Una histórica papelera pidió concurso preventivo tras perder millones

Fue fundada en 1929, y en la actualidad atraviesa su peor crisis: ventas en caída, falta de crédito y plantas paralizadas. Celulosa Argentina busca reestructurar deudas e incorporar inversores.

Una histórica papelera pidió concurso preventivo tras perder millones

Editó: María Belén Godoy

Celulosa Argentina, una de las compañías más tradicionales de la industria papelera del país, anunció ante la Comisión Nacional de Valores (CNV) que inició un proceso de concurso preventivo de acreedores. Con el objetivo de evitar la quiebra y sostener sus operaciones en medio de un fuerte deterioro financiero. 

El último balance semestral, cerrado al 31 de mayo, expuso un resultado alarmante: pérdidas integrales por $172.634 millones, frente a las ganancias de $37.831 millones registradas en igual período de 2024. Los ingresos se desplomaron un 44% interanual, hasta $258.637 millones, arrastrados por menores ventas internas, caída de precios reales y pérdida de competitividad exportadora.

El impacto golpeó de lleno en los márgenes: el bruto se hundió a -17% y el operativo a -31%, aun con un plan de ajuste de costos. En el mercado local, las ventas cayeron 32% en toneladas, mientras que en exportaciones, pese a crecer 104%, los rendimientos fueron mínimos.

El efecto cascada alcanzó a otras firmas del grupo. Fanapel, especializada en papeles de impresión y escritura, facturó $19.525 millones, un 18% menos que en 2024. En tanto, Forestadora Tapebicuá, proveedora de materia prima, sufrió un derrumbe del 48% y mantiene la producción paralizada por falta de capital.

Celulosa Argentina fue fundada en 1929 en Santa Fe y se encuentra en deterioro financiero.

A la contracción del negocio se sumó un endurecimiento del crédito. Luego de que varios acreedores anticiparan vencimientos ante el default de agroindustrias como Los Grobo y Surcos, además de la incertidumbre por el acuerdo con el FMI. Incluso con aportes por USD$7,6 millones del principal accionista, Tapebicuá Investment Company, la firma quedó imposibilitada de cumplir sus obligaciones y debió suspender pagos.

Fundada en 1929 y con plantas en Santa Fe, Celulosa Argentina fue durante décadas un ícono de la bolsa porteña. En la actualidad atraviesa un escenario crítico y apuesta a la reestructuración judicial para sumar inversores y evitar su disolución definitiva.

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