Ornella tenía apenas 10 años cuando comenzó a vivir una pesadilla. Su historia es alarmante, pero también sirve como testimonio para dar visibilidad a estos casos. "No quiero que ninguna otra niña pase por lo que yo pasé", expresó la joven.
Grooming: la resiliencia de una joven mendocina tras el horror
El grooming es un fenómeno preocupante que afecta a muchos jóvenes en la era digital. Este término se refiere al proceso mediante el cual un adulto se hace pasar por un menor en línea para manipular y explotar a sus víctimas.
En un caso impactante de grooming, una niña mendocina de 10 años se convirtió en víctima de un adulto que se hizo pasar por un chico en redes sociales, según relata La Nación.
Durante un periodo de seis años, este individuo manipuló su confianza y la forzó a enviarle imágenes sexuales. El abuso no solo incluyó la coerción para crear y enviar contenido explícito, sino que además, el agresor difundió estas imágenes, causando un daño emocional profundo.
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La niña, identificada como Ornella, experimentó el sufrimiento de ver su intimidad expuesta, lo que llevó a una crisis de identidad y graves problemas de salud mental, incluyendo pensamientos suicidas. A pesar de la oscuridad de su experiencia, Ornella ha mostrado una notable resiliencia.
"Pensaba que era mi amigo, nunca imaginé que iba a utilizarme de esa manera", confesó Ornella, recordando cómo entró en su vida digital.
El terrible testimonio
La vida de Ornella transcurría con normalidad, llena de sueños y amistades, hasta que un día todo cambió. En la computadora del living de su casa, a través de Messenger -el primer chat de la época, antes de que las redes sociales despegaran- recibió un mensaje de alguien llamado Alejandro, apodado "Lale". Se presentó como un niño de 13 años, de Guaymallén. Al principio, parecía solo un nuevo amigo con quien hablar de música y de la escuela. Ornella había puesto en su perfil una frase de la banda uruguaya No Te Va Gustar, y él le dijo que también le encantaba.
Sin embargo, esa relación amistosa pronto se tornó en manipulación. "Era alguien con quien podía hablar. Nunca pensé que iba a utilizarme de esa forma", recordó Ornella. Con el tiempo, la inocente interacción se convirtió en presión para que le enviara imágenes sexuales. "Me decía que si no lo hacía, no sería su amiga", confesó, destacando la vulnerabilidad de los jóvenes en el entorno digital.
La situación se tornó más grave cuando sus imágenes fueron difundidas en su escuela, causando un daño emocional significativo. "Toda mi escuela vio mis fotos desnuda. Me sentía expuesta y avergonzada", relató. Este trauma la llevó a enfrentar pensamientos suicidas y a luchar con su salud mental, un desafío que muchas víctimas en Mendoza y en otras partes del mundo enfrentan.
La historia de Ornella resalta la necesidad urgente de abordar esta problemática a nivel comunitario. "No quiero que ninguna otra niña pase por lo que yo pasé. Es importante que hablemos de estos temas", afirmó Ornella.
Un apoyo clave
Hubo una persona clave en el proceso de salir adelante: Hernán Navarro, abogado y fundador de la organización Grooming Argentina. Hernán fue la primera persona a quien Ornella, con 16 años, pudo contarle el calvario que estaba viviendo y pedirle ayuda. Él se ocupó de darle la noticia a su mamá y de acompañarlas a hacer la denuncia. Desde entonces, crearon un vínculo fuerte que se mantiene con los años.
"Con el caso de Orne nos dimos cuenta, por primera vez, que una víctima de grooming puede serlo durante años en silencio. Entendimos que la problemática era más grave de lo que imaginábamos: 10 años atrás no teníamos la experiencia que tenemos hoy, no existía la misma tecnología, ni las leyes, ni la conciencia", reflexiona Navarro.
La valentía de Ornella al compartir su historia no solo busca justicia, sino que también es un llamado a la acción para padres, educadores y legisladores. "Necesitamos un entorno más seguro para crecer", concluyó Ornella, enfatizando la importancia de la concienciación y la prevención en la lucha contra el grooming.
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