¿Por qué la gente tiene menos hijos en Argentina?

Rafael Rofman, investigador Principal en CIPPEC y consultor independiente en temas de políticas sociales, habló en Radio Post (92.1 en el Gran Mendoza y San Martín, 96.9 en Luján de Cuyo y 96.7 en La Paz) sobre la situación demográfica de Argentina y la posibilidad de que el país llegue a un "techo" de 50 millones de habitantes y no supere esa barrera.

"Faltan algunos años pero claramente el ritmo de crecimiento de la población viene disminuyendo. Desde principios del siglo pasado, es un proceso muy largo. Hace 150 años ya casi, que fue el momento más rápido de crecimiento de Argentina, crecíamos al 3-4% por año, que era muy muy rápido. Hoy estamos creciendo muy poquito y eso va a seguir disminuyendo y seguramente hacia alrededor del 2050, estamos estimando por ahí, se va a tender a estabilizar y después incluso a disminuir un poquito", comenzó explicando el especialista.

Al ser consultado sobre la razón por la cual el argentino tiene menos hijos respondió: "Es una mezcla, en parte es un fenómeno mundial que de vuelta viene hace al menos un par de siglos y que tiene que ver con el proceso de desarrollo económico y social en el mundo. Hace 300 años, para ponerlo muy largo, nuestros tatarabuelos, ellos tenían más o menos 7-8 hijos por familia, de los cuales la mitad se morían antes de los 10 años. Era terrible, pero era parte de la vida, así funcionaba. eso más o menos fue la situación hasta el entrado del siglo XX, donde la gente empezó a controlar cuántos hijos tenía, lo cual fue básicamente por una mezcla, como suelen ocurrir estas cosas, de deseos de la gente y de disponibilidad de tecnología para poder hacerlo.

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"Tuvimos desarrollo económico, tuvimos oportunidades laborales para las mujeres, tuvimos algo que ha sido muy importante en este cambio histórico, que es mucha más preocupación por el derecho y la calidad de vida de los niños, entonces nos parecía más aceptable que se mueran la mitad de los chicos antes de los 10 años, buenísimo es eso, pero entonces eso implica que le dedicamos mucha más energía y mucha más atención a cada uno", explicó y agregó: "Y además empezaron a aparecer tecnologías, básicamente anticonceptivos, que son más efectivas y que entonces permiten que efectivamente uno tenga los hijos que quiere y no los que le llegan".

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