Vecinos de la Sexta reclaman por una "invasión" de catas

Piden porque las aves hacen mucho ruido y "han tomado" la zona. Desde Fundación Cullunche aseguran que el problema es el ataque a los predadores naturales.

Vecinos de la Sexta reclaman por una "invasión" de catas

Por:Juan Manuel Lucero
Periodista

De un tiempo a esta parte, la presencia de catas en la Ciudad de Mendoza se ha hecho más notoria. Vecinos de la Sexta Sección y zonas aledañas aseguran que se ha incrementado importantemente el número de aves en los alrededores.

"De la noche a la mañana aparecieron estas aves, no conozco sobre el tema, pero creo que están buscando un lugar para hacer nidos, están en todos los árboles que nos rodean", aseguró una vecina preocupada por la situación.

En tanto que explicó que "me preocupa porque lo mismo le pasó en otras zonas. Empezaron con pocas aves y ahora es insoportable. Pese a la presencia de aguiluchos no ha mermado mucho el número".

Mientras que asegura que tras llamar a la Municipalidad y a zoonosis, aún no tiene respuesta. Los vecinos de la zona consideran que la situación "se está yendo de las manos".

En algunos departamentos, las catas son consideradas plaga.

Sebastián Fermani, Subsecretario de Ambiente y Desarrollo Sostenible del municipio de Capital dialogó con el Post y explicó que la comuna está al tanto de la situación. "Estamos en conocimiento de los reclamos, pero por una cuestión de ordenamiento jurídico es el Departamento de Fauna quien es la autoridad de aplicación", explicó el funcionario.

Por su parte, Jennifer Ibarra de la Fundación Cullunche apuntó que son aves silvestres pertenecientes a la fauna autóctona "y están protegidas en todo lo que es Gran Mendoza".

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En tanto que ambos puntualizaron que "es una especie problemática, por 2017 la declararon plaga en algunos departamentos sobre todo para las áreas de cultivos". En esas zonas hay un permiso excepcional para la erradicación de estas aves.

En cuanto a la fauna urbana, de la ciudad y sus alrededores, Ibarra apunta que son habituales estos animales y es parte de nuestro entorno. "Recibimos un enorme número de llamados que quiere que nos llevemos las zarigüeyas, zorros, cuises, conejitos del cerco porque le comen la lavanda de la pileta", expresó.

En ese sentido, la veterinaria explicó que más allá de que son "bullangueras" es parte de la convivencia con animales de la ciudad. "No podés erradicar todo lo que te moleste de la faz de la tierra", aseguró.

Las catas son ruidosas, pero no son "sucias" como otras especies.

Mientras que señaló que no son animales sucios y que sus nidos están hechos en altura. "Normalmente no recibimos catas con piojos ni nada de eso", puntualizó. En tanto que subrayó que "hay que hacerse cargo también de que hay catas en el Gran Mendoza porque en los ‘90 se autorizó desde la Dirección de Recursos traer catas desde Lavalle para ser vendidas como mascotas".

Algunas de esas catas se escaparon y se quedaron cerca de donde les quedaba más fácil la comida. "A eso hay que sumarle la sequía y el avance de los proyectos inmobiliarios, los desmontes, los incendios. Entonces, estas aves se van desplazando y van buscando comida, lógicamente, donde les queda más fácil que termina siendo la Ciudad", explicó Ibarra.

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Por otro lado, tanto Fermani como Ibarra advirtieron que parte del problema gira en torno a los predadores naturales de estas aves. "Uno de los predadores naturales es el gavilán mixto, pero tiene otros alimentos también y estas aves rapaces eligen otros alimentos y no las catas. Las catas son más difíciles de cazar que las palomas o las ratas", subrayó el funcionario capitalino.

Mientras que desde Cullunche explican que sus predadores naturales, que son las aves rapaces, permanentemente son baleadas por gente que tampoco las tolera. "También porque hacen ruido, porque dan espectáculo feo a los chicos comiéndose las palomas y las catas, las balean porque sí", criticó la veterinaria.

El gavilán mixto, depredador natural de las catas.

"Frecuentemente en la Fundación Cullunche recibimos aves heridas en el centro de rescate, sobre todo por aires comprimidos, con perdigones, balas que les destrozan las alas y después los animales no pueden ser reinsertados nuevamente", explicó.

Qué hacer con las catas

Con el fin de no herirlas, pero espantarlas, Jennifer Ibarra asegura que "si les apuntas con punteros láser se van. Eso es algo que está dando muy buen resultado, además de no matar a las aves rapaces, que también son fauna urbana, que convive con nosotros en la ciudad".

En tanto que Fermani analizó que "hay que considerar el hábitat de las catas, generalmente habitan en arboledas altas y eso permite que su crecimiento sea mayor. Lo que hay que controlar es el hábitat". Y destacó que "los criterios tienen que ser finos y no ser crueles a la hora de sacar a estas aves de algún lugar".

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En ese sentido, Jennifer Ibarra señaló que "hay que solicitarle a las autoridades que bajen los nidos cuando empiezan a hacerlos, en la temporada hasta octubre más o menos". Mientras que puntualizó que "no sería cruel bajar los nidos para que tengan que perder tiempo en volver a construir todo, volver a incubar, volver a hacer todo y con eso disminuís la cantidad de catas, no las vas a erradicar, pero disminuís la cantidad".

Ante esta propuesta, la propia referente de Cullunche aseguró que "la erradicación de nidos se hace hasta mediados de octubre luego no, porque ya es una crueldad. Si no, tiran los nidos con todos los pichones, ya es una salvajada pero también está autorizado, son cosas que por ahí los municipios deberían pensar en programar para hacer".

Finalmente, tanto Ibarra como Fermani coincidieron en que es muy importante analizar cada caso, cada zona y cada solución que se da. Fundamentalmente para evitar tratos crueles para con estos animales silvestres que habitan en el Gran Mendoza.