El empresario español que Fecovita demoniza rompió el silencio: "Nos estafaron"

Juan José Retamero habló públicamente por primera vez desde que estalló el conflicto millonario con Fecovita. Apuntó contra la mesa directiva y los acusó de "manipular" a los productores. Sus diálogos con Vargas Arizu y las otras inversiones que planea en Mendoza, incluso en Vaca Muerta.

El empresario español que Fecovita demoniza rompió el silencio: "Nos estafaron"

Por:Santiago Montiveros
Director periodístico

Juan José Retamero, el empresario español que encabeza una batalla judicial contra una de las principales cooperativas vitivinícolas del mundo, habló por primera vez con un medio de comunicación, y lo hizo sin rodeos. "Fecovita no nos estafó; nos estafaron sus directivos", soltó, casi de arranque, en una entrevista con el Post en Mendoza, adonde arribó esta semana.

El propietario de Iberte y del Grupo Aisa dio prácticamente por descartado un eventual acuerdo con los actuales y ex directivos de Fecovita que están imputados por balances falsos y estafas (Rubén Panella, Juan Rodríguez, Eduardo Sancho y Jorge Irañeta, entre otros), y calculó que ante un fallo desfavorable, la cooperativa entraría en quiebra al no poder pagar -según él- una eventual deuda de 90 millones de dólares. De todos modos, insistió en que los productores tendrían el plazo que sea necesario y que todo será reinvertido en Mendoza.

A su vez, contó que ha mantenido contacto con el ministro de Producción, Rodolfo Vargas Arizu, quien a su vez ha participado de reuniones con los directivos de Fecovita. "Al ministro le gustaría que se resuelva, pero sabe que es difícil", explicó Retamero.

Por otra parte, en cuanto a las inversiones del Grupo Aisa, que recientemente fue incluido en el RIGI por una inversión de U$S 1.000 millones en la mina Gualcamayo de San Juan -donde además tiene proyectos fotovoltaicos-, Retamero se refirió a los planes en Mendoza y dijo que están analizando invertir en el sector mendocino de Vaca Muerta.

Juan José Retamero.

-Es la primera vez que habla con un medio de comunicación. ¿Por qué ahora?

-Para mí estar aquí y poder hablar con ustedes es una forma de reconocimiento y agradecimiento por su trabajo. Creo que en el último año el sector periodístico ha dado un paso adelante, ha estudiado la documentación y yo tenía que estar a la altura.

-¿Cómo surge el vínculo con Fecovita?

-Llegamos a Fecovita por la necesidad de contar con un producto estable en cantidad para poder cumplir contratos que teníamos en el exterior: esa era la premisa. Pero aterrizamos en Mendoza mucho antes, en 2015. Ese año firmamos el primer contrato con Fecovita, que luego nos dijeron que no podían cumplir el contrato por el aumento de precios. Dos años después, volvimos a firmar con Fecovita, pero a la inversa: necesitaban importar entre 20 y 25 millones de litros. Era un momento crítico: 2016-2017, cuando se importaba vino de Chile. Firmamos un acuerdo protocolizado y apostillado en España para suministrarles ese volumen. Se hicieron preparativos: etiquetas, tetras, logística, embotelladoras... Pero luego se presentaron en mi casa. Vinieron (Eduardo) Sancho, (Rubén) Panella, y (Juan) Rodríguez con sus esposas, comieron en casa, incluso uno de ellos hizo el asado. Y me comunicaron que, por razones políticas y económicas, no podían seguir adelante con el contrato. Sin embargo, luego terminaron importando vino de Chile. El abogado que redactó ese contrato, Urrutigoity, terminó denunciándonos a nosotros por no haber demandado a Fecovita por daños y perjuicios.

-Con esos antecedentes de incumplimientos, ¿por qué volvieron a confiar en Fecovita?

-Nosotros teníamos contratos en el exterior para suministrar vino argentino. Hasta 2020 funcionamos bien con (Bodega) Galán, pero en 2020 alegó el covid para dejar de cumplir, a pesar de que la industria alimentaria no estaba restringida. Ellos firmaron un reconocimiento de deuda por 8 millones de litros. Entonces pasamos a trabajar con Jugos Australes. Al principio fue positivo, con contratos por 30.000 toneladas de mosto, ampliado a 90.000. Adelantamos grandes sumas porque necesitaban financiar la vendimia, pero fue un error. Ahora hay una sentencia a nuestro favor por 14 millones de dólares. Marcelo Bocardo (Jugos Australes) tiene causas penales, embargos y restricción para salir del país. En el camino trabajamos con unas 40 bodegas. Con la gran mayoría tuvimos una relación excelente. Pero necesitábamos proveedores que pudieran abastecernos con 20 ó 30 contenedores semanales. Y eso requiere una estructura como la de Fecovita. Y pese a los incumplimientos anteriores, siempre mantuvimos una relación cordial. Aunque no hacíamos negocios, hablábamos sobre el sector. 

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-¿Por qué armaron directamente una nueva empresa?

-Ellos decían que les complicábamos el mercado porque pujábamos por los mismos volúmenes. Entonces, me propusieron un acuerdo: "Confiá en nosotros, te vamos a abastecer". Pero yo no me fiaba. Entonces propusieron formar una sociedad: EVISA. Según ellos, podía ser el despegue del vino argentino a granel. El acuerdo era que pagaríamos precio de mercado, no especulábamos. Argentina es el quinto productor mundial de vino y mosto, y Fecovita es la mayor cooperativa del mundo en este rubro. Lamentablemente, no nos dimos cuenta de la estafa hasta que aparecieron las actas de sindicatura y del consejo en la Fiscalía de Delitos Económicos. No fue Fecovita quien nos estafó: fueron sus autoridades, usando un ardid fraudulento. A los cooperativistas les dijeron una cosa; a nosotros nos hicieron firmar otra.

