El mendocino que instaló Bitcoin como moneda de curso legal en El Salvador

"El fenómeno de Bitcoin es para los bancos lo que Uber ha sido para los taxis", asegura el argentino Luis Canessa.

El mendocino que instaló Bitcoin como moneda de curso legal en El Salvador

 La adopción, por primera vez en todo el mundo, de Bitcoin como moneda de curso legal en un país, llevada a cabo en El Salvador, fue el acontecimiento cripto-institucional más importante de 2021 y de la historia de la criptomoneda.

Detrás de esa aventura sin precedentes estuvo a cargo como manager, Luis Canessa, un mendocino, analista en sistemas, que hace más de 25 años dejó Argentina y partió a los Estados Unidos, donde trabaja para Athena Bitcoin.

Para @LuisJCanessa la experiencia de El Salvador es reveladora. En diálogo con Mendoza Post destacó que Bitcoin llevó al país centroamericano inclusión financiera donde no la había, reducción de costos y seguridad personal para los usuarios, una moneda antiinflacionaria y el horizonte de construir la independencia monetaria de esa nación.

¿Cuándo te aparece la posibilidad de ser parte del proyecto de Bitcoin en El Salvador?

Yo trabajaba en American Corp, empresas como Nortel, Motorola, Airbus, y también trabajaba en temas de smart city y me había puesto a investigar el tema cripto como una manera de invertir en mi futura jubilación. Entonces, me llama la gente de Athena, porque yo ya tenía experiencia en vender proyectos a gobiernos y me proponen ayudarlos a hacer la oferta al gobierno de El Salvador para ganar el proyecto. Lo ganamos y me quedé como manager de esa operación hasta hace muy poco tiempo, ya que ahora está en manos de la gente local.

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Luis Canessa.

¿Qué trabajo había que hacer ahí? Porque Bitcoin está montado y se accede fácilmente a través de internet.

Básicamente todo, los sistemas informáticos, el call center, los cajeros automáticos que había que traerlos de Estados Unidos e instalarlos, la billetera electrónica (wallet), la aplicación, las soluciones para las empresas privadas, hacer entrenamientos y capacitaciones, coordinación, la logística, conseguir las oficinas. Partimos desde cero.

¿Había algún antecedente para referenciarse?

Con la billetera electrónica sí, porque se basó en desarrollos anteriores de la empresa que yo represento, la que ya tiene una red de cajeros Bitcoin en los Estados Unidos, y además ya habían instalado el primer cajero de bitcoin en Bitcoin Beach, en la playa de El Zonte, en El Salvador. Pero antecedentes de cómo armarlo con un gobierno no había, no teníamos nada, era todo nuevo.

¿Qué es Bitcoin Beach?

Una hermosa historia. Hace unos tres años, en la playa de El Zonte, un turista estadounidense decidió empezar a pagar con bitcoins sus consumos, ya que la mayoría de los negocios de este apartado balneario no tenían ni cuentas bancarias, ni cajeros automáticos, ni recibían tarjetas de crédito. Este surfista fue convenciendo a los más jóvenes que comenzaron a usarlo. Al poco tiempo se instaló allí un cajero de bitcoins y entonces el uso de la criptomoneda se generalizó, resultando un éxito. De allí se transformó Bitcoin Beach en una playa icónica de bitcoin a nivel mundial.

¿Cuánto tardaron en poner en marcha todo el sistema para operar con Bitcoin desde la aplicación del gobierno?

En 40 días se montó todo y se lanzó.

¿Y cuantas billeteras electrónicas abrieron?

Se instalaron 4 millones

¿Cuántos habitantes hay en El Salvador?

Hay 6 millones 400 mil habitantes

¿Toda la ciudadanía está usando Bitcoin?

No, no, porque no todo el mundo lo entiende.

¿Cuántos están usando el sistema?

Aproximadamente un 20% del total de billeteras que se descargaron.

No es poco para una primera experiencia.

No para nada, porque hay que entender que no todo el mundo necesita bitcoin porque en este país no hay una moneda débil. El Salvador hace más de 20 años que tiene como moneda de curso legal al dólar estadounidense y ahora tiene también a bitcoin como otra moneda más, por lo cual, tiene las dos mejores monedas que hay en el mundo. Por lo que, tanto el señor que es jardinero como el ingeniero, cobran su salario en dólares.

¿Y quién terminó entonces usando o recibiendo bitcoin? ¿De algún segmento social en particular?

De todos lados. Hay gente que no tenía una buena inclusión financiera, manejaba dinero en efectivo, lo cual era un problema porque hasta hace poco tiempo porque en El Salvador tenían el drama de las maras, que son pandillas juveniles que controlaban el delito a fuerza de asesinatos y la gente que manejaba dinero en efectivo se veía sometida a robos o chantajes por parte de ellos.

Bitcoin vino a solucionar ese problema ya que se puede transferir muy fácilmente, lo que se vio favorecido por una fuerte política criminal que ya venía aplicando contra las maras el presidente Nayib Bukele.

El dólar es una moneda muy estable. ¿Qué solución le daría Bitcoin a El Salvador que ya no le estuviera dando el dólar?

La independencia de los Estados Unidos, del Fondo Monetario Internacional y del sistema bancario tradicional. El presidente Bukele piensa que de esta forma va a llevar a su país a otro nivel, como país no dependiente de nada, libre de tomar sus decisiones y eso es lo que busca, con una tremenda aceptación de toda la población.

¿Por tener el dólar como moneda ellos son parte de Estados Unidos?

No, no, pero dependen, en el sentido de que, si Estados Unidos tiene inflación, como pasó el año pasado, y el dólar se devalúa, a ellos también los afecta directamente.

Insisto ¿En la actividad económica, en la vida diaria, que les aportó bitcoin a los salvadoreños que ya no les resolviera el dólar?

La inclusión financiera sin intermediarios, lo que significó una opción importantísima para recibir las remesas que muchas familias mandan desde Estados Unidos, y que son uno de los principales ingresos de divisas al país.

Los salvadoreños que trabajan en Estados Unidos envían a sus parientes de El Salvador un promedio de 20 millones de dólares por día, esto es, unos 7.300 millones de dólares al año. Hasta ahora, tenían que mandar esos dólares a través de empresas intermediarias que cumplían con el servicio de transferencia y cobraban una comisión sobre las remesas. Ahora, los salvadoreños pueden enviarlas a través de la aplicación, que se llama Chivo, o del cajero Bitcoin, y quienes lo reciben, extraer dólares de los mismos cajeros instalados en El Salvador, sin necesidad de intermediarios u operan desde sus billeteras electrónicas.

Por otra parte, hay inversores, empresas y gente que hace turismo que usa bitcoin y el Gobierno de El Salvador los quiere captar.

¿Por qué se llama Chivo la app y la billetera?

Porque además de referirse al animalito, la palabra también se usa como sinónimo de diversión o de divertido, de simpático y en ese sentido es que se ha utilizado.

¿No tenían en El Salvador la misma inclusión financiera antes de BTC?

No, ni cerca.

¿Al país le hubiese costado más completar esa inclusión financiera con los bancos?

¡Sí, claro! Además, es una inclusión financiera diferente a la que se espera, porque ya hay un sector de la población, especialmente joven, que no quiere una cuenta de banco. Al contrario, bajan una aplicación, que sería como lo que en Argentina es Mercado Pago, y quieren que les depositen en la app. Al fin y al cabo: ¿Qué es hoy una cuenta de banco? Yo prefiero una aplicación, en la que además de tener dinero, pueda a través de ella comprar acciones, bonos, acceder a préstamos, hacer pagos, y todo eso se puede hacer con una app que no está en un banco.

¿Y son la mayoría?

Es una tendencia muy fuerte. Hay que tener en cuenta que tenemos tres niveles. Los bancarizados, los no bancarizados y los que están en contra de estar bancarizados. Y para la gente que está en contra de los bancos, bitcoin es una salida porque su postura es que están en contra de las monedas tradicionales tal como hoy las conocemos, es decir, en contra de ser obligados a usar billetes emitidos por un Estado, dinero que consideran que no tiene respaldo.

Es una tendencia que estamos viendo, en la que el fenómeno de Bitcoin es para los bancos y el dinero lo que Uber ha sido para los taxis. Como ocurre con los servicios de Uber o sus similares, Bitcoin es una herramienta diferente, es más funcional, más moderna y la gente la adopta. Creo que esta comparación es una manera sencilla de explicarlo.

En Argentina está muy extendido el uso de Mercado Pago, de Modo que es la app de los bancos, del home banking, la tarjeta de débito y de crédito. Casi no hay gente que no la tenga. ¿En El Salvador no es así?

No, no era así antes de Bitcoin. Allá estaba la plata en la mano y nada más. Es muy diferente a la realidad en Argentina. Por lo que, cuando Bitcoin fue de curso legal, hizo crecer la economía formal de El Salvador, el comercio y las inversiones.

¿Se adaptaron el comercio y las empresas al consumo con bitcoins?

Sí, totalmente. Hay gente joven que vino a hacer turismo a El Salvador y han estado meses de vacaciones solo usando BTC sin necesitar un solo dólar.

¿Se recibe en cualquier parte?

Sí, se recibe en los supermercados más grandes, la cadena Wall Mart lo recibe, las líneas aéreas, el comercio en general lo acepta. Muchas, usan la pasarela de pago del gobierno, pero también existen empresas privadas que dan servicios adicionales a los que da el gobierno y complementan esa prestación.

Por qué hacen falta cajeros de bitcoin si todo se puede hacer con una app y electrónicamente.

Para depositar bitcoin y poder extraer dólares o depositar dólares y ya quedar convertido a bitcoins.

¿La cantidad de BTC que adquirió El Salvador es suficiente para operar como circulante?

Sí, sí, aparte, como es una billetera bi-moneda, la mayoría de la gente puede tener cualquiera de las dos. Hoy en día, como está el precio de BTC, la gente tiene más dólares que bitcoins.

¿No hay una gran polémica porque el gobierno compró caro y el precio de bitcoin cayó?

Hay un ruido pero no es tan fuerte, la aceptación del presidente Bukele es muy alta y tampoco ha puesto en peligro la economía del país. No hay tantos BTC, solo compraron unos 2.300 bitcoins.

¿Podría aplicarse el mismo sistema en Argentina?

No sé si el mismo, pero sí sería bueno estar abiertos a estas nuevas tecnologías, poder recibir pagos en criptos y mover criptomonedas para hacer operaciones.

Dijo en algún momento que a Mendoza le vendría muy bien

Sería muy bueno para el turismo de Mendoza porque además del turismo local que ya recibe la provincia, hay un turismo que viene de afuera de la Argentina y trae divisas. Recordemos que Mendoza tiene la movida del Aconcagua, del esquí, la Fiesta de la Vendimia, el vino y se podría habilitar que la gente que viene de afuera pueda pagar con criptomonedas. ¿Cuántos van a pagar con cripto? Es un porcentaje muy pequeño, quizá de un solo dígito, pero se abre una puerta, se pone una frescura en el ambiente, se capta a los nómadas digitales, estos muchachos que trabajan y viajan por el mundo y cobran en criptomonedas.

¿La blockchain es el futuro?

Es algo que llegó para quedarse. Es un libro maestro inviolable y traceable en la mayoría de los casos y se puede saber todo lo que pasó. Ahora. ¿Cómo hacemos para que las Fortune 500, que son las compañías más importantes del planeta, adopten estas tecnologías? Ellos quieren entrar, pero no confían en proyectos emergentes y esta tecnología tiene apenas 12 años.

¿Qué permite la blockchain?

Permite evitar a los intermediarios y actuar con reglas claras. Ejemplo, cuando uno compra un paquete turístico para ir a un país se disparan una serie de micropagos a un montón de gente que hoy en día pasan por manos, manos y manos, y comisiones, comisiones y comisiones. En cambio, de esta manera, el señor que estaría esperando con el cartelito en el aeropuerto recibiría el pago de forma directa, porque hay un contrato inteligente bien armado que va a generar una economía diferente, eliminando o mejorando a las cadenas de intermediarios para que sea más limpia.

Lo que pasa, es que esto genera que el dinero que está en el sector bancario salga Fe ese sector y se mueva.

¿Crees que el sistema bancario y el Estado se van a adaptar a las monedas digitales?

Sí, indudablemente sí. No va a ser de inmediato, pero es una tecnología que ha llegado para quedarse.