La renuncia fue presentada por "motivos personales" y el Papa Francisco nombró a Monseñor Marcelo Mazzitelli como Administrador Apostólico hasta efectivizar un nuevo nombramiento.
Renunció el obispo de la Diócesis de San Rafael
La noticia fue confirmada este jueves a través de un boletín oficial de la Santa Sede donde el Papa Francisco aceptó la renuncia de Monseñor Carlos María Domínguez como obispo de la Diócesis de San Rafael.
Al mismo tiempo, en un comunicado difundido por el Obispado de San Rafael, Monseñor Domínguez explicó que presentó su renuncia por "cuestiones de índole personal" y agradeció al Papa Francisco por la confianza otorgada al nombrarlo obispo de la diócesis. "Durante tres años -uno como Administrador Apostólico y dos como Obispo diocesano- me entregué con todo el corazón a esta Iglesia de San Rafael" agregó.
Domínguez expresó su pesar por la decisión, señalando: "Intuyo la perplejidad que cause en todos ustedes esta noticia. Pero, créanme, esta decisión me causa un profundo dolor". En su mensaje, también agradeció el apoyo y la oración de los fieles durante su gestión: "Quiero darles infinitas gracias por las incesantes muestras de afecto".
La renuncia, aceptada por el Papa
Finalmente, Monseñor Domínguez encomió a la Diócesis de San Rafael a la protección de la Virgen de Lourdes y al cuidado de San Rafael, y aseguró que continuará rezando por la comunidad: "Yo rezo y rezaré siempre por ustedes y por esta Diócesis a la que amo".
Mazzitelli, nuevo Administrador Apostólico
Al mismo tiempo, la Santa Sede dio a conocer que Mons. Marcelo Fabián Mazzitelli será el nuevo Administrador Apostólico de la Diócesis de San Rafael, hasta que se designe un nuevo Obispo.
Mons. Mazzitelli, nacido en Buenos Aires el 25 de junio de 1960, fue ordenado sacerdote el 15 de diciembre de 1989 en la Catedral de San Isidro por Mons. Jorge Casaretto. El 10 de noviembre de 2017, el Papa Francisco lo nombró obispo titular de Pauzera y auxiliar de Mendoza, y recibió la ordenación episcopal el 29 de diciembre de ese año en la parroquia Nuestra Señora de los Dolores, por Mons. Dante Braida, quien era Administrador Apostólico de Mendoza en ese momento. En la ceremonia, Mons. Oscar Vicente Ojea y Mons. Jorge Casaretto actuaron como co-consagrantes.
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