Guardavidas mendocino rescató migrantes africanos en el Mediterráneo

Durante 26 días, estuvo embarcado en aguas cercanas a Italia, Túnez y Malta, donde lograron poner a salvo a más de 90 personas provenientes del norte de África.

Guardavidas mendocino rescató migrantes africanos en el Mediterráneo

Editó: Gabriela Fernández

Esteban Marchese, director de la Escuela de Salvamento Acuático de la (ESAM UMAZA), participó recientemente como voluntario en la Misión 116 del Open Arms, una expedición humanitaria dedicada al rescate de personas en situación de vulnerabilidad en el mar Mediterráneo.

Durante 26 días, estuvo embarcado junto a otros profesionales en aguas cercanas a Italia, Túnez y Malta, donde lograron poner a salvo a más de 90 personas provenientes del norte de África que intentaban cruzar a Europa.

El rescate en alta mar, realizado en condiciones por momentos extremas, implicó una labor física y emocional intensa. "Trabajar así implica entrega por y para los demás, es estar donde ellos están y asimilar la carga emocional que implica este tipo de eventos que son de lesa humanidad", expresó Marchese. "Ellos ven en vos la esperanza de poder continuar con el camino que les prometieron y dejar atrás la desdicha y el sufrimiento".

Desde su rol como director, Marchese remarcó que esta experiencia refleja el nivel de preparación que ofrece la ESAM UMAZA: "En menos de 4 años hemos entrado dentro del mundo profesional internacional con muy buenos comentarios por los tomadores de este servicio. Nuestra currícula es amplia, con abordaje de todos los espejos de agua. El alto nivel sanitario con el que se reciben nuestros estudiantes es lo que explica que nuestros chicos estén triunfando en el extranjero".

La otra cara del mar: entre la esperanza y la tragedia

La misión se llevó a cabo en uno de los corredores más críticos de migración forzada del mundo: la ruta que conecta el norte de Libia con Italia, donde operan los cuerpos SAR (Search and Rescue) en tareas de búsqueda y rescate. Quienes se embarcan en esta peligrosa travesía lo hacen empujados por contextos profundamente hostiles: hacinamiento, conflictos armados, trata de personas y una vulnerabilidad extrema que los obliga a arriesgarlo todo.

Las aguas del Mediterráneo, en este tramo, no solo reflejan la crudeza del desplazamiento forzado, sino también la fragilidad de la vida humana y el abismo que separa realidades. El contexto operativo tampoco es sencillo. "A pesar de ser mar y no océano, cuando hay temporal la navegación se vuelve muy complicada. En esta misión tuvimos olas de más de 2 metros, y puede llegar a más de 3", relató.

Aun así, la vocación se mantiene firme: "Esta profesión me ha dado mucho de este diario vivir que es enfocarse hacia y para los demás y verdaderamente estoy agradecido".

Formación con sello internacional: la proyección de la ESAM UMAZA

Desde la Escuela de Salvamento se promueve una formación integral, con fuerte compromiso social. Se incentiva el trabajo hombro con hombro con los estudiantes, lo que implica entender que tomar decisiones, sobre todo cuando se trata de vidas humanas, puede ser arriesgado. ‘'Pero nuestra profesión nos brinda la oportunidad de estar en el momento, tiempo y lugar precisos para brindar ayuda", sostiene el director.

Marchese dejó también un mensaje claro para quienes están considerando esta carrera: "No existe en nuestra comunidad una carrera de oficio de un año que te ofrezca un cursado tan flexible, semipresencial, con rápida salida laboral, prácticas, guardias profesionales y un título con apostillado internacional".