Marcelo Colombo, presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, aseguró que hubo recorte de fondos a los centros que trabajan con adictos y pidió un abordaje más humano de la problemática.
"Mirada policial": la crítica del obispo de Mendoza a la política de drogas
El obispo de Mendoza y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Monseñor Marcelo Colombo, lanzó un fuerte reclamo al Gobierno por el recorte de fondos a los centros de prevención y recuperación de adictos.
Durante una homilía en Río Negro en honor a Ceferino Namuncurá, el religioso advirtió sobre la situación crítica de estos espacios: "El recorte de los aportes a los centros de prevención y recuperación de adictos, así como la omisión y el retardo de las cuotas convenidas, afectan directamente al sostenimiento de los centros que, en condiciones muy precarias, todavía están funcionando".
Colombo también cuestionó el enfoque que el Estado le da a la problemática. "Una mirada meramente policial y judicial de la problemática de las adicciones nos deja sin herramientas para afrontar este flagelo, que deja a generaciones de jóvenes en la frustración y el sinsentido de la vida, además de poner en peligro su salud y la de su familia", afirmó.
Monseñor Colombo reclamó más apoyo para los centros de adictos.
El obispo mendocino recordó que Ceferino Namuncurá es patrono de la pastoral de adicciones en la Iglesia argentina, y pidió que su ejemplo inspire a acompañar a quienes buscan salir de la droga. "Pidamos a Ceferino que interceda ante el Señor para que se detengan esos verdaderos signos de muerte", expresó.
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Más adelante, Colombo dejó otra reflexión: "Imaginemos ahora la escena de un Jesús invitado a una gran fiesta, viendo, mientras se acerca, cómo las personas se disputan los lugares centrales. Entonces, él lanza esta llamada de atención: no ponerse en evidencia a partir de falsas importancias humanas, porque siempre habrá motivos para pasar vergüenza si lo que nos divide o separa, o lo que creemos que nos hace más importantes, son criterios meramente humanos".
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Con estas palabras, el obispo mendocino buscó remarcar la necesidad de poner la vida y la dignidad de las personas en el centro, por encima de intereses políticos o económicos.



