El abogado laboralista afirmó que la legislación argentina quedó "anacrónica", que el empleo informal ya supera al registrado y que provincias como Mendoza lideran reformas judiciales que bajaron la litigiosidad.
Reforma laboral: Para De Diego, la ley es "anacrónica" y elogió a Mendoza
La discusión sobre la reforma laboral volvió al centro del debate nacional y las dudas se multiplican. En diálogo con Tenés que saberlo, por Radio Post, el abogado laboralista Julián de Diego aseguró que los cambios propuestos por el Gobierno buscan adaptar el sistema a la realidad tecnológica, productiva y social del país, donde más de 8 millones de personas trabajan en la informalidad, contra apenas 6 millones de empleos registrados que no crecen desde hace 15 años.
De Diego planteó que la Ley de Contrato de Trabajo, emblemática en 1975, hoy resulta "una norma anacrónica" incapaz de acompañar fenómenos como el teletrabajo, la robótica, el home office, las aplicaciones y la inteligencia artificial. Recordó que cuando se sancionó la ley "el único aparato tecnológico era la Olivetti", por lo que considera inevitable un proceso de modernización laboral para cerrar el "desacople" entre el marco legal y el mercado real.
El especialista remarcó que la reforma no toca derechos fundamentales de los trabajadores y que cualquier modificación sobre empleados previos -como cambios en la jornada o el uso del banco de horas- solo podrá hacerse con acuerdo del trabajador o mediante convenios colectivos. A la vez señaló que buena parte de las prácticas laborales actuales se mueven en la informalidad: "Hay contratos basura, trabajo en negro y situaciones que nadie ve a la hora de oponerse a la reforma".
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También apuntó contra los sectores que rechazan los cambios por motivos "ideológicos o dogmáticos", y sostuvo que muchos dirigentes que hablan de pérdida de derechos "no pueden explicar cuáles son porque ni siquiera leyeron el texto". Para De Diego, el debate está cargado de prejuicios y miedos, pero los números muestran que el esquema actual fracasó en la creación de empleo y en la lucha contra la clandestinidad.
Al analizar el impacto provincial, destacó el papel del gobernador Alfredo Cornejo en la discusión y remarcó que Mendoza necesita una legislación moderna para acompañar inversiones, economías regionales y grandes emprendimientos. También subrayó que la provincia es una de las que más avanzó en la reforma judicial laboral, reduciendo la litigiosidad mediante mediaciones y conciliaciones previas. "Mendoza es una de las cinco provincias que lideran un proceso constructivo para mejorar el futuro", sostuvo.
Entre los puntos centrales del proyecto oficial, De Diego valoró la creación del Fondo de Asistencia Laboral (FAL), que permitiría que las indemnizaciones de los trabajadores en blanco se paguen a través de un aporte del 3% del salario. Según explicó, esto evitaría que pequeñas empresas quiebren ante una sentencia imposible de afrontar. "Si una panadería de cuatro empleados recibe un fallo de 30 millones de pesos, cierra. Con el FAL, el trabajador cobra igual y la pyme no desaparece", señaló.
El abogado insistió en que la propuesta del Ejecutivo es apenas "un esqueleto" sobre el que se deberá discutir qué se mantiene y qué se ajusta, pero consideró imposible sostener la idea de que "así como estamos, estamos bien". Para él, el país necesita una legislación laboral racional, moderna y capaz de incorporar a millones de trabajadores al empleo formal.



