La demanda residencial tocó un pico en medio de las temperaturas más bajas en tres décadas. Las medidas que toma el gobierno ante la llegada del frío.
Por el frío extremo, el uso de gas alcanzó un consumo récord
El inicio de julio llegó con una ola polar que provocó un consumo récord de gas natural en todo el país. Según datos oficiales, la demanda prioritaria alcanzó los 100,3 millones de metros cúbicos diarios, lo que representó un salto del 25% en pocos días.
La situación y la persistencia del frío obligaron al Gobierno a tomar medidas urgentes para asegurar el suministro a hogares, hospitales y escuelas.
Desde el lunes, se registraron cortes en estaciones de servicio de GNC y en industrias con contratos interrumpibles. A partir del miércoles, también se interrumpió el suministro en contratos en firme, una situación poco habitual que refleja el nivel crítico del sistema.
Entre las causas del faltante, se combinaron varios factores: el frío extremo, problemas en la inyección desde Vaca Muerta, cuellos de botella en el sistema de transporte y el retraso en obras clave como la reversión del Gasoducto Norte.
Desde el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) explicaron que "la demanda prioritaria desde el lunes supera los 100 millones de metros cúbicos diarios y, sumado a una menor inyección desde Neuquén, el sistema no puede sostener más las caídas de presión en las ciudades".
El consumo para hogares programado por Enargas para el último miércoles fue de 97,3 millones de m³/día, un 21% más que la misma semana del año pasado. En julio de 2024, el promedio mensual había sido de 76,4 millones.
Además del frío, el sistema energético se vio afectado por una menor disponibilidad de gas desde Neuquén debido a problemas operativos en el gasoducto Perito Moreno. A esto se sumó la falta de infraestructura para transportar el gas a las regiones más afectadas.
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Aunque en 2024 se inauguró la reversión del Gasoducto Norte, aún restan completar cuatro plantas compresoras. Esta obra permitiría inyectar hasta 4 millones de metros cúbicos más por día al sistema. Sin embargo, desde el Comité de Emergencia advirtieron que, incluso con esa capacidad, "tampoco llegó el volumen para poder subirlo".
Actualmente, el gasoducto puede transportar 15 millones de m³ diarios, y cuando las obras finalicen, la capacidad se ampliará a 19 millones.
Frente al escenario crítico, el Gobierno conformó un comité de emergencia que integran Enargas, la Secretaría de Energía, Cammesa, Enarsa y las licenciatarias de transporte y distribución. La prioridad fue garantizar el suministro a los usuarios residenciales, hospitales y escuelas, mientras se interrumpió a sectores no prioritarios.
También se restringieron exportaciones a Chile y se solicitaron envíos adicionales a países limítrofes. A su vez, Cammesa ordenó que las generadoras térmicas operen con combustibles alternativos como gasoil o fueloil para reducir la demanda sobre el sistema.
Desde la Secretaría de Energía señalaron que esta situación vuelve a poner en evidencia los problemas estructurales del sistema energético: "Durante más de dos décadas, la falta de inversión sostenida, la ausencia de señales de precios y un esquema de tarifas congeladas impidieron el desarrollo de la infraestructura necesaria".
Por el momento, el abastecimiento seguirá monitoreado "día a día" y las autoridades esperan que una mejora en las condiciones climáticas permita acelerar la normalización.
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