El SEGEMAR elevó la alerta técnica del complejo volcánico ubicado en el sur de la provincia. Hay un aumento en los sismos y no se descartan explosiones repentinas.
Subieron el nivel de alerta por la actividad en el volcán Peteroa, en Malargüe
El volcán Planchón-Peteroa, ubicado en el sur de Mendoza, fue elevado este sábado a alerta amarilla por el aumento de su actividad sísmica interna. Así lo informó el Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR) a través del Observatorio Argentino de Vigilancia Volcánica (OAVV), en conjunto con el organismo chileno OVDAS.
Este complejo volcánico se sitúa en el departamento de Malargüe, cerca de localidades como Las Loicas, Bardas Blancas y la ciudad de Malargüe. También se encuentran en la zona centros turísticos como Las Leñas y El Azufre, dentro de un radio de 50 a 100 kilómetros del cráter. En cercanías también se ubica el Paso Internacional Vergara.
Según los expertos, desde el 10 de julio se detectó un incremento en la actividad sísmica, particularmente en señales asociadas al movimiento de fluidos internos, como los eventos LP y el tremor volcánico. Esta última señal, que mide la energía sísmica constante, alcanzó su pico el 16 de julio, superando los valores normales para este sistema.
No se descartan explosiones repentinas con emisión de ceniza.
"Este tipo de comportamiento ha antecedido ciclos eruptivos previos, caracterizados principalmente por emisiones de ceniza volcánica", advirtió el SEGEMAR en su comunicado.
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El complejo Planchón-Peteroa ocupa el puesto número 2 en el ranking de riesgo volcánico de la Argentina, lo que lo convierte en uno de los sistemas más monitoreados del país.
Si bien por el momento la actividad superficial es limitada, no se descartan explosiones súbitas y de baja a moderada magnitud. Estas podrían generar columnas eruptivas, con una dispersión similar a la de los episodios registrados entre 2018 y 2019, que afectaron sectores del sur mendocino.
Se registraron más de 1200 sismos en los alrededores del macizo mendocino.
En los últimos días, el observatorio también había informado más de 1200 sismos registrados en las inmediaciones del macizo, aunque la mayoría fueron de baja magnitud.
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El geólogo Víctor Ramos, investigador del CONICET y especialista en vulcanología, había explicado al Post que este tipo de eventos están relacionados con el ascenso de material fundido y fluidos hidrotermales en el interior del volcán.
"Los tremores se producen por la fracturación asociada al ascenso de material fundido", detalló el experto.
Ramos remarcó además que muchas veces los aumentos en la actividad sísmica pueden derivar en erupciones menores, pero otras veces el volcán entra en un período de dormancia. Por eso, el monitoreo constante es fundamental.
Las autoridades chilenas y argentinas seguirán trabajando en conjunto a través del sistema SINAGIR, manteniendo la vigilancia en tiempo real, y se informará públicamente ante cualquier cambio en la situación. Mientras tanto, se recomienda a la población y a los visitantes de la zona mantenerse informados por los canales oficiales.
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