La ofensiva militar impulsada por Donald Trump reavivó temores por una escalada bélica en Medio Oriente, suba del petróleo y mayor presión sobre la inflación global.
¿Cómo reaccionarán los mercados tras el ataque de EE.UU. a Irán?
Los mercados financieros internacionales se preparan para una jornada volátil este lunes, luego del ataque militar de Estados Unidos contra instalaciones nucleares en Irán. La medida, ordenada por el presidente Donald Trump, generó inquietud entre los inversores, quienes anticipan una liquidación masiva de activos de riesgo, presión inflacionaria y suba en los precios del petróleo.
En un mensaje televisado, Trump calificó la ofensiva como un "éxito militar espectacular" y advirtió que podrían ejecutarse nuevos ataques si Irán no acepta negociar la paz. Como respuesta, Teherán intensificó sus bombardeos sobre Israel y advirtió sobre "consecuencias duraderas", lo que profundizó los temores en los mercados financieros globales.
"Es difícil imaginar que las acciones no reaccionen negativamente", señaló Steve Sosnick, estratega jefe de Interactive Brokers a la agencia de noticias Reuters. La magnitud del impacto, aclaró, dependerá de la respuesta iraní y de cuánto suba el precio del crudo. Desde el inicio del conflicto entre Irán e Israel, el barril de petróleo ya ha experimentado alzas significativas.
A pesar de que hasta ahora la renta variable se mostró relativamente estable, los analistas advierten que un aumento prolongado del precio del petróleo podría frenar las expectativas de recortes en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal de EE.UU.
El miércoles pasado, la Fed - Sistema de la Reserva Federal, que es el Banco Central de los Estados Unidos -se mantuvo estable aunque proyectó una baja gradual para el resto del año, siempre que la inflación se mantenga bajo control.
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"El conflicto podría modificar los tiempos de la Fed, si la energía vuelve a presionar sobre los precios", sostuvo Sonu Varghese, estratega de Carson Group. En tanto, los analistas también advierten que la situación geopolítica podría afectar la confianza del consumidor, ya golpeado por el temor a una recesión y los efectos de los aranceles.
El índice S&P 500 se encuentra un 2,7 % por debajo de su máximo de cierre en febrero, luego de una fuerte recuperación desde la baja registrada en abril. Sin embargo, la expectativa de nuevas turbulencias podría limitar el impulso. Al mismo tiempo, se espera que los inversores busquen refugio en activos seguros como el dólar y los bonos del Tesoro.
De cara a la semana, también habrá atención sobre nuevos indicadores económicos en Estados Unidos: el lunes se conocerán datos de actividad empresarial y ventas de viviendas, el martes se publicará la confianza del consumidor, y el viernes se difundirá el índice de precios PCE, clave para medir la inflación.
Pese a la tensión, algunos analistas se muestran optimistas. "Creo que será positivo para los mercados, porque los inversores estaban preparados para semanas de incertidumbre. Esto muestra una acción decisiva", opinó Mark Malek, director de inversiones de Siebert Financial.
Por ahora, el escenario global se mantiene en vilo ante una posible escalada mayor. La tensión en Medio Oriente, la política monetaria estadounidense y el precio del petróleo se perfilan como los tres factores claves que definirán el rumbo de los mercados en los próximos días.
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