Desde abril, ARCA subió el monto de un ítem que debe pagarse al momento de transferir una vivienda. Los detalles.
El cambio que ahora rige a la hora de vender una casa
No todo es "alivio burocrático". Hay un ítem que aumentó, el más importante a la hora de comprar/vender una casa. La Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) actualizó desde el 25 de abril el monto del Código de Oferta de Transferencia de Inmuebles (COTI).
Silvio Gigli, presidente del Colegio de Corredores Inmobiliarios, explicó al Post: "El COTI debe ser tramitado ante la ARCA para la compra y venta de inmuebles. El monto actualizado al día de hoy es de 66.833.000 pesos, cuando la oferta o la transferencia de los inmuebles es igual o mayor a ese importe. Es obligatoria esta tramitación y lo hace la parte vendedora, obviamente a través del titular o el representante legal si el titular está en el extranjero". Y agregó: "No es un impuesto, es un requisito obligatorio de tramitación antes de hacer la escritura traslativa de dominio".
El monto actualizado al día para el pago de COTI es a partir de de 66.833.000 pesos.
¿Por qué aumentó este requisito? El monto mínimo para gestionar el Código de Oferta de Transferencia de Inmuebles (COTI) subió porque la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) actualiza periódicamente ese valor según la inflación. La medida, respaldada por la Resolución General 5362/2023, busca que el régimen de información no pierda efectividad frente a la suba generalizada de precios. Al tomar como referencia el Índice de Precios al Consumidor (IPC), el organismo fiscal procura que más operaciones inmobiliarias relevantes queden bajo control, evitando que montos ya desactualizados permitan eludir la obligación de declarar las transacciones.
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Este ajuste tiene como objetivo mantener la trazabilidad y transparencia del mercado inmobiliario. Al elevar el mínimo a $66.833.000, se adecúa el umbral a los valores actuales del mercado, donde el aumento sostenido del precio de los inmuebles había dejado al COTI por debajo de su función original: actuar como filtro para operaciones significativas. De esta forma, se fortalece el control fiscal y se reducen las chances de subdeclarar precios o eludir impuestos vinculados a las transferencias de bienes raíces.
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