Los humedales caseros permiten tratar y reutilizar aguas grises para regar jardines, ahorrando agua y dinero. Florencia Ferrari, investigadora del INTA, explicó a Radio Post cómo funcionan y qué plantas usar.
Cómo hacer un humedal para reutilizar el 70% del agua que usás en tu casa
En muchas casas, gran parte del agua que usamos para bañarnos, lavar ropa o lavar manos termina desperdiciándose y se va directo a la cloaca. Florencia Ferrari, investigadora del INTA, explicó que ese volumen representa aproximadamente el 70% del agua doméstica y que, con un sistema sencillo de humedal, puede recuperarse para un uso nuevo y eficiente: regar el jardín.
Ferrari fue entrevistada en el programa "Vientos de campo", que se emite todos los sábados por Radio Post (92.1 en el Gran Mendoza y San Martín, 96.9 en Luján de Cuyo y 96.7 en La Paz).
"El primer paso es separar el agua. Eso significa diferenciar el agua negra -la que sale del inodoro- del agua gris, que es el resto", dijo Ferrari. Aunque en casas ya construidas puede ser un desafío adaptar el sistema, es posible y vale la pena el esfuerzo.
El agua gris primero pasa por un decantador que separa los sólidos y la materia flotante. Luego, llega al humedal propiamente dicho, un espacio donde las plantas y microorganismos limpian el agua mediante procesos naturales. Ferrari señaló que "entre las plantas y los microorganismos, la oxigenación degrada toda la materia orgánica, consume nutrientes, y se producen un montón de reacciones químicas".
Humedales caseros permiten tratar y reutilizar aguas grises para riego.
El resultado es agua que entra gris y sale transparente, lista para usarse en el riego, cerrando un ciclo sustentable en casa.
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Para el diseño del humedal, se usan plantas palustres, que son aquellas que se adaptan a estar en zonas con agua permanente. "Entre ellas están el carrillo, la totora, el papiro, el falso papiro, la chira y los lirios, como el Iris pseudocorus", enumeró Ferrari. Estas plantas no solo cumplen una función ecológica, sino que también embellecen el jardín.
Además, Ferrari destacó que el humedal debe integrarse al diseño general del espacio verde: "Así que se ve precioso, además de tratar el agua y recuperarla para nosotros".
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"No es caro", aseguró la especialista. El sistema funciona básicamente por gravedad, con el agua que pasa de un tanque a un cantero impermeabilizado y de ahí a una cisterna.
Por eso, además de ahorrar dinero en el consumo, el humedal es una opción accesible para quienes quieran cuidar el ambiente y aprovechar mejor el recurso más valioso que tenemos.
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