Reclamo por una "laguna" que no se seca en Guaymallén

Se trata de una calle donde se generó un pozo por la rotura de un caño que Aysam ya reparó. Ahora hay que esperar a que se seque la calle para la reparación.

Reclamo por una "laguna" que no se seca en Guaymallén

Por:María Belén Godoy
Periodista

Vecinos del  Barrio Inka 2 de Jesús Nazareno, en Guaymallén, vienen reclamando desde comienzos de año la presencia de un enorme pozo de agua sobre la calle Pedro Goyena, a metros de Tapón Moyano.

 Ante el crecimiento del pozo de agua en la calle, que acumula cada vez más líquido y genera una gran cantidad de barro, los vecinos decidieron comunicarse con la municipalidad en abril. Desde allí les indicaron que se trataba de un inconveniente vinculado a Aysam, por lo que se contactaron con Aguas Mendocinas. 

El agua no se seca y eso ha generado nuevos pozos a su alrededor.

A comienzos de junio, personal de la empresa se presentó en el lugar y los vecinos vieron que estaban trabajando sobre el caño dañado. Sin embargo, el problema persiste: el agua no desaparece, incluso se generan más baches que permanecen llenos, y la calle se ha convertido en intransitable. 

 "Hay una perdida. Está programada la reparación para mañana", detalló Aguas Mendocinas a este diario.  Sin embargo, según relataron los vecinos, la empresa les comunicó que el arreglo definitivo y el bacheo de la calzada corresponde al municipio. Ante esa respuesta, volvieron a comunicarse con la comuna, donde tomaron el reclamo y les asignaron un número de seguimiento. 

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 "El reclamo ya fue ingresado en la municipalidad", explicó una vecina al Post, quien afirmó que desde el municipio le respondieron que no pueden hacer el bacheo hasta que la calle se seque, algo que, según los frentistas, "no va a suceder porque hay demasiada agua estancada".

Desde la municipalidad afirmaron a este diario que "tiene que estar seco para hacer el arreglo". Es decir, deben esperar a que el agua se seque para avanzar con los trabajos. Sin embargo, con la nevada del domingo y las bajas temperaturas, el agua permanece estancada, sin posibilidad de secarse ni evaporarse.

Cruzar por la calle es resbaloso por lo que incomoda a los vecinos transitar por ese sector.

  El pozo ya alcanzó una profundidad considerable y acumula tanta agua que, cada vez que pasan autos, salpican a otros vehículos estacionados. Además, los peatones no pueden circular por la zona sin riesgo de mojarse o incluso hundirse en el barro.  Los vecinos cuestionaron la falta de seguimiento del problema y la modalidad del arreglo.   


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