico surgió cuando ejemplificó que el nuevo impuesto podría alcanzar hasta el 10% del monto retirado. "Pongo mil pesos en el cajero y salen novecientos", graficó. La frase se viralizó de inmediato en redes sociales y generó una ola de críticas desde La Libertad Avanza.
Los kukas quieren poner un impuesto al efectivo. Dios mío, córranse. Déjennos hacer el país grande otra vez. Córtenla con querer romperlo todo el tiempo. Ya está. Fracasaron. No sirven para nada pic.twitter.com/xdjF2lKkGE
— Agustín Romo (@agustinromm) November 10, 2025
Uno de los primeros en reaccionar fue el presidente Javier Milei quien llevó el enfrentamiento a otro nivel. En su cuenta de X, el presidente escribió: "KIRCHNERISTA = LADRÓN. El exviceministro de Kicillof propone robarte el 10% de lo que destinás al consumo. Nunca piensan en achicar el gasto, solo en recaudar más para decidir en qué gastar tu dinero".
El mensaje del mandatario transformó el debate técnico en un cruce político sobre el rol del Estado y los límites de la presión impositiva. Desde el Gobierno, interpretan que gravar la demanda -como el retiro de efectivo- implica una intromisión directa en la libertad individual y una forma de "castigar" el consumo.
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Frente a la ola de repercusiones, Álvarez Agis aclaró que sus dichos fueron recortados y descontextualizados. "La idea completa es eliminar el impuesto al cheque, que penaliza a los formales, y crear uno al efectivo, que encarece la informalidad. No se trata de recaudar más, sino de cambiar incentivos", explicó.
El economista sostuvo además que la propuesta busca ser neutral en términos fiscales, ya que los sectores formales verían reducida su carga impositiva, mientras que quienes operan en negro enfrentarían mayores costos para moverse fuera del sistema bancario.
A nivel internacional, recordó que varios países aplicaron modelos similares para reducir la informalidad, trasladando la presión al consumidor final. "Las políticas que funcionaron no incentivaron a las empresas, sino al usuario. Si el cliente exige factura, el comercio se formaliza", argumentó.
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