En una entrevista de Radio Post, la historiadora Paola Figueroa contó la historia de la independencia argentina y un dato que refleja los conflictos actuales del Gobierno nacional y las provincias.
Cómo la independencia se refleja en la tensión entre Milei y los gobernadores
En el programa "Tarde Random", que se emite de lunes a viernes de 14 a 16 por Radio Post 92.1, la historiadora Paola Figueroa explicó el complejo proceso de construcción de la independencia argentina. Esto se conecta con las actuales tensiones políticas, como la pelea entre el presidente Javier Milei y los gobernadores provinciales.
"Hoy nos convoca nada más y nada menos que el proceso de construcción de la independencia," introdujo Figueroa, señalando que esta etapa histórica es fundamental para entender el presente político. "La independencia en particular a los mendocinos nos atraviesa porque fue el ejército que aquí levantó, construyó San Martín, el que garantizó no solo la independencia de Argentina, sino también de Chile y Perú".
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La historiadora recordó que la Revolución de Mayo en 1810 fue un primer paso, aunque con cierta ambigüedad, porque el gobierno creado seguía siendo "fiel al rey de España cautivo." La verdadera independencia se consolidó con el Congreso de Tucumán, donde el 9 de julio de 1816 se declaró "la independencia no solo de España, sino de cualquier otra nación que intentara dominarnos."
Sin embargo, aclaró que en ese momento "la palabra Argentina recién aparece en 1832, bajo el gobierno de Juan Manuel de Rosas, con la creación de la Confederación Argentina". Esto refleja que el proceso no fue lineal ni simple.
Además, Figueroa destacó la diversidad económica y social que existía en el vasto territorio del Virreinato del Río de la Plata: "La heterogeneidad ambiental y económica hizo que las provincias estuvieran muy fragmentadas y atomizadas", lo que dificultó la formación de un gobierno nacional unificado.
Recordó también que, a diferencia de Estados Unidos, "cada uno de los estados era independiente, autónomo y se garantizaban sus poderes, pero bueno, decidían ceder algunos poderes para integrar una nación. Y eso la Argentina, las Provincias Unidas del Sur, no lo hizo. Nosotros declaramos la independencia, pero no definimos la forma de gobierno. Eso nos costó 40 años más".
Este escenario de tensiones entre centralismo y autonomía es la raíz histórica de las luchas políticas que continuaron durante décadas, con guerras civiles entre unitarios y federales que causaron la pérdida de vidas y un retraso político: "Esto explica el retraso de 40 años en la madurez política del país" señaló.
El actual conflicto entre el presidente Javier Milei y los gobernadores puede verse como una nueva manifestación de esa histórica disputa entre quienes buscan mayor centralización y quienes defienden las autonomías provinciales.
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