Bariloche está dividida entre aquellos que apoyan el reemplazo del monumento de Julio Argentino Roca por el de Madres de Plaza de Mayo y aquellos que no.
Según dijo a Diario Río Negro Marisa de Aguiar, subsecretaria de Cultura de Bariloche, se hará la "refuncionalización de la plaza con el traslado del monumento a Roca. Primero se debe restaurar en un lugar techado y luego se ubicará en la barranca más abajo. La propuesta es que esté en diálogo con otros monumentos sobre una línea histórica".
Una de las propuestas era sustituirlo por un monumento a las Madres de Plaza de Mayo, pero como esto no fue autorizado, se hará una invervención homenajeando a la asociación, en la base de piedra del busto de Roca.
"La idea es introducir una obra dinámica con movimiento, con una superficie para intervenir", explicó la funcionaria de Cultura en alusión a la posibilidad de que allí se deje un espacio para la repintada de pañuelos que se hace cada 24 de marzo.
El debate en las redes
Esta cuenta repudia el traslado del monumento del Julio Argentino Roca en la ciudad de Bariloche, sumemos nuestras voces!!! pic.twitter.com/CQ5D5neddV
Y después hablan de "patria" a cada rato. Si no fuera por Roca Bariloche sería una ciudad de Chile. Qué vergüenza esta gente... https://t.co/p3ZCj89Luc
— Matias Antico %uD83D%uDE99 (@MatiasAntico) July 26, 2023
Este es %u2066@GennusoG%u2069, intendente de una intendencia que no existiría, de la ciudad de Bariloche que tampoco existiría, de la provincia de Río Negro, que no existiría, en la Patagonia argentina, que sería chilena, si no hubiese sido por Julio A. Roca.Va a sacar su estatua. pic.twitter.com/2ObxzEzaP8
Mientras el paso funciona sin inconvenientes del lado argentino, se registran fuertes demoras en el acceso al complejo chileno Los Libertadores, con filas que superan los cuatro kilómetros.
En el marco de las celebraciones de fin de año, el municipio intensificó los operativos de control y ya decomisó más de 4.500 unidades de pirotecnia. Además, se reforzaron las vías para denunciar la venta.
Fundada en 1822, es una de las bibliotecas públicas más antiguas del país y guarda un vínculo íntimo con el Libertador. Sus salas, su arquitectura racionalista y su acervo histórico narran dos siglos de cultura, pérdidas y reconstrucciones en el corazón de Mendoza.