XBTO, la empresa de  criptofinanzas que  lleva en el pecho Messi

La firma estadounidense es un gigante cripto que provee liquidez a las grandes empresas cripto.

XBTO, la empresa de criptofinanzas que lleva en el pecho Messi

A pesar del desastroso colapso del intercambio de criptomonedas FTX a fines del año pasado, el criptomundo sigue ocupando lugares estelares en el planeta como sponsors de grandes figuras e instituciones. El caso más visible hoy es el del gigante global XBTO, la sigla que Leonel Messi y sus compañeros lucen en el pecho de la camiseta del Inter de Miami, y que se trata de una de las más potentes plataformas de criptofinanzas.

Pero la llegada de XBTO al Inter Miami no fue con Messi, sino que se transformó en patrocinador del club mucho antes, cuando ni imaginaban tener a Lionel jugando en los Estados Unidos.

Sin embargo, esta firma no dio puntada sin hilo. Uno de los dueños del club, ya todos lo sabemos, es el famosísimo ex futbolista inglés David Beckam, quien además está casado con una de las ex integrantes de las Spice Girl, trío musical de féminas británicas de fama mundial. Una popular pareja que garantiza alta exposición mediática y valores de éxito.

Es ahí donde se apoyan las plataformas cripto para darse a conocer masivamente en el mundo y uno de esos lugares es la alta competencia deportiva. Sin embargo, la novedad de la tecnología cripto contrasta con la estrategia publicitaria donde no dudan en aplicar el viejo manual de la publicidad tradicional figurando en los espacios que antes ocupaban las bebidas colas, las marcas de cigarrillos, las tarjetas de crédito o las empresas de telefonía, es decir, productos y servicios de consumo y uso masivo.

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Así fue que empezamos a ver criptoempresas publicitando en los vehículos de la Fórmula 1, en los seleccionados y clubes deportivos de elite, patrocinando estadios con su propio nombre y torneos tradicionales, entre otros.

Hasta el año pasado FTX era uno de los principales patrocinadores de la escudería Mercedes y se dio el gusto y el lujo de estar siempre en el auto del séptuple campeón del mundo, Lewis Hamilton, cuando andaba ocupado en ganar campeonatos.

La presencia de FTX abrió la puerta a otras muchas otras firmas a las carreras de F1, pero la debacle del exchange que quebró en apenas 72 horas y cuyo dueño principal, Sam Bankman Fried está preso, le dio un sacudón histórico a la actividad.

De todos modos, unos pierden y otros ganan, unos se van para siempre como FTX y otros se quedan. En el caso de la F1 es lo que se vio, porque la plataforma Crypto.com se convirtió en el principal sponsor de todo el evento completo.

Crypto.com patrocina además a la UFC, que es el campeonato máximo de lucha, al París Saint Germain, a la Serie A del calcio italiano y a la Copa Libertadores de América, entre otros.

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Hasta hace poco tiempo, el exchange más grande del mundo, Binance, era uno de los principales sponsors de la Selección Argentina de Fútbol, relación que luego se extinguió con la Asociación del Fútbol Argentino (AFA)

El caso de XBTO y el Inter de Miami no es distinto. La plataforma no es un intercambio más sino que es una firma de servicios criptofinancieros institucionales que provee de liquidez, es decir de fondos (como si fuera un gran banco mayorista) a una gran parte del ecosistema de criptomonedas, entre ellos los propios intercambios o exchenge.

En su perfil de Linkedin, XBTO dice: "Somos un líder mundial en criptomonedas. En 2015, fuimos los primeros en proporcionar liquidez institucional a las principales plataformas comerciales y hemos realizado importantes inversiones para crear estabilidad en esta industria transformadora".

Así que, cuando vemos esa sigla rara y poco descifrable que ahora luce en la camiseta el mejor jugador de fútbol del mundo, del mismísimo Lionel Messi, tenemos que saber que es una megaempresa cripto, de las grandes que hay en el mundo.

Su posicionamiento publicitario, como el de muchas otras, no es casual. Habla de que hay un emergente, un nuevo reinado que avanza a pesar de desastres y criptocataclismos. Es un signo muy claro del músculo y el poder que exhiben hoy el ecosistema de las criptomonedas.