El "niño momia" fue llevado al Museo Moyano, pero no lo exhibirán

Tras casi 40 años de su hallazgo en el Aconcagua, el niño inca fue trasladada desde el Conicet al Museo. El proceso, acordado con comunidades originarias, busca garantizar su resguardo y forma parte de una reparación histórica.

El "niño momia" fue llevado al Museo Moyano, pero no lo exhibirán

Por: María Belén Godoy

El pasado sábado se concretó el traslado del niño momia del cerro Aconcagua, declarada Patrimonio de la Humanidad con Valor Universal Excepcional (VUE), desde el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) hasta el Museo Cornelio Moyano.

La pieza permanecerá bajo resguardo y sin exhibición pública, en el marco de un proceso considerado de reparación histórica por las comunidades originarias.

La Dirección de Patrimonio Cultural, dependiente de la Subsecretaría de Cultura del Ministerio de Educación, Cultura, Infancia y DGE del Gobierno de Mendoza, encabezó el procedimiento junto a comunidades indígenas, técnicos y especialistas de diversas disciplinas. El traslado cumplió con las normativas y medidas de salvaguardia del patrimonio, garantizando la protección integral del "Niño del Aconcagua".

La iniciativa forma parte del Proyecto Preliminar Master Plan, elaborado tras un largo diálogo con pueblos originarios, especialmente los vinculados al Camino Ancestral Qhapaq Ñan, que solicitaban el retorno del "Guardián del Aconcagua" al territorio donde fue ofrendado. En 2020 se conformó la Mesa de Diálogo Intercultural, integrada por representantes de diversas comunidades, que impulsó este proceso de restitución.

El niño, hallado el 8 de enero de 1985 por un grupo de andinistas mendocinos a casi 5.400 metros sobre el nivel del mar, fue conservado por el Conicet durante cuatro décadas. Los estudios determinaron que pertenecía a un niño de unos 8 años que habría sido sacrificado por los incas cerca del año 1500.

En el Museo Moyano se acondicionó una sala especial denominada Gualtach Caye, equipada con control térmico, laboratorio y sistemas avanzados de conservación y seguridad. El acceso será restringido por razones de resguardo y respeto a las tradiciones indígenas. La obra fue ejecutada por Infraestructura Escolar, con la participación de los técnicos Gustavo Cabrera y el arquitecto César Morales.

El operativo comenzó a las cinco de la mañana en el Conicet, donde las comunidades realizaron una ceremonia de despedida. Luego, el niño momia fue trasladado al museo con custodia policial y, una vez allí, se instaló en el laboratorio Aconcagua. En los jardines del Moyano, representantes del Qhapaq Ñan realizaron una ceremonia abierta.

Autoridades provinciales y representantes de instituciones participantes coincidieron en destacar el carácter histórico del hecho. El subsecretario de Cultura, Diego Gareca, subrayó el trabajo conjunto entre el Gobierno de Mendoza, el Conicet y las comunidades originarias, calificándolo como "un día histórico para la cultura mendocina".

Por su parte, Walter Manucha, vicedirector del Conicet Mendoza, lo consideró "un acto de reparación a la comunidad y de trascendencia internacional por tratarse de patrimonio de la humanidad".

La directora de Patrimonio, Cristina Sonego, destacó la coordinación con las comunidades y el trabajo técnico que garantizó la conservación preventiva. Finalmente, Noemí Mimí Jofré, representante de la comunidad Xumec Huarpe Cacique Sixto Jofré, expresó: "Es un gran paso poder traer al niño a este museo. Hace años que los pueblos originarios pedimos por esto. Esperamos que pronto pueda descansar en paz al pie del Aconcagua".

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