Balances: cómo hizo IMPSA para que le "cerraran" los números

La empresa presentó los estados financieros consolidados al 30 de junio de 2025.

Balances: cómo hizo IMPSA para que le "cerraran" los números

Por: Santiago Montiveros

En un escenario donde el Gobierno nacional sigue sin honrar contratos pendientes, sin anuncios de nuevos proyectos de envergadura y con la deuda millonaria de Venezuela aún sin saldarse, IMPSA sorprendió al pasar de un patrimonio negativo de $35.000 millones a uno positivo de $45.000 millones. ¿Cómo se explica semejante salto en medio de semejante parate? La respuesta no está en una oleada de ingresos frescos, sino en la letra chica contable.

La empresa, hoy controlada por capitales norteamericanos, aplicó revaluaciones y ajustes patrimoniales que maquillan, al menos en parte, la verdadera foto financiera. Por ejemplo, en los estados financieros consolidados al 30 de junio de 2025 aparece una revaluo de activos de más de $140.000 millones.

Un sorprendente "salto" de $ 141.369.863 en el valor de activos de IMPSA.

Para que se entienda: de un momento a otro, las propiedades y equipos de IMPSA pasaron de tener un valor de $255.000 millones a $396.000 millones que, ante la consulta del Post, no tuvo explicación oficial.

En el mismo informe contable también se aprecia una caída de las pérdidas operativas del primer semestre 2025 en comparación con el mismo periodo de 2024 (en el primer semestre del año pasado el rojo fue de $38.000 millones y este año, de $20.000 millones). En otras palabras, IMPSA perdió menos plata.

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Sin embargo, esta "buena" señal tampoco responde a mayores ingresos por ventas o servicios, sino a "ingresos financieros" por $35.557 millones que tampoco fueron justificados por parte de la compañía ante la consulta de este diario.

El "estado de resultados" de la empresa.

En este contexto, el "cambio de signo" en el patrimonio neto se apoya más en maniobras contables que en una mejora genuina del negocio. IMPSA sigue dependiendo de flujos externos y de capitalizaciones puntuales para sostener su estructura, mientras sus ingresos operativos no logran despegar en un contexto sin grandes contratos nuevos. 

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En otras palabras, el alivio patrimonial que muestran los papeles está lejos de reflejar un giro estructural en la salud económica de la firma.

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