Era seguramente el gol de su vida. Nicolás Otamendi le había pegado perfecto de izquierda para clavar la pelota en el ángulo superior derecho del arco del FC Barcelona, dejando a Ter Stegen sin ninguna opción más que mirar.
Pero la alegría duró unos segundos, señala el sitio deportivo Bitbol, porque todo quedó anulado.
La pelota, según el VAR, había salido en su trayecto en el saque de esquina anterior.