Argentina, en el centro del  criptocrash por el dueño de FTX y U$S600 millones

Corrida de depósitos, quiebra financiera, corralito, huida y un apellido desopilante, Bankman-Fried, que el traductor lo pasa al castellano como "banquero frito".

Argentina, en el centro del criptocrash por el dueño de FTX y U$S600 millones

En 9 días, el dueño de FTX, un millennial de frondosa cabellera y rostro bonachón, sufrió una corrida de depósitos, se declaró en quiebra por al menos U$S 9.000 millones, desató el segundo criptocrash del año, hundió a todo el mercado de criptomonedas, prometió pagar los depósitos, pero puso un corralito, denunció haber sido hackeado por U$S 600 millones cuando lo iban a auditar y desapareció. ¿A dónde se fue? ¡A Argentina! Eso bramaron los medios especializados y la comunidad cripto en Twitter.

Hablamos de Sam Bankman-Fried, el joven maravilla que acaba de naufragar con la segunda casa de cambios de monedas digitales más grande del mundo, valuada en miles de millones de dólares.

Corrida de depósitos, quiebra financiera, corralito, huida y un apellido desopilante, Bankman-Fried, que el traductor, ciego a las culpas, lo pasa al castellano como "banquero frito".

Los memes por el criptocrash.

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¿Por qué tanto surrealismo de golpe? ¿Por qué no suena raro que pueda elegir venir a la Argentina? La comunidad cripto mundial explotó con la novedad ayer por la mañana, denunciando que Sam Bankman-Fried o SBF como se lo conocía públicamente, había huido de Bahamas, país insular caribeño en el que residía, rumbo a la Argentina.

Los posteos se viralizaron con el recorrido on line del avión, supuestamente propiedad de la fundación de SBF, haciendo el vuelo de Bahamas a la Argentina, el que arribó ayer a las 6.34 de la mañana.

No entró por Ezeiza sino que aterrizó en el aeropuerto de San Fernando, cerca del delta del Tigre, aunque es rigor decir que hasta ahora nadie lo vio bajar de ese avión.

Está claro que si vino, no vino a ver la conferencia de Vitalik Buterín, el joven ruso-canadiense, creador de Ethereum, la segunda moneda digital más fuerte del mundo, que este fin de semana está en Buenos Aires en un evento de la plataforma cripto.

La agencia Reuters fue la única que dio una certeza oficial. Informó que entrevistó por teléfono a SBF y le preguntó si estaba en la Argentina. La respuesta al otro lado del teléfono fue: "No". Dijo que estaba en Bahamas. Pero fue todo por mensaje de texto.

¿Entonces, está o no Sam Bankman-Fried en la Argentina? También ayer, el diario Infobae afirmó en su sitio web que el Gobierno argentino negó que SBF hubiese entrado al país y que hubiese viajado. Inclusive, aseveró que si hubiera venido habría sido retenido porque hay una orden de restricción en su contra, de la Justicia de los Estados Unidos, que obliga al gobierno argentino a ponerlo a disposición de los tribunales norteamericanos.

Sin embargo, no se trató de un comunicado oficial del Gobierno argentino sino de una confirmación off de record "de fuentes oficiales", según indica Infobae, medio al que le damos todo el crédito sobre lo que informó, por su seriedad.

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Lo más llamativo es que la fuente del Gobierno habla de "orden de restricción" y de que "en caso de ingresar a la Argentina sería detenido y puesto a disposición de la justicia de su país", una novedad mundial que sería una primicia del sitio argentino.

Estrella del mundo cripto por su postura de filántropo, su look cándido y su aspecto juvenil, SBF era una especie de joven maravilla, admirado y alabado por la prensa criptográfica en general y toda la comunidad ¿Por qué entonces su imperio se derrumbó de un día para el otro sacudiendo a todo el mercado y llevando a Bitcoin a los valores más bajos desde fines del 2020?

El exchange FTX, con su criptomoneda propia FTT, con más de 140 filiales estaba, vinculado a un Fondo de Inversión llamado Alameda Research. Este fondo captaba depósitos en criptomonedas de inversores que esperaban ganar un interés o los ponían como garantía para obtener préstamos criptos.

Seguramente, los clientes de Alameda Research imaginaron que detrás de los depósitos había reservas confiables ante una emergencia. Pero el 2 de noviembre, el sitio web cripto Coindesk, reveló que el 80% de las reservas de Alameda Research estaban solo en FTT, la moneda digital de FTX, cuya emisión evidentemente estaba sobresaturada.

Básicamente, los inversores habían puesto bitcoin, ethereum y otras criptomonedas y SBF garantizaba las reservas de los fondos con su propia criptomoneda, ya sobregirada como si estuviese enchufada a la máquina de imprimir pesos argentinos.

Ahí fue cuando el dueño de Binances, CZ Changpeng Zhao, que tenía U$S 2.000 millones en FTT, decidió horrorizado que mejor se sacaba de encima la moneda digital de FTX.

Y no tuvo mejor idea que contarlo abiertamente en Twitter lo que provocó la estampida, el raid de venta masivo de FTT en el mercado spot, y la corrida desesperada de los inversores de Alameda Research que querían sus criptomonedas de vuelta. Rápidamente todo sucumbió.

El paso de los días permitió refrescar que el dueño de FTX había salido al rescate de varias empresas muy comprometidas durante el primer criptocrash de mayo, cuando cayeron Luna y Terra. Es más, se tomó la iniciativa de San Bankman-Fried como parte de su iniciativa altruista.

En realidad, ahora que se revela que estaba directamente vinculado a Alameda Research, se cae en la cuenta, que esta última firma cripto financiera quedó enganchada con otra empresa importante que sucumbió en aquel primer tsunami. Al parecer FTX ya venía muy mal herido.

Su derrumbe ha dejado muy mal parado al experimento de las criptomonedas, teniendo en cuenta que el ciclo bajista aún no ha terminado, que amenaza con alargarse y que esa coyuntura podría ir derrumbando a más empresas malheridas por el primero o el segundo criptocrash de 2022.

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Por eso CZ, de Binance, no dudó en comentar públicamente que este acontecimiento haría retroceder a la criptografía cuatro o cinco años y se volvió a referir a SBF.

Mirando hacia adelante, en el muy corto plazo, los especialistas en análisis técnico ven un panorama complicado. Afirman que para que se reponga el ritmo bitcoin tiene que empezar a cotizar más temprano que tarde por encima de los U$S 18.000 pero hace cuatro días que se comercializa entre esta cifra y los U$S 16.000, habiendo tocado los U$S15.588.

Avisan, que si no levanta pronto el mercado comenzaría a mirar hacia abajo, siendo altamente posible una caída a los U$S12.000. Como sea, Bitcoin ya está tocando la máxima pérdida de valor que siempre sufre luego de marcar un máximo.

Es decir, cada vez que BTC ha marcado un techo máximo histórico en el siguiente mercado bajista ha perdido hasta el 80% de su valor para después volver de a poco a un largo movimiento alcista.

El último techo de bitcoin fue U$S 69.000. Esta semana que pasó, llegó a la franja de los 15,5K, es decir ya perdió el 79% de su último techo.