Carlos Alberto G., dueño de una concesionaria en Pilar, Buenos Aires, fue procesado por desobedecer una orden judicial y terminó con nueve vehículos secuestrados, entre ellos un Audi Q5, varias camionetas Hilux y una Amarok. La Justicia lo acusó de usar un predio estatal como playa de ventas.
14Jul
202515:08
Actualizado



