La tardía reacción del BCRA para contener el dólar: tasas y pases pasivos

Después de casi un año inactivo, el Banco Central reabrió la ventanilla de pases pasivos y pagó una tasa de hasta 36% anual para absorber el exceso de pesos que generó la eliminación de las LEFI. La medida busca contener la suba del dólar oficial, que tocó los $1.290.

La tardía reacción del BCRA para contener el dólar: tasas y pases pasivos

Editó: Santiago Montiveros

En una jugada que no pasó desapercibida para el mercado, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) retomó este martes los pases pasivos, una herramienta que no usaba desde julio del año pasado, con el objetivo de estabilizar las tasas y controlar la creciente presión sobre el dólar.

La medida, que se concretó tras 361 días de inactividad en este tipo de operaciones, consistió en ofrecer a los bancos una tasa de colocación diaria que comenzó en un 25% nominal anual, subió al 30% y, con el correr de las horas, alcanzó el 36%. Todo esto ocurrió en una jornada marcada por un pico en la cotización del dólar oficial, que llegó a $1290, y empujó al minorista a $1300 en el Banco Nación, con valores aún más altos en entidades privadas.

El mecanismo elegido fue indirecto: el BCRA participó por primera vez en la rueda REPO, donde ofreció absorber pesos con tasas superiores incluso a las de referencia de su propia política monetaria. Esta intervención permitió retirar liquidez del sistema luego del retiro masivo de fondos generado por la finalización de las Letras Fiscales de Liquidez (LEFI), que dejaron en manos de los bancos más de $16 billones sin destino inmediato.

"El volumen operado en REPO explotó y llegó a los $4,3 billones, con una tasa promedio ponderada del 33,7%, porque el BCRA pagó más que los propios bancos", detalló en la red X el economista Salvador Vitelli.

 Santiago Bausili, presidente del Banco Central. 

Desde la consultora Target de Mercado remarcaron a La Nación que la reapertura de esta ventana para la liquidez bancaria "era inevitable" si se buscaba evitar una caída abrupta de las tasas que alimentara la demanda de divisas. Agregaron que la continuidad de estas operaciones será clave para que los bancos vuelvan a operar con seguridad y se estabilicen las tasas de corto plazo.

La intervención del Central también se extendió a otras áreas. Reforzó la recompra de Lecap en el mercado secundario, reanudó su participación en los futuros de dólar, y mantuvo activa su estrategia para dar señales de contención en todos los frentes.

De hecho, en el segmento A3 de futuros, el volumen de negocios se mantuvo por sexta rueda consecutiva por encima de los US$1500 millones y este martes trepó a US$2943 millones, el mayor desde el 8 de mayo, según el economista Federico García Martínez.

El movimiento oficial también impactó en otras tasas: las cauciones a un día escalaron al 38%, tras haber caído al 12% la semana pasada. Este salto responde al temor de los operadores a una sobrerreacción del mercado ante el mar de pesos liberado por la desaparición de las LEFI.

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Además, la medida del BCRA antecede a la licitación extraordinaria del Tesoro que busca absorber parte del excedente mediante nuevas Lecap con plazos de 13 a 91 días. Esta coordinación entre ambas entidades apunta a reconstruir el circuito financiero tras la abrupta transición monetaria.

Reacción tardía

Desde Aurum Valores señalaron que el aluvión de pesos era previsible, y que el BCRA reaccionó tarde: "El desborde de liquidez se conocía desde antes. Que hoy estén pagando una tasa mayor que la de las LEFI es un síntoma claro de improvisación y mala praxis".

En ese sentido, la intervención del Central entra en tensión con el principio de avanzar hacia una tasa endógena, basada en la libre interacción de oferta y demanda, como propone el equipo económico. La necesidad de contener el dólar terminó, una vez más, imponiendo medidas de emergencia por sobre el marco teórico.

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