La natalidad en el país está en picada. Argentina registró 9,9 nacimientos por cada mil habitantes, un valor comparable al de España, Italia o Alemania.
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La Argentina registró una tasa de natalidad de 9,9 nacimientos cada mil habitantes, el valor más bajo desde que existen mediciones continuas. El país se ubica en un nivel equivalente al de varios países europeos donde la natalidad se encuentra entre las más bajas del mundo, como España, Italia, Portugal o Alemania, cuyos valores se sitúan históricamente en un rango de aproximadamente 7 a 10 nacimientos por mil habitantes.
En crudo: en Argentina nacen 9,9 chicos por cada mil habitantes, la cifra más baja de toda la serie y equivalente a la de los países europeos con menor natalidad.
Por otra parte, un dato positivo fue la caída a la mitad de la mortalidad infantil: 8 bebés cada mil nacidos vivos, cuando en el año 2000 eran 16,6. En la infancia temprana, las principales causas de muerte son las enfermedades y las malformaciones congénitas; entre los 5 y 14 años predominan los tumores malignos, y entre los 15 y 19 años la mayoría de los fallecimientos se produce por accidentes, lesiones autoinfligidas y agresiones. Los datos provienen del Dosier Estadístico de Niñas, Niños y Adolescentes elaborado por el INDEC.
El documento señala que la disminución de la natalidad es un proceso sostenido. A comienzos de los años 2000, la Argentina registraba cerca de 19 nacimientos por mil habitantes, lo que implica una reducción cercana al 50% en un período de dos décadas. Esta tendencia se verifica en todo el territorio nacional. Las proyecciones incluidas en el dosier indican que en 2025 todas las provincias argentinas tendrán una Tasa Global de Fecundidad inferior a 2,1 hijos por mujer, nivel considerado insuficiente para garantizar el reemplazo generacional en ausencia de aportes migratorios.
La estructura de los hogares también refleja este proceso. En el Censo 1991, el 56% de los hogares tenía al menos una persona menor de 18 años. En 2022, ese porcentaje descendió a 44,7%. Los datos recientes de la Encuesta Permanente de Hogares muestran además que el 43% de los hogares con menores de edad tiene un solo niño, niña o adolescente, mientras que los hogares con tres o más representan el 17,8%.
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El análisis por nivel de ingresos evidencia una distribución desigual. Entre los hogares del quintil más pobre, el 56,8% tiene menores entre sus integrantes, mientras que en el quintil de mayores ingresos esa proporción desciende a 27,6%. A su vez, dentro del conjunto de hogares con niñas, niños y adolescentes, 36,9% pertenece al quintil más bajo y solo 8,6% al quintil más alto.
En cuanto al acceso a la salud, el dosier indica que 55,5% de las madres que dieron a luz en 2023 no contaba con obra social, prepaga ni plan estatal de salud. Entre quienes sí tenían cobertura, 22,4% igualmente se atendió en el sistema público al momento del nacimiento. En 2022, 53,1% de la población menor de 18 años tenía obra social o prepaga.
El documento también detalla la evolución de la mortalidad infantil en las últimas décadas. En el año 2000, la tasa nacional era de 16,6 muertes por cada mil nacidos vivos. En 2023, el valor se ubicó en 8 fallecimientos por mil, lo que implica una disminución superior al 50%. La caída se observa tanto en la mortalidad neonatal como en la postneonatal. En 1970, la mortalidad postneonatal era de 35,7 por mil; en 2022, el indicador descendió a 2,6 por mil. El descenso es generalizado, aunque persisten diferencias entre jurisdicciones. Las provincias del norte presentan valores más altos que las del centro y sur del país.
El mapa de mortalidad infantil incluido en el dosier ubica a Mendoza dentro del rango de 7,3 a 8,7 muertes por cada mil nacidos vivos, lo que la posiciona en la franja media del conjunto de provincias. La comparación temporal muestra que las reducciones se verifican en todas las jurisdicciones. En 2000, varias provincias superaban los 20 fallecimientos por mil; en 2023, las cifras más elevadas se encuentran por debajo de 12 por mil.
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El informe identifica además las principales causas de muerte por grupo etario. En niñas y niños de 0 a 4 años predominan las afecciones originadas en el período perinatal y las malformaciones congénitas. En el grupo de 5 a 14 años, la mayor parte corresponde a tumores malignos. En adolescentes de 15 a 19 años, las cifras están encabezadas por accidentes, lesiones autoinfligidas y agresiones.
El conjunto de datos presentado por el INDEC describe una disminución constante de los nacimientos, una fecundidad que cae por debajo del nivel de reemplazo en todas las provincias, una reducción prolongada de la mortalidad infantil y una distribución de la niñez concentrada en los sectores de menores ingresos. Según el dosier, la Argentina sostiene un proceso en el que cada año nacen menos niñas y niños y en el que las tasas de natalidad se alinean con las registradas en varios países de Europa occidental.
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