El 60% de los humanos es sensible a la repetición de este acto cuando lo realiza alguien cercano. Fascinantes teorías explican el motivo

La respuesta definitiva: ¿Por qué se contagian los bostezos?

Por: Mendoza Post

Mientras que aproximadamente el 60% de las personas es sensible a su contagio y al ver bostezar ver, o incluso al oír, a otra hacerlo, también lo hace; en enfermos de esquizofrenia o autismo apenas se propaga.

Con casi 30 años investigándolo, estas son algunas teorías que explican su existencia y que publicó El País

La teoría de la oxigenación

Hipócrates pensaba que bostezar servía para ayudar a eliminar el aire nocivo que acumulamos. De una forma más moderna, no le falta sentido: cuando disminuyen los niveles de oxígeno (lo que tiende además a provocar somnolencia), el bostezo serviría para inyectar una dosis rápida que permitiría contrarrestarlo. Pero una buena parte de los científicos rechazan esta idea, entre otras cosas, porque empezar a respirar con más rapidez se alza como un mecanismo mucho más eficaz y, por lo tanto, tendería a ser "el mecanismo elegido”. 

La teoría de la activación

La mayor parte de los bostezos ocurren antes y después del sueño, o cuando nos sentimos somnolientos. Al bostezar, mejoraría nuestro nivel de alerta (el cerebro le intenta decir al cuerpo: "no duermas, mantén la vigilancia"). Y, además podría ser la base del contagio. Sin embargo, aunque hay algunos indicios que apuntan a ello, cuando se intentó comprobar directamente, no se vieron diferencias en la “alerta” de antes y después de bostezar.

La teoría de la temperatura

La teoría se basa en que bostezar permitiría disminuir la temperatura, “refrigerar el cerebro". Es que la temperatura antes de dormir es justamente la más alta del día y al bostezar conseguiríamos que el cerebro funcione mejor. Algunas pruebas a favor: que antes de bostezar hay un aumento de temperatura que baja después de cada boqueada y que lo hacemos más cuando la temperatura ambiente es templada y menos cuando es fría. Se ha demostrado que los bostezos desaparecen, prácticamente, con un paño de agua helada en la frente. 

Los niños también bostezan, pero no es contagioso hasta los 7 años.

¿Pero por qué se contagian?

Aunque tantos tipos de animales bostecen, parece que su contagio solo se da en humanos, chimpancé, perros y lobos. 

Una teoría indica que las especies sociales que coordinan sus niveles de actividad, copiar los bostezos puede ayudar a sincronizar el grupo. Como una mera imitación. Así, cuando es hora de comer, todo el mundo come (comer es contagioso), cuando es hora de moverse, todo el mundo se mueve (las posturas corporales son contagiosas). De esta forma, la copia del bostezo también pone al grupo en sincronía. 

La otra teoríade la empatía indica que no sería una mera imitación: se trataría de nuestra capacidad para interpretar cómo se sienten otras personas la que nos llevaría a ponernos en su lugar, a sentir o intuir lo que ellas sienten y, una vez allí, ceder inconscientemente a la tentación. Hay numerosos estudios a favor. Unos muestran cómo al contagiarse el bostezo se activan circuitos cerebrales propios de la empatía. Otros han estudiado cómo el 60% de personas susceptibles al contagio suelen puntuar más alto en las escalas de empatía, y que los niños son inmunes hasta los cinco años, justo cuando los circuitos responsables de ella maduran.