La metamorfosis de Aconcagua: de petrolera modelo a sobreviviente

Sus fundadores apenas conservaron un 7% de la empresa. El nuevo "dueño" garantizó las inversiones en Mendoza.

La metamorfosis de Aconcagua: de petrolera modelo a sobreviviente

Por: Santiago Montiveros

Aconcagua Energía fue exhibida como un caso testigo de éxito en el negocio petrolero argentino. Se trataba de una compañía "chica" que se había acomodado en un mercado dominado por gigantes con una apuesta clara: explotar yacimientos convencionales que las grandes operadoras habían dejado de lado por considerarlos poco atractivos. 

Fundada por dos ex YPF -Diego Trabucco y Javier Basso-, esa estrategia la convirtió en un "ejemplo a seguir" dentro del sector energético y la política, incluso la mendocina, se manifestó a favor de más petroleras "chicas", independientes, con vocación de invertir allí donde los "gigantes" no querían. "Por más Aconcaguas", palabras más palabras menos.

Pero esa historia empezó a resquebrajarse. El contexto económico adverso, el precio local del crudo "pisado" por YPF, sumado a la dificultad de financiar operaciones en un negocio que requiere inversiones constantes, llevó a la empresa a suspender pagos de bonos y entrar en default. La petrolera modelo se encontró, de golpe, contra las cuerdas.

Uno de los pozos de Aconcagua en la Cuenca Cuyana.

Ya en la lona y con la cuenta en "8", Aconcagua siguió el camino de tantas compañías al borde del nocaut: reestructuró los pasivos (una deuda de alrededor de 220 millones de dólares) y capitalizó la compañía con el ingreso de un socio mayoritario: Tango Energy. En menor escala, la petrolera siguió el modelo IMPSA de 2021, con la diferencia de que el nuevo "dueño" llegó desde el sector privado.

En primer lugar, la propuesta de reestructuración de pasivos de Aconcagua tuvo una aceptación casi unánime, superior al 95% de los "acreedores", generando un lógico alivio. Y, por su parte, el ingreso de Tango Energy permitió una inyección inmediata de millones de dólares para, entre otras cosas, cumplir con las inversiones comprometidas en yacimientos de Mendoza, Neuquén y Río Negro.  

Ver más: La propuesta de Aconcagua para saldar más de US$ 200 millones en deudas

La transformación de Aconcagua fue ratificada días atrás en la asamblea general de accionistas. Trabucco y Basso, que hasta hace poco tenían el 100% de la empresa, hoy son accionistas minoritarios de una petrolera recapitalizada. Pasaron de manejar un emprendimiento propio, con recursos limitados pero control absoluto, a tener apenas el 7% de la compañía (el 93% es controlado por Tango Energy, de Pablo Iuliano, ex CEO de YPF).

Tras la capitalización de Aconcagua, Cornejo recibió este miércoles al nuevo CEO, Pablo Iuliano.

De todos modos, en palabras de un referente petrolero de Mendoza, al "final del día" podría tratarse de un buen negocio: "Eran dueños de 'nada' y ahora son los dueños de un 7% de una compañía con socios grandes".

Aconcagua, en números

Aconcagua Energía tiene 13 concesiones petroleras, distribuidas entre las cuencas Neuquina (Neuquén, Río Negro y Mendoza Sur) y Cuyana (Mendoza Norte). 

Los últimos datos disponibles, de junio, indican que la petrolera registra una producción diaria de 1.213 metros cúbicos, de los cuales el 87% corresponden a la Cuenca Neuquina y 13% a la Cuenca Cuyana.

En Mendoza, las áreas operadas por Aconcagua son Chañares Herrados, Confluencia Sur, Puesto Pozo Cercado Oriental, Atuel Norte y Payún Oeste, esta última con potencial de no convencional pero actualmente sin producción, produciendo 261 m3/día en la provincia, lo que representa 3,11% de la producción diaria de Mendoza (8.382 m3/día)

Esta nota habla de: