La "Expedición Cretácica I" reveló fósiles excepcionales y mostró por primera vez en vivo una excavación paleontológica. Mauricio Cerroni repasó con el Post cómo se organizó la misión, por qué la Patagonia es un tesoro fósil y cómo la transmisión inspiró a escuelas de todo el país.
El paleontólogo mendocino protagonista en el hallazgo del huevo de dinosaurio
Hace más de un mes y medio, la "Expedición Cretácica I" -integrada por 20 investigadores del Laboratorio de Anatomía Comparada y Evolución de los Vertebrados (LACEV-CONICET), del Museo Argentino de Ciencias Naturales "Bernardino Rivadavia", y de la Fundación de Historia Natural "Félix de Azara"- volvió a poner a la Patagonia en el centro de la atención científica internacional.
La campaña se desarrolló en el "Salitral Ojo de Agua", cerca de la ciudad rionegrina de General Roca. El yacimiento tiene al menos 70 millones de años de antigüedad y constituye una de las ventanas más completas al mundo previo a la extinción de los dinosaurios, con fósiles de mamíferos, serpientes, lagartos, nidadas de dinosaurios y varios ejemplares únicos en Sudamérica.
Esta misión tuvo como objetivo retomar la excavación que había quedado interrumpida en 2024, cuando los científicos descubrieron en ese mismo yacimiento una serie de hallazgos de enorme valor: la garra de Bonapartenykus ultimus -un dinosaurio argentino inédito-, además de mamíferos, pequeños lagartos, serpientes, y otros tipos de estos gigantescos reptiles.
Por primera vez, el público pudo seguir en tiempo real una excavación paleontológica gracias a transmisiones en vivo a través del canal de YouTube @paleocueva_lacev.
Durante el trabajo surgieron descubrimientos excepcionales:
• Un huevo de dinosaurio carnívoro en un estado de preservación extraordinario, posiblemente con un embrión en su interior.
• Restos que indicarían la presencia de una nidada completa.
• Tres diminutos dientes de mamíferos cretácicos, extremadamente difíciles de encontrar.
• Partes del esqueleto de un hadrosaurio, con cráneo, brazos y vértebras casi completas.
• Fósiles de un titanosaurio de aproximadamente 15 metros de largo.
En mendocino, integrante de la misión
Para conocer más detalles de cómo se vivió esta experiencia desde allí adentro, el Post habló con el paleontólogo mendocino Mauricio Cerroni, uno de los integrantes de la misión y quien trabaja para LACEV desde 2015.
Además de él, el equipo científico que ha realizado más de 50 expediciones palentológicas en la Patagonia, estuvo compuesto por los siguientes integrantes:
• Federico Agnolín (jefe científico).
• Matías Motta, Sebastián Rozadilla, Mauro Aranciaga (Nat Geo Explorers).
• El resto del equipo LACEV integrado por Nicolas Chimento, Julia Soledad D'Angelo, Gonzalo Leonel Muñoz, Ana Paula Moreno Rodríguez, Jordi García Marsà, Eric Del Campo, Rodrigo Álvarez Nogueira, Gastón Lo Coco, y Federico Brissón Egli.
La experiencia de un streaming histórico
"Fue todo un desafío hacer la parte previa", contó Cerroni en primer lugar sobre los preparativos. "Por un lado estaba la campaña paleontológica como tal -comprar comida, combustible, buscar la camioneta- y por otro lado todo lo que implicaba el streaming, coordinado con el equipo de producción".
De hecho confesó que la logística fue intensa: "El último día antes de salir en vivo estábamos acomodando el campamento, armando el gazebo para producción, llevando cámaras, baterías, y hasta trasladando un grupo electrógeno más de un kilómetro a campo traviesa".
Mirado en perspectiva, aseguró: "Fue muchísimo esfuerzo, pero valió completamente la pena. Y por suerte salió todo bien gracias al esfuerzo colectivo de todos".
Los obstáculos y cómo se financiaron
"Estamos complicados en términos de inversión en ciencia", admitió con cierta crudeza. La expedición se sostuvo con "puchitos" de subsidios de National Geographic y programas de comunicación científica del exterior, sumado a aportes de Conicet, la Fundación Azara, la Secretaría de Cultura de Río Negro y del propio Museo Rivadavia.
"También empresas privadas como Nissan nos prestaron camionetas, recibimos donaciones y hasta una marca nos dio galletitas", recordó con humor.
Otro desafío importante fue coordinar con el equipo de transmisión acerca de qué y cómo transmitir la campaña: "La producción tenía una idea y nosotros otra. Queríamos algo similar a lo que se hizo en el fondo del mar, pero con un toque más personal", comparó sobre el anterior y primer streaming científico que realizó el Conicet, cuando se abordó la vida marina en las profundidades del Océano Atlántico en el Cañón de Mar del Plata.
La vida en un campamento paleontológico
Una de las grandes particularidades es sobre cómo es la convivencia de un campamento científico en el medio del desierto. Si bien Cerroni dijo que ya estaban acostumbrados desde hace bastante tiempo a realizar este tipo de campañas, resumió cómo son todos los movimientos durante esos días: "Instalar un campamento es como armar una mini ciudad en el desierto". Esto incluyó: gazebos reforzados como comedor y cocina, instalación eléctrica, grupo electrógeno, carpas personales, carpa-baño y áreas de trabajo.
"No hay alguien que cocina o limpia. Nos repartimos todas las tareas y vamos rotando, incluso durante el streaming: hasta éramos ‘hosts' (locutores) por turnos", resaltó sobre el estilo horizontal de trabajo que caracterizó a todo el equipo científico, donde cada integrante cumplía un rol bien colectivo.
Cómo nació la idea del streaming
Cabe destacar que este mismo grupo trabaja en la zona desde 2019 y, de manera más sostenida, desde 2022, realizando al menos dos campañas por año. En este contexto, el científico mendocino reveló que la idea de transmitir la campaña en vivo surgió casi de casualidad: "El año pasado pensamos en llevar una antena para tener señal en caso de emergencias. En marzo probamos una Starlink y dijimos: ‘¿y si transmitimos en vivo?'. Al principio era delirante".
Tras la exitosa experiencia del streaming desde el fondo del mar, relató que se animaron a avanzar con todo: "Ahí se activaron los engranajes para hacerlo poder hacerlo y que el equipo de producción nos dio una mano desde la transmisión, desde las cámaras, de los planos, de los micrófonos".
Por qué hay tantos restos fósiles en Patagonia
Por otra parte, quien a su vez es Doctor en Ciencias Naturales detalló por qué la Patagonia se convirtió en una de las regiones más ricas del mundo en restos de dinosaurios. Según explicó, la clave está en la historia geológica del sur argentino.
"En la época de los dinosaurios se formaron muchas rocas sedimentarias: arena, barro, limo que se acumulaban en ríos, lagos y mares. Cuando un animal moría y sus huesos caían al agua, esos sedimentos los enterraban y podían preservarse", señaló. Con el paso de millones de años, esos materiales se solidificaron y quedaron atrapados en el subsuelo.
El proceso que permitió que hoy salgan a la luz llegó mucho después. "Cuando se levantó la cordillera, esas rocas antiguas también se elevaron. Luego, la erosión -el viento, el agua y hasta las glaciaciones de hace 10.000 años- fue excavando el paisaje. Eso generó un terreno quebrado, con pequeños valles y cursos de agua que, al activarse, van dejando expuestos los fósiles", explicó.
¿Ocurre solo en la Patagonia? El paleontólogo aclaró que no: "En el norte argentino también hay dinosaurios, en La Rioja, Jujuy, Salta... simplemente falta más exploración. Mendoza y San Juan también tienen fósiles, aunque más antiguos". Aun así, la Patagonia sigue siendo la región más célebre: "Es muy famosa porque allí aparecen muchísimos huesos de dinosaurios".
La tarea detectivesca de encontrar un hueso
Otra cuestión es cómo se identifica un terreno con potencial fósil y cómo es el proceso que lleva a un hallazgo. Si bien afirmó existen mapas y estudios geológicos, el especialista en restos de dinosaurios aseguró que ninguna herramienta es tan valiosa como el conocimiento de quienes viven en la zona.
"Los geólogos recorren muchísimo y en sus informes suelen marcar dónde vieron huesos o restos, aunque no siempre sepan de qué son. Pero la fuente más confiable es la gente del campo", afirmó. Según cuenta, los pobladores suelen reconocer fósiles con facilidad y orientan a los equipos hacia los puntos clave.
La metodología comienza con la selección de un área a partir de mapas geológicos que indican la presencia de rocas de la edad adecuada. Luego se solicita permiso a la dirección de patrimonio provincial y, una vez autorizado, se consulta al dueño del campo. "En general, saben perfectamente dónde apareció un hueso petrificado. Te dicen ‘por allá vi algo', y suelen tener razón", relató.
Después llega la parte más ardua: caminar durante días. A veces no aparece nada; otras, se encuentran los primeros indicios. "Lo primero que ves son huesos rotos, hechos astillas por la erosión. Y ahí empieza una tarea detectivesca: seguir ese rastro hasta encontrar el punto de origen", explicó.
Muchos de esos restos son arrastrados por arroyos secos que se activan cuando llueve, por lo que los paleontólogos avanzan siguiendo esos cauces hasta alcanzar -o no- el sitio donde emerge el fósil. Una vez identificado el lugar, comienza la excavación para determinar si se trata de un hueso aislado o de un hallazgo mayor. "Muchas veces vale la pena realmente y tratamos de rescatar todo", concluyó.
El hallazgo del huevo: el instante que quedó grabado
Sobre el momento más viralizado y comentado de todo el streaming científico, el descubrimiento de un huevo de dinosaurio carnívoro -se está estudiando si existía un embrión allí dentro-, el paleontólogo contó que irónicamente no se encontraba presente: "Yo justo no estaba cuando lo levantaron, me enteré en vivo como todos. Fue increíble".
De hecho ese video viral generó varias dudas en redes sociales: "Decían que parecía un huevo de ñandú o que lo habíamos plantado", recordó entre risas.
"Pero cuando lo levantás es pesado, tiene roca adentro y la textura típica de un dinosaurio carnívoro", resaltó y luego agregó que debajo del huevo intacto hay entre 8 y 10 huevos más, aún incrustados en una roca muy dura.
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Qué investigaciones vienen ahora
Una vez terminada la campaña en el desierto, el equipo científico llevó todos los restos fósiles hacia los laboratorios para su posterior análisis. Ante esto, Cerroni fue consultado sobre qué tipo de trabajos se están realizando por estos días: "Análisis microscópico de la cáscara, para determinar a qué especie pertenece y tomografía de alta resolución, con un micro tomógrafo", reveló.
"Antes había que romper los huevos para ver si tenían embriones. Hoy podemos estudiarlos por dentro sin dañarlos", valoró sobre el avance en la ciencia al analizar este tipo de objetos. "Esto permitirá saber si el embrión se desarrolló o si se descompuso durante la fosilización", recalcó.
¿Habrá una próxima expedición?
"No lo sabemos todavía", admitió aunque supone que esta situación recién podría resolverse recién "en febrero, pero no está definido si haremos streaming". Y dio un motivo contundente: "Fue muchísimo desgaste físico y psicológico. Mucho estrés y muchas tareas".
Un impacto inesperado: chicos dibujando dinosaurios
Tal fue su éxito que muchas escuelas del país proyectaron el streaming completo, lo cual fue un motivo de orgullo para los integrantes de la campaña: "Lo más hermoso fue ver a los chicos fascinados. Es una puerta de entrada a la ciencia, a las ciencias naturales, a la Tierra. Eso es motivo suficiente para seguir haciendo esto", resaltó y también reveló que otros chicos les mandaban "dibujos todo el tiempo".
Consejos para quienes sueñan con la paleontología
Quienes se hayan quedado fascinados con este streaming paleontológico esto puede promover a futuro que crezca la cantidad de estudiantes y futuros profesionales que quieran dedicar sus vidas a este ámbito de las ciencias naturales: En este sentido, Cerroni advirtió que la paleontología se trata de "una carrera de vocación" y sugirió que "seguirla y terminarla vale la pena. Trabajar de lo que te apasiona es un privilegio".
Esta carrera puede estudiarse en universidades públicas con excelente formación como las siguientes:
•Universidad Nacional de San Luis
• Universidad Nacional de La Plata
• Universidad de Buenos Aires
• Universidad Nacional de Río Negro
También está la opción privada en la Universidad Maimónides.
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La chispa que lo empezó todo
Por último, Cerroni destacó que su vocación por esta carrera nació durante su infancia: "Desde los 4 o 5 años me encantaba la paleontología. Mis papás me compraban revistas y yo miraba documentales todo el día". De hecho, reconoció que su interés desde entonces jamás cambió: "Nunca pensé en otra carrera. Me fascinaba la idea de estudiar el pasado, la fauna, la flora, los procesos antiguos. Es hermoso".
Esa fascinación infantil, que nunca se apagó, terminó guiando un camino profesional que hoy inspira a nuevas generaciones. Y que, con iniciativas como el streaming desde Río Negro, demuestra cómo la ciencia puede conectar, emocionar y abrir mundos.
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