Según detallaron los vecinos, son 15 familias en esta situación. Piden préstamos para que no se les caigan los préstamos del programa. Desde el IPV aseguraron que no han recibido reclamos colectivos y solo alguna presentación individual.
"Ganaron" un programa del IPV, la plata se devaluó y no terminaron sus casas
El programa Construyo Mi Casa, del Instituto Provincial de la Vivienda (IPV), nació con el objetivo de facilitar el acceso a la vivienda propia. Sin embargo, para un grupo de familias mendocinas la ilusión de levantar su casa se transformó en un camino lleno de obstáculos, marcado por la inflación, la devaluación y el encarecimiento del mercado de la construcción.
Los testimonios de tres familias reflejan la misma realidad: el dinero de los préstamos, otorgado con meses de demora (algo que es habitual en estos programas), terminó licuado frente al aumento del costo del metro cuadrado, lo que obligó a muchos a recurrir a créditos personales, tarjetas de crédito y hasta ventas de bienes para poder avanzar en las obras.
Paula: obra al 80% y dos créditos en simultáneo
Paula firmó su contrato en febrero de 2022 bajo la Resolución 840/2021. El préstamo obtenido en aquel momento equivalía a poco más de 23.000 dólares al momento de la adjudicación.
Pero la inflación hizo estragos. Los desembolsos los recibió meses después y entre octubre de 2023 y diciembre de 2024, el valor del metro cuadrado de construcción pasó de $350.550 a $1.026.449, un incremento del 192,8%, según datos del Consejo de Ingenieros y Geólogos de Mendoza.
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"En total recibimos unos $54 millones, pero con eso apenas llegamos al 80% de la obra, 50% hecho con lo del IPV. Para poder avanzar tuvimos que sacar créditos personales en el Banco Nación y con eso hicimos el otro 30%. Hoy tenemos la casa paralizada y estamos pagando más de $2 millones mensuales entre la cuota del IPV y los préstamos bancarios", relató Paula, cuya familia pide una línea de crédito complementaria para poder terminar.
En ese marco, la entrevistada subrayó que en el artículo 42° del contrato firmado, el propio IPV detalla que ante "situaciones no previstas, el IPV deberá: resolver equitativamente las situaciones no previstas en este contrato adoptar otras medidas que resulten necesarias a los intereses de los ahorristas o del conjunto de los ahorristas".
Gustavo: del sueño a la vía judicial
Otro de los adjudicatarios, Gustavo, firmó en agosto de 2023. El crédito inicial equivalía a unos 70.000 dólares, pero la demora en los desembolsos lo sorprendió con la devaluación de diciembre de ese año. Para enero de 2024, el dinero alcanzaba apenas para cubrir un tercio de la superficie pactada.
"El primer desembolso me lo dieron después de la devaluación, y lo que valía 140 metros cuadrados pasó a cubrir menos de 50. Empecé a endeudarme para cumplir con los avances que exige el IPV y poder recibir los siguientes pagos. Era un círculo vicioso: deuda para certificar, certificación para recibir fondos, y otra vez deuda porque no alcanzaba", explicó.
Pese a reuniones con directivos del IPV, las promesas de soluciones se desvanecieron. "Me dijeron que iba a haber un desembolso adicional, pero a los tres días dieron marcha atrás. Mi deuda pasó de $38 millones a $130 millones en menos de un año, mientras el monto del crédito nunca se actualizó. Ahora iniciamos acciones judiciales", detalló.
Bianca y Eduardo: vivir en una casa sin terminar
El caso de Bianca y Eduardo ilustra el peso de las demoras administrativas. La pareja firmó en agosto de 2023, pero recién recibió el primer desembolso en enero de 2024. Para entonces, el hierro y el cemento habían duplicado sus valores.
"El primer desembolso fue de $6 millones, pero sólo el hierro consumió ese monto. Ellos sabían que no alcanzaba, porque en sus propias planillas de valores figuraban costos tres veces más altos. Nos empujaron a endeudarnos o abandonar la obra", relató Bianca.
Hoy la pareja paga una cuota mensual de más de $800.000, además de haber vendido bienes y recurrido a préstamos particulares. "Tuvimos que mudarnos a la casa sin calefacción ni agua caliente en pleno invierno. Sentimos que el contrato fue abusivo: estamos devolviendo tres veces lo que nos prestaron y ni siquiera alcanzamos a terminar la vivienda", denunció.
El mercado de la construcción, un factor determinante
El Colegio de Arquitectos de Mendoza muestra con claridad el desfasaje. El valor del metro cuadrado pasó de $173.286 en enero de 2023 a $1.160.407 en junio de 2025, lo que representa un incremento de casi el 570% en dos años y medio.
Este salto, sumado a la entrega escalonada de los fondos y la indexación limitada de los desembolsos, dejó a las familias atrapadas en un escenario de deuda sobre deuda.
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La respuesta del IPV
Consultados por el Post, desde el Instituto Provincial de la Vivienda aseguraron que no existe un reclamo grupal formal. "Se han presentado reclamos individuales, a los cuales ya se les dio respuesta. No tenemos registro de un planteo colectivo", señalaron fuentes del organismo.
"No ha habido reuniones tampoco, no estamos al tanto de esta situación", advirtieron. Sin embargo, las familias dicen que han solicitado audiencias y reuniones, sin respuestas por el momento.
Mientras tanto, las familias continúan pagando cuotas por casas que en muchos casos siguen inconclusas. Entre expedientes, reclamos administrativos y el inicio de demandas judiciales, buscan que se reconozca la magnitud del desfasaje que las empujó a un endeudamiento difícil de afrontar.
El sueño de la casa propia, para muchos, quedó enredado en medio de una espiral de deuda y una economía que no les alcanza a brindar soluciones.
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