-¿Cuál era el acuerdo real?

-Nosotros teníamos que capitalizar con 31,7 millones de dólares. Fecovita se comprometía a entregar Resero, a aportar 2,5 millones de litros mensuales para exportación en consignación, y nos daban un derecho irrevocable de venta de nuestras acciones. Nunca cumplieron. No entregaron los vinos, no aportaron Resero y nunca ejecutaron la escritura traslativa. Ejercimos el derecho de venta de acciones y ya acumulan más de 30 cuotas impagas. 

-Hay un trasfondo cultural en Argentina de desconfianza hacia el extranjero. Y entre los cooperativistas de Fecovita usted aparece como "el español que se quiere quedar con Fecovita". ¿Cómo le afecta eso?

-Es una total manipulación. Los directivos de Fecovita están imputados por balances falsos de 2021, 2022 y 2023, además de estafa. Las imputaciones están confirmadas por la jueza de garantías y por una cámara. Poco crédito tienen. Están usando el mismo método de engaño que usaron para obtener la aprobación de los cooperativistas. Y no comparto la idea de que Argentina condene al inversor extranjero. Gobernadores de varias provincias nos invitan a invertir. Veo un país con potencial. En el sector vitivinícola, trabajamos con más de 40 empresas, y todas ellas querrían que sigamos comprando.

Retamero podría comprar una petrolera que invierta en el lado mendocino de Vaca Muerta.

-Pero concretamente en caso de una sentencia desfavorable para Fecovita, ¿qué va a pasar con los 5.000 productores que la integran?

-Si se confirman los pasivos ocultos, podría haber una quiebra. Hablamos de 90 millones de dólares ocultos: 30 por revalúos ficticios, 20 por vinos y mosto no contabilizados a valor real, 40 por la opción irrevocable de venta. La ley cooperativa exige cubrir los quebrantos al año siguiente. Y Fecovita no podría. Pero nosotros hemos donado las sentencias a nuestro favor: la de Fraccionadora San Juan, la de Galán, la de Jugos Australes. Si ganamos contra Fecovita, les daremos el plazo que sea necesario y también donaremos eso.

-¿Cómo?

-El dinero se invertirá en proyectos en Mendoza, como uno fotovoltaico. El capital y los rendimientos serán volcados en acciones sociales. Queremos hacer un bien real. Queremos que los cooperativistas no sufran más.

-¿Tuvieron contacto con el gobierno de Mendoza? ¿Con Cornejo o algún ministro?

-Con el ministro de Producción sí (Rodolfo Vargas Arizu). Nos recibe en el Ministerio, conversamos periódicamente. También con la Dirección General de Cooperativas. Pero no es justo pedirles que intervengan. Eso le corresponde al Poder Judicial.

-¿El ministro les planteó alguna posibilidad de acuerdo? ¿Es una especie de árbitro con Fecovita?

-Al ministro le gustaría que se resuelva, pero sabe que es difícil. Nosotros ya renunciamos al cobro. Lo que se cobre se invertirá. Por lo tango, no hay posibilidad de acuerdo. Los directivos de Fecovita terminaron aceptando una auditoría contable, pero no una integral. Eso dilata todo. Nosotros ya tenemos nuestros contratos auditados por estudios de primer nivel en Argentina. Sabemos cuáles son nuestros derechos y nuestras obligaciones. Y están cumplidas.

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-Más allá de Iberte y el vino, su grupo, AISA, ha invertido en rubros muy diversos en Argentina. ¿Qué planes tiene a futuro?

-Estoy muy orgulloso. Es curioso: desde que firmamos con Fecovita el 13 de octubre de 2022 (el contrato de disolución de EVISA), nos liberamos. En dos años compramos una mina, una pesquera, un proyecto fotovoltaico y un predio inmobiliario en San Juan donde construiremos 170 viviendas, un hotel, un centro comercial y un hub minero. En la mina tenemos certificadas 5 millones de onzas de recursos y 3 millones de reservas probadas. Todo propiedad de una familia. Sin deuda. Sin accionistas a quienes rendir cuentas. Todo lo que generamos se reinvierte en Argentina. Fuimos una de las primeras empresas en ingresar al RIGI. Y aunque el cambio de gobierno ayuda, estas decisiones ya estaban encaminadas.

-¿Sus inversiones en Mendoza dependen de la suerte judicial de la causa contra Fecovita? ¿O ya mismo tiene algo en mente?

-Nosotros no tenemos ninguna limitación para invertir donde corresponda. Consideramos que Mendoza es una provincia como cualquier otra en ese sentido. De hecho, actualmente estamos evaluando la adquisición de una empresa o el desarrollo de un proyecto en Vaca Muerta, y no vemos ningún obstáculo para avanzar. Lo que sí hemos decidido cancelar son las obligaciones vinculadas al suministro de vino de origen argentino, porque la experiencia fue realmente negativa. Ya no tenía sentido seguir insistiendo. Hoy no tenemos la necesidad de comprar vino o mosto en Argentina, pero seguimos completamente abiertos a invertir. Lo único que requerimos, como cualquier empresa en cualquier lugar del mundo, es un marco de seguridad jurídica y económica.

-¿Lo de Vaca Muerta sería en el lado mendocino? ¿Planean comprar una empresa operadora o de servicios?

-Estamos evaluando tres empresas en este momento, tanto del lado neuquino como del lado mendocino. Son empresas que operan áreas directamente.

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