La economía argentina da señales de vida: sectores que crecen y sectores en crisis

La economía argentina empieza a moverse tras un año de ajuste y recesión. Algunos sectores muestran cifras alentadoras, mientras otros siguen estancados. ¿Es el inicio de una recuperación real o apenas un respiro?

La economía argentina da señales de vida: sectores que crecen y sectores en crisis

Por: Mendoza Post / Economía

Después de un 2024 golpeado por la recesión y el ajuste, los primeros datos del año traen un poco de alivio: la economía argentina muestra señales claras de crecimiento. Según el último informe del INDEC, en febrero de 2025 el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) registró una suba de 0,8% respecto de enero, en la medición desestacionalizada, y un incremento interanual del 5,7%.

La pregunta inevitable es si estamos frente al inicio de una recuperación genuina o simplemente ante un rebote técnico tras el desplome del año pasado.

Se recupera la economía

¿Se consolida el rebote? 

No es el primer dato positivo en la serie reciente: en diciembre el EMAE ya había crecido 1% mensual, en enero había sumado otro 0,6%, y ahora en febrero avanza un 0,8%. Son tres meses consecutivos de mejora, algo que no ocurría desde mediados de 2022.

Este pequeño repunte es importante porque se da en un contexto de fuerte ajuste fiscal, licuación del gasto público y salarios que todavía no recuperan plenamente el poder de compra. Si bien la actividad sigue debajo de los niveles de 2022, la dinámica empieza a ser diferente.

El dato desestacionalizado, que elimina los efectos de estacionalidad propios de cada mes, muestra que febrero fue un mes de crecimiento en casi todos los sectores principales de la economía.

¿Qué sectores impulsan la recuperación? 

Hay actividades que se destacan claramente y que están funcionando como motores del repunte:

Intermediación financiera: creció un impresionante 30,2% interanual. La reactivación del crédito, el aumento de las operaciones bancarias y las mejoras en las finanzas personales empujaron al sector.

Comercio mayorista y minorista: subió 7,4%. Si bien el consumo masivo sigue débil, las ventas de bienes durables, electrodomésticos y materiales de construcción comenzaron a moverse.

Industria manufacturera: avanzó 5%, apuntalada principalmente por la producción de alimentos, bebidas y químicos.

Además, hubo buenos desempeños en sectores como la pesca (+28,3%) y actividades inmobiliarias (+4,7%).

¿Qué sectores siguen en problemas?

Pese a la mejora general, no todos los sectores están en positivo. Hay actividades que todavía sienten el impacto de la recesión y la caída del gasto:

Servicios comunitarios, sociales y personales: cayó 2,6% en la comparación interanual.

Hoteles y restaurantes: bajaron 1,4%. La menor actividad turística por el menor poder adquisitivo local y el encarecimiento para turistas extranjeros afectó al sector.

Administración pública y defensa: retrocedió 1,2%, en línea con la política de recorte del gasto.

Estos sectores, aunque de menor peso relativo que el comercio o la industria, restaron impulso al crecimiento general.

El contexto: ajustes y expectativas 

El crecimiento económico se está dando en un contexto complejo. El Gobierno mantiene una política de fuerte ajuste fiscal, con superávit primario y reducción de la asistencia monetaria al Tesoro. Esto, combinado con la desaceleración de la inflación y una cierta estabilidad cambiaria, ha mejorado la confianza en algunos sectores.

Sin embargo, los ingresos reales de la mayoría de la población siguen golpeados, y eso limita el consumo masivo. La inversión privada empieza a mostrar algunos signos de interés, pero todavía es incipiente y depende en buena medida de la estabilidad macroeconómica que el Ejecutivo logre sostener.

Otro factor clave será la evolución del empleo. Hasta ahora, la recuperación de la actividad no se tradujo en una creación significativa de puestos de trabajo formales, algo que será necesario para consolidar el crecimiento.

 Conclusión: un primer paso, pero falta mucho

El rebote de la economía argentina en los primeros meses de 2025 es real y está sustentado en datos concretos. Pero el desafío es mucho más grande: transformar este repunte en un proceso de crecimiento sostenido, que llegue a todos los sectores y a todas las provincias.

Si bien el ajuste ordenó algunas variables clave, ahora el Gobierno deberá trabajar sobre la reactivación del crédito productivo, la mejora del salario real y la recuperación de la inversión. Sin eso, la recuperación podría ser efímera.

La economía empieza a moverse, pero todavía camina sobre una cuerda floja.

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*Datos tomados del INDEC

